Texto publicado por starchild

(Relato Propio) Klanan, Capítulo 1. la multiexistencia.

Al fin tengo un huequito para publicar el primer episodio, el cual precede la introducción. Espero que no hallais sufrido mucho.

Klanan:
Capítulo 1. La Multiexistencia.
Aquel muchacho cruzaba calmadamente un patio solitario a la luz del medio día, la cual picaba ya un poco. Era primavera y se acercaba el verano. Estaba por terminar su primer ciclo de enseñanza, y era cuando normalmente la sociedad de Caminaplanos solía buscar nuevos reclutas. Y aquí estaba el, acercándose a una de las torres de enseñanza distribuidas por todo Klanan, concretamente en la ciudad de Thairl, al oeste de la aldea de Tarik, pegada a la costa.

A pesar de la hora que era, se oyó el sonido de un gallo, y se percibía un leve olor a comida asada. Pero Kelbin no veía ninguna torre. Solo una pequeña casa campestre. ¿Se habría equivocado de dirección?

Se acercó hacia la casa, cruzando un suelo de baldosas, sobre el cual había un techado que empezó a protegerlo de los rallos de sol. Llamó a la puerta y escuchó tras ella como alguien retiraba la silla y se acercaba hacia la puerta. Era una puerta sencilla de madera con un tirador y cerradura de hierro. Esta se abrió y una anciana sonriente atendió al joven y le saludó amablemente.
--Hola señora, disculpe, Me podría indicar… ¿Me podría decir si estoy en la tercera desviación de la avenida principal?
--Si claro joven, aquí es la torre de enseñanza de Multiexistencia.
El chico dio un sobresalto y alzó la vista al cielo al tiempo que comenzaba a pensar si esa mujer estaría loca o el empezaba a perder el juicio. Bajó la vista y habló con la anciana.
--No la… No la veo, señora.
--¿Ah no? –Dijo la anciana mientras reía-. Pues yo la veo claramente. ¿Por qué no pasas dentro? Tú debes ser Kelbin.
--¿Cómo sabes mi nombre?- Dijo el chico manteniendo la compostura.
--Porque te estamos esperando. Anda pasa, la sopa aún está caliente.
La mujer se adentró hacia la casa y el la siguió detrás.

