Texto publicado por Rody Armando Mora

La naturaleza de la trampa.

 
El dolor es resultado de una conmoción, es la momentánea sacudida de una mente que ha aceptado la rutina y se ha acostumbrado a ella. Algo sucede  una
muerte, la pérdida de un empleo, el cuestionamiento de una creencia muy apreciada-, y la mente se altera. Pero ¿qué hace una mente alterada? Encuentra
la manera de volver a su condición inalterada; busca refugio en otra creencia, en un empleo más seguro, en una nueva relación. Otra vez llega la ola de
la vida y hace añicos sus dispositivos de seguridad, pero la mente pronto encuentra, no obstante, nuevas defensas; y así prosigue. Éste no es el camino
de la inteligencia, ¿verdad?
Ninguna forma de compulsión externa o interna podrá ayudar. Toda compulsión, por sutil que sea, es el resultado de la ignorancia; nace del deseo de recompensa
o del miedo al castigo. Comprender toda la naturaleza de la trampa es estar libre de ella; ninguna persona, ningún sistema, ninguna creencia puede liberarnos.
La verdad de esto es el único factor que libera, pero uno tiene que verla por sí mismo, y no ser meramente persuadido. Tiene que emprender el viaje en
un mar inexplorado.
 
 
KRISHNAMURTI.