Enlace publicado por Germán Marconi

La semana pasada, un grupo de delincuentes e inadaptados sociales se hizo cargo de un compañero con discapacidad en un aula de su escuela.

En el enlace que comparto, puede verse - con escucharse no queda pelo sin ponerse de punta - donde se muestra la enorme violencia que chicos muy jóvenes tienen contra alguien de su misma edad, de su misma escuela y compañero de curso.
Según comenta un compañero y amigo del abusado jovencito, siempre le pegan y ya lo han traumado de tantos golpes.

La madre del ninño golpeado dice que se ha quejado y que ya cambiaron varios directivos, pero la violencia sigue allí.

Como ser humano creo que esto no puede soportarse en ninguna institución, en ningún lugar. Pero si aquí hablas de que estos delincuentes deben ser sancionados e incluso que ellos o sus padres deben una reparación social y personal al agredido y a su familia, te tildan de derechoso y de ir en contra de los derechos humanos.

Aclaro que en mi triste país las organizaciones de derechos humanos jamás acompañan a las víctimas de violaciones, abusos y otras lacras . Pero eso sí: apenas uno de esos hijos de puta va a la cárcel y se queja que la comida no es de su agrado, ahí están estos tipejos prestos a defender al pobre preso, no sea cosa que le hagan algo malo malo a este pobre ser.

Mientras, la chica violada, el padre que ruega justicia por la vida de su hijo que le arrebató un drogón o los huesos rotos y el alma quebrada de un niño sometido a bullig terminan perdiéndose entre la maraña impresentable de los discursetes forros, dichos por gente muy forra que se dedica a vivir de nuestros impuestos con la excusa de "asesorar a la familia".

Véanse los comentarios vertidos - vomitados, diría yo - por la responsable de Psicología de la Dirección General de Cultura y Educación (el equivalente del Ministerio de Educación) de la más grande e importante Provincia de mi querido y lastimado país. y refiéranse a las palabras del otro tipejo - ya ni me acuerdo en qué cargo roba - que ahce responqsables a todos, hasta que al final - muuuy al final diría yo - también reconoce que una partecita de la responsabilidad les toca a ellos, funcionarios fisfuncionales de un sistema que ellos mismos han corrompido, donde no hay premios pero tampoco hay castigos, donde es igual un pibe que se rompe, estudia y trata de progresar que el larva que se pasa toda la clase escuchando música en su celular y al que no podés llamar la atención como se debe, porque terminás siendo denunciado por acoso escolar.

Ya no despotrico más, lean y vean o escuchen en el enlace, y después rueguen a quien sea que nos mande un asteroide grandote, grandote, y termine con nuestra raza de una vez por todas, y libre al Universo de nuestra especie.

triste, enojado y dolido,

Germán.