Tras la puerta se encontraba una pequeña sala, a la cual se accedía sin ningún tipo de pasillo, la cual solo estaba adornada por unas cuantas sillas y una mesa en el centro, varias puertas en el lugar más alejado de la sala y un pequeño mueble, sobre el cual colgaba metros más arriba un cuadro en el cual habían tres personas sentadas alrededor de una mesa redonda. Kelbin se fijó detenidamente en cada una de ellas.
El primero era un muchacho joven de tez morena, pelo largo y ojos claros. Vestía una túnica blanca la cual llevaba colgada una pequeña esfera.
La segunda era una chica igualmente joven, de cara redonda y ojos oscuros. Llevaba el pelo recogido en una cola, y vestía la misma túnica, pero en lugar de llevar una esfera, llevaba dos.
La tercera persona, situada a la derecha y como era de esperar, con tres esferas en su túnica, era una persona de una edad más avanzada, una señora alta y algo más regordeta que los demás. Piel pálida y ojos marrones, pelo castaño caído y labios carnosos.
--Son los tres iniciadores de esta torre- Dijo la anciana sobresaltando a Kelbin.- Pathros, Doyna y Sherina.
--¿Tres iniciadores?.
--Todo a su debido tiempo. Ahora, sentémonos a la mesa.
Ambos se sentaron a la mesa, e inmediatamente de la puerta más alejada, apareció un anciano de aspecto frágil y piel rugosa, transportando una bandeja con tres platos llenos de sopa burbugeante, y sus correspondientes vasos llenos de agua.
--¡A comer, chicos! –Dijo el anciano depositando la bandeja en la mesa y sentándose junto a ellos.
--Bien, creo que ya es momento de presentaciones, ¿No? –Dijo la anciana.- Yo soy Brenda, y el es mi marido Grog. Y bueno, este es el jovencito Kelvin, el cual dice que no ve la torre, ah, y estaba mirando con mucho interés a Doyna.
--¿Que yo…?
--Ah valla –Contestó el anciano,- Así que alomejor es afortunada… o no…
El chico enrojeció de repente y quiso que la tierra se lo tragase en ese preciso instante.
--Creo que si pronto no te acostumbras a este tipo de bromas acabarás dando luz a toda la torre. –Dijo la mujer mientras Kelbin respiraba de forma aliviada. –Bueno chico, supongo que tendrás muchas preguntas.
--Si, por supuesto –Dijo mientras se llevaba una cucharada de sopa a la boca y tragaba. Parecía que la sopa estuviese a la temperatura perfecta.- ¿Por qué diablos no veo la torre y quienes sois ustedes?
--Hey –Dijo el anciano.- Cuidado con esas malas palabras, alteran mucho. Voy a responderte a tu primera pregunta. Pero antes, sabes lo que es la multiexistencia, ¿Chico?
--Según los caminaplanos, pueden existir en varios sitios a la vez, pero yo todavía no he visto a nadie duplicado en este mundo.
--No no, tengo que corregir algo, y por lo que me dices, has oído de la multiexistencia pero no has investigado mucho. La multiexistencia es el estudio de todos nuestros cuerpos, en diferentes planos.
--¿Tenemos más de un cuerpo?
--Si, pero no te confundas, tenemos un cuerpo físico, y diferentes cuerpos en diferentes planos.
--Ah, y supongo, que para poder obtener los otros cuerpos, tengo que llegar a esos planos, ¿No?
--Lo asombroso de todo esto esque, tú ya estás en todos esos planos, todo el mundo lo está.
--¿Y por qué no los noto?
--Eso es lo que responderá a tu primera pregunta. Todas las torres de enseñanza de multiexistencia, se encuentran en el primer plano de ascensión. EL plano de la afirmación, credibilidad y control mental.
--Por esa regla de tres, todos están en el primer plano. La torre de multiexistencia se ve a lo lejos, no solo yo, si no cualquier persona.
--Te vuelvo a repetir, muchacho, que todos estamos en todos los planos. Y ¿Por qué se ve la torre desde lejos? Muy sencillo. Todos creen en ella y afirman que está ahí, pero ¿Cuánta gente la ha visto de cerca?
Kelbin enmudeció, pero el anciano tras una pausa y un sorbo a uno de los vasos de agua, prosiguió.
--Pero tranquilo, yo no pretendo que la veas hoy. De eso ya se encargará el primer iniciador.
--Ah, ¿Y qué es un iniciador?
--Los iniciadores son los que tienen el control completo de uno o varios planos, y son los que pueden iniciarte en cada uno de ellos. Cada torre de multiexistencia tiene tres iniciadores, uno por cada plano. Si, hay solo tres planos, por ahora descubiertos, pero eso ya no me toca a mí responderlo.
--Y bueno, ¿Qué representáis ustedes a la torre? Que lugar ocupáis?
--¿Nosotros? –Dijo la anciana medio riéndose.- Somos caminaplanos retirados, demasiado ancianos ya para seguir sirviendo y actuamos de anfitriones de los recién llegados.
--Creo que no tengo ninguna pregunta más.

La comida continuó tranquila y apaciguada. No hubo nada detrás de la sopa, ya que los ancianos dijeron que abusar de la comida era una ganancia innecesaria de volumen que jovencitos como el seguro que no gastaban o no empleaban bien. El resto de la tarde, Kelbin la pasó ayudando a los ancianos a realizar tareas de casa, debido a que el amablemente aceptó la petición de ellos de ayudar. Ya de paso conoció la pequeña casa en la cual se encontraba. La cual constaba del salón donde el estaba, dos puertas a la izquierda que daban al dormitorio de los ancianos y a otro en el cual el pasaría la noche, una destinada a los retretes y por último, al fondo, la puerta de la cocina, la cual conectaba con un almacén trasero en el cual el anciano tenía diversas herramientas para arreglar el campo, al cual se accedía por una parte trasera del almacén, el cual daba a un hermoso jardín con un lago en el centro, sitio en el cual Kelbin se entretuvo cortando hierva y alimentando a algunos pollos que había en una granja contigua.

