Texto publicado por Ma. Guadalupe Hernández Méndez

diario de un ciego 13 (verídico)

Diario de un ciego 13
(hojas sueltas)

Si, amigo, ya se que has estado muy abandonado y quizá hasta lleno de telarañas pero por fin pude venir para escribir un poco en ti, aunque hoy te contaré una historia que desgarró mi alma…
Soy ciega –le dije- pero como toda mujer me gustaría tener un amigo que fuera un poquito mas que eso. –a mi no me interesa que estés en esa condición, pues con el tiempo que hemos charlado creo que te conozco y tu voz es tan linda que detrás de ella solo puede existir una bella mujer.
Con estas frases inició una relación sentimental entre los dos…¡qué importaba que él estuviera en otro país! Si tan solo con escribirle o escucharlo mi corazón se llenaba de dicha y fuerza para enfrentar los problemas que día con día tenía que pasar, pues los que sufren esta condición de ciegos me podrán entender ya que no es fácil salir de casa, tomar un autobús para ir a la escuela y luego enfrentarse a los compañeros, que si bien hay algunos buena onda también existen pesados y nefastos. Y no entiendo porqué pero éstos últimos son los que mas me encuentro en mi camino en estas fechas, aunque mi querida amiga lilis me aconseja no hacer caso pues argumenta que solo me tienen envidia.- ¡si vieras que ojos te echan cuando hablas con el profe de inglés!- y peor aún las caras que hacen cuando los maestros te ponen como ejemplo del grupo, adem´ás todas las chicas nos sentimos apenadas cuando llegas a las clases de natación ¡nadie tiene un cuerpazo como tú! Pero yo creo que ella me dice esas cosas porque en verdad me quiere y sabe que con eso me levanta el ánimo.
Aunque mi mayor refugio en realidad es él, pues no hay día en que yo ente al skipe y no esté ahí, según dice, esperándome toda la tarde, al escuchar esto me emociono y como siempre le cuento todo lo que me pasa durante el día, incluyendo los comentarios de lilis ¿porqué lo hago? Huummmm pues no sé, quizá porque necesito convencerlo de que soy hermosa a pesar de mi ceguera.
Han pasado nueve meses desde que charlamos por primera vez, y, a pesar de que mi madre me dice que no lo conozco realmente o que talvez no me convenga, yo sigo soñando con conocerlo físicamente algún día.
Ayer me gradué como licenciada en comunicación y mi felicidad aumentó cuando al llegar a casa, al encender mi pc, me encontré un mensaje en el que decía textualmente: ¡Me han enviado por parte de mi trabajo a tu país, llego mañana por la tarde pero pasado mañana te esperro en el hotel Hamilton, cuarto 502 a las diez de la mañana en punto, no faltes por favor. Te quiero”. Brinqué, bailé y hasta lloré de alegría, mi sueño hecho realidad ¡y solo faltaban 48 horas! ¡Dios mío, creo que voy a morir de dicha!.
Le mentí a mi madre diciendo que salía con lilis para ir a una cita de trabajo y con el corazón saliéndoseme del pecho llegué puntualmente a mi destino, hablé con el recepcionista quien muy amable me indicó como llegar hasta la habitación 502. Durante el camino muchas veces quise retroceder e ir a casa para contarle la verdad a mi madre, no obstante seguí adelante con mi locura.
Llamé con mucho miedo a la puerta…tardó un poco en abrirse…pero al querer retirarme una mano fuerte me arrastró dentro de la habitación. Había ahí dentro tres malditos que, como perros en celo, se echaron sobre mi destrozando, no solo mi ropa sino mi alma…lloré, grité, imploré…pero fue inútil nadie escuchaba y la jauría abusaba de mi golpeándome una y otra vez. Ahí dejaron mi cuerpo ensangrentado, inerte, pues tenían miedo de que los pudiera reconocer y denunciar. Pero mi alma no encuentra reposo, ni paz.
(este relato llegó a mi por boca de lilis, la amiga mas querida de esta niña-mujer. Chicas y también chicos hay que tener mucho cuidado con las relaciones que tenemos con los amigos virtuales y, sobre todo no vayamos a sitios peligrosos,aunque parezca comercial, siempre hay que contarle a alguien lo que está pasando) Este relato es verídico.
Fin.