La noche llegó, y tras una cena que constaba de guisado de pollo con verduras, los ancianos le acompañaron a su habitación.
--Aquí dormirás esta noche –Dijo Grog-. Creo que es hora de que te dejemos ya un poco de intimidad y estés solo. Buenas noches.
--Buenas noches –Dijo Kelbin con voz cansada, e inmediatamente la puerta se cerró tras los ancianos hubieron salido.
El cuarto tenía un pequeño catre y una mesita de madera tallada en la cual había una vela alumbrando la habitación y un yesquero al lado para encender. Una ventana con cortinas cerraba la pared del fondo. Nada más. Se quitó la ropa y la dejó a un lado de la cama, puesto que no había nada para colgarla y se metió en la misma.
El colchón se notaba que era viejo. Amortiguaba poco su peso, y prefería no moverse debido a que las tablas se le marcaban en su cuerpo. Se quedó quieto, tendido boca arriba, pensando en la torre. ¿Sería verdad lo que le decían? ¿Cómo creer en ella? ¿Le estarían tomando el pelo? Solo estaría un día más allí. Si al siguiente día no obtenía respuestas, escaparía de allí lo más rápido posible y buscaría la torre de nuevo.

Pareció quedarse dormido por un momento, no obstante, la curiosidad le pudo y se levantó forzosamente de la cama y se volvió a vestir. Saldría, investigaría a esos chiflados y se largaría pronto de allí si tenían malas intenciones. Descubrió que misteriosamente la cama no se encontraba en su cuarto. ¿Qué demonios estaba pasando? Era una habitación sin puertas ni ventanas, una escalera en el centro ascendía y se perdía en el techo.

Curioso, y muerto de miedo, comenzó a ascenderla, poco a poco. Se coló por el hueco del techo y continuó ascendiendo por un túnel vertical. A lo lejos, arriba, vislumbraba luz, una luz que se acercaba a el. Una figurita enana, de 3 pies de altura, parecido a un hombrecillo sosteniendo un pequeño candelabro bajaba a saltos y tarareando una alegre cancioncilla, aunque inquietante, mientras reía siniestramente. Cuando llegó a la altura de Kelbin, le gritó.
--¡Tú! ¡Tú no puedes subir a la torre!
Entre risas, golpeó la cabeza del chico, este perdió el equilibrio y se descolgó de la gigantesca escalera de mano, cayendo de espaldas al vacío entre gritos. Sus manos no hallaban nada en la oscuridad, la habitación se acercaba precipitadamente hacia el, y cuando iba a golpear el suelo, de repente se encontró con algo blando a su espalda.

Abrió los ojos. Miró a su alrededor. NO había caído en la cama. Todo había sido una minúscula pesadilla. Estaba de nuevo en el cuarto, acurrucado y algo asustado cerró los ojos hasta que por fin, el sueño lo venció.

Despertó a la mañana siguiente con un gran sol en su ventana. Se le había olvidado apagar la vela por lo cual estaba encendida, inmediatamente, de un soplo la extinguió. Se vistió y se dirigió a la puerta. Se oían ya voces y movimiento dentro de la casa.

Abrió tímidamente la puerta y avanzó hacia el salón cuando oyó la voz de la anciana.
--Mejor ve a lavarte la cara, tienes visita.
Se dirigió rápidamente al baño donde había una pileta con agua en la cual sumergió rápidamente la cara y se quitó las legañas con las manos, aunque deseó pensárselo antes de su chapuzón, debido a que el agua fría le estaba taladrando todas las partes que tenía inmersas. Acto seguido emergió y se secó la cabeza con un trozo de tela robusto que había colgado de una especie de perchero. Una vez estuvo listo, salió de nuevo al salón.

Se encontró sentados a la mesa a los ancianos, y a pathros, el chico que había visto en el cuadro. Era casi idéntico, así que el que lo dibujó debía ser un experto retratando.
--Buenas a todos –Saludó Kelbin tímidamente.
--Siéntate con nosotros, chico –Dijo alegremente Grog.- Hay pan con lomo de cerdo para desayunar.
Kelbin sonrió y se sentó en una de las sillas de pana libres. A la izquierda Brenda, a la derecha Grog, y en frente, Pathros.
Los viejos le presentaron al iniciador, y acto seguido comenzaron a comer lo que había en la mesa, acompañado con un buen vaso de leche. Pathros hablaba con Kelbin sobre los desbloqueos mentales para poder vislumbrar el resto de planos en la dimensión física. Kelbin se perdía frecuentemente, a lo cual Pathros le insistía en que cuando hubiesen terminado la primera lección, lo vería todo mucho más claro, y que no fuese impaciente. Aunque, los nuevos aspirantes a caminaplano siempre lo eran y se consideraba algo normal.

El desayuno terminó y Pathros dijo que había que ponerse en marcha, instando a que Kelbin lo acompañase. Abrieron la puerta delantera y salieron al patio. Inmediatamente Kelbin se llevó una sorpresa, al ver, posado sobre un árbol, un enorme pájaro con grandes alas y superficie casi plana. Tenía una gran cabeza terminada en un pico largo y afilado, y ojos redondos e igualmente gigantes. Levantó la cabeza y los miró, y para sorpresa de Kelvin, solo lanzó un breve ulular, en lugar de el enorme graznido que el chico se esperaba.
--¿Es un ave planoide, señor?
--Por supuesto –Respondió Pathros-. El transporte más fiel y seguro en todo Klanan, o por lo menos, lo que hasta ahora conocemos.
El ave bajó del árbol y suavemente se posó en el suelo, delante de ellos. Aunque por arriba fuese completamente plana, su grosor era tal, que les llegaba por encima del pecho.
--¿La consideras grande? Pues entonces no la has visto de pie.
Inmediatamente el pájaro desplegó unas patas y se puso de forma vertical, de forma que quedase completamente vertical, con la parte plana mirando hacia ellos. Acto seguido volvió a su forma habitual. Kelbin quedó boquiabierto al ver que el pájaro era más alto que la casita que habían dejado atrás.
--Te está invitando a subir. ¿Por qué no lo intentas?
--¿Yo? Pero es completamente plana, me caeré.
--Sube y confía.
--De acuerdo –Dijo Kelbin mientras de un salto se colocó sentado encima del pájaro. Patrhos, subió por la parte delantera. El aspirante a caminaplano se sobresaltó cuando el pájaro los apresó con las alas, e inmediatamente tomó impulso con las patas y dio un enorme salto, en el cual Kelbin se preguntó si estarían volando ya, pues todo el terreno que pisaban empequeñeció enormemente. Cuando el pájaro dejó de subir y parecía que comenzaba a caer, extendió sus alas y comenzó a moverlas lentamente para mantenerse en el aire. Las propias alas se perdían varios metros a izquierda y a derecha, era algo fascinante. Y todo esto sucedió solamente en unos cuantos segundos.
Kelbin se encontraba algo aturdido debido a que al saltar el ave se puso de forma completamente vertical, y entonces comprendió por que los había apresado con las alas. Ahora se encontraba de forma horizontal de nuevo, y planeando alegremente en el cielo, varios kilómetros arriba. Abajo, solo se veían las nubes y poco se percibía de la ciudad.
--Todo esto solo ha sido un salto. Nuestro amigo ni siquiera a empezado a volar, ahora simplemente se mantiene en el aire, planeando.
--Pero señor, cuando empiece a volar, ¿no nos caeremos?
--Vuela de forma completamente horizontal, tanto para subir como para bajar. SU anatomía le impide doblarse mucho en pleno vuelo. Creo que deberíamos bajar un poco para ver mejor la ciudad.
Mientras el pájaro comienza a bajar, Pathros continúa explicando a Kelbin la lección de hoy. Trataba no perder mucho la atención, debido a que hacía un viento gélido ahí arriba y muchas veces se le iba la cabeza.
--Bien. Para comenzar a percibir la multiexistencia tal y como es, como hemos dicho antes, debes desbloquear tu mente física a tu naturaleza real. Tu naturaleza real es energía pura, la cual fluye en todos los planos de existencia. Antes de continuar, no trates de orientar ni ubicar esta enseñanza en un espacio físico, porque simplemente, seguirás atándote a algo físico y no te desbloquearás. Simplemente siéntelo como algo que es. Bien, partiendo de la base que todo es energía, todo vibra a una frecuencia diferente, cada vibración de frecuencia es un plano diferente. La más baja, es el plano físico, el cual perciben todos los seres en su estado puramente material. Es lo que estás sintiendo ahora, lo que estás viendo, notando, oliendo. Un escalón más arriba se encuentra el plano de afirmación, credibilidad y control mental. Es al cual vamos a acceder en tu primera enseñanza, y el cual domino en su totalidad. En este plano se encuentran todas las torres de enseñanza, y solo se podrá acceder a ellas una vez estés desbloqueado completamente y accedas conscientemente en todo momento a ese plano. En este plano, se encuentra todo lo que no se ve a simple vista en el plano físico, pero que forma parte de ello. Nos vemos obligados a camuflar las torres de esta manera, para evitar posibles ataques e invasiones de los que no son puros de corazón, ya que podrían sembrar su impureza en toda la sociedad de caminaplanos y condenar nuestras acciones de buena fe. El siguiente escalón, es el plano de la clarividencia y la interpretación. Todas las cosas que no necesariamente tienen que formar parte del mundo físico o que debido a su sutileza no se pueden interpretar de una forma puramente material. Nos encontramos por ejemplo aquí el mundo onírico, la lectura del aura, telepatía, etc. Y por último, el plano más avanzado aunque el más peligroso. Es el plano de la manipulación. En este plano se maneja todo lo relacionado con la alteración y distorsión de la realidad tal y como la conocemos. Si no fuese por este plano, no estarían las torres ocultas, ni podríamos fabricar píldoras con esencia, etc. Al conjunto total de realidades y planos en todas sus formas de existencia, se denomina sistema. El sistema es quien realmente crea, ordena y acomoda las realidades y actúa a través de nosotros, de la misma forma que nosotros actuamos a través de el. Todo es un conjunto de enganches acomodados entre sí formando una compleja y escelente red. Bien, ya estamos más cerca de la ciudad.
Una vez hubo terminado la explicación, Kelbin miró hacia abajo. Ya se veía la ciudad claramente, con multitud de casitas y establecimientos pequeñitos a vista de pájaro que surcaban todo el panorama.
--Bien, creo que deberíamos dar la vuelta.
Inmediatamente el ave se volvió por completo, y allí la vio. Era la torre de enseñanza, se veía allí a lo lejos como desde cualquier punto de la ciudad.
--¿Lo ves? Este es el nivel de percepción al cual se encuentra actualmente todo el mundo. Afirmación y credibilidad. En Todos los puntos de la ciudad hay afirmación credibilidad de que la torre está ahí, pues si no lo hubiese no se podría ver. Pero de lo que se trata, es de llegar a un paso más. Debes de asimilar de una vez por todas, que la torre está ahí, para poder acceder a ella, así que, vamos a acercarnos. Por favor, no pierdas en ningún momento el contacto visual con ella, pues de hacerlo, tendremos que repetir de nuevo la maniobra.
El planoide de repente tomó impulso y se lanzó rápidamente hacia delante, lanzando un fuerte graznido. En pocos segundos, se encontraron con la fachada de la torre ante sus narices. Comenzaron a bajar, Kelbin veía ventanas que daban a diferentes salas en las cual veía a personas que los saludaban alegremente. Hasta que por fin, Tocaron suelo.

Miró a su alrededor. Para su sorpresa, se encontraba justo en la puerta de la casa de los ancianos. Pero aquello no era una casa. Era la torre de enseñanza, la cual se erigía imponente ante él en ese preciso instante.
--¿Y por donde entro? –Respondió Kelbin mientras Pathros soltaba una tremenda carcajada-. Ah, ya veo, por la puerta.
Este volvió a llamar a la puerta, y se abrió de golpe. Los ancianos saludaron alegremente y dando la bienvenida a la torre de multiexistencia, los invitaron a entrar. El mismo salón, las mismas puertas, pero… Donde estaba el techo? En el centro de la habitación había una escalera de caracol la cual parecía subir a un piso superior. La tomaron y tras llegar a la segunda planta, un grupo de personas allí reunidas prorrumpieron en aplausos.
--¡Os presento a Kelbin! Oficialmente inscrito en la sociedad de caminaplanos. Podéis regresar a la sala común. Relajaos. Pues mañana, continuaremos con las clases. –Acto seguido Pathros le dijo al muchacho- Vamos, acompáñalos, ya nos veremos en otra ocasión.
Él y el grupo de personas, que no era muy numeroso, se adentraron por un pasillo adornado con diversos cuadros de paisajes naturales. De repente la vio, se acercó a él y lo saludó. Era Doyna.
--ah, así que tu eres el chico que me miraba tanto, ¿No? –Dijo ella seriamente. Acto seguido la cara se le enrojeció y ella junto a los demás rieron. Pensó para sus adentros, que, a lo largo de su enseñanza tendría que soportar muchas bromas de este tipo, pero que al fin y al cavo, valdría la pena todo esto, para servir a las fuerzas del orden y tener un puesto fijo en algún cargo importante del estado.