Texto publicado por SUEÑOS;
De Soldado A Mujer:
EL MUNDO › UN DIA DESPUES DE SER CONDENADO, EL SOLDADO MANNING DIJO QUE DESEA CAMBIAR DE SEXO
“Soy mujer, llámenme Chelsea”
De forma inesperada, el joven que entregó documentos clasificados a Wikileaks, sentenciado a 35 años de prisión, dijo que quiere comenzar una terapia con hormonas lo antes posible. Y espera que el ejército lo ayude.
Por David Usborne *
Desde Nueva York
Bradley Manning es un héroe y un patriota que le hizo un servicio a su país pasando cables secretos a Wikileaks para la legión de partidarios que tiene –algunos de los cuales hasta hicieron un peregrinaje a Fort Meade en Maryland para estar presente durante su juicio–. Nada que el gobierno dijera podía persuadirlos para que lo vieran distinto al ex soldado del ejército de Estados Unidos.
Diferente, sin embargo, es cómo pidió Manning que se lo viera ayer en una declaración emitida por NBC News que fue inesperada. A Manning, de aquí en adelante, le gustaría que se dirijan a él no como Bradley sino como Chelsea, y que se lo trate no como “él” sino como “ella”. Un día después que Manning fue sentenciado por la jueza Denise Lind a 35 años en prisión por perpetrar la mayor filtración de material clasificado en la historia de Estados Unidos, después de haber sido enviado a Bagdad en 2009 como un analista de inteligencia, declaró su decisión de cambiar de género y le pidió al ejército que lo ayudara a lograrlo. “Como transición a la próxima fase de mi vida, quiero que todos conozcan quién soy realmente. Soy Chelsea Manning. Soy una mujer”, dijo Manning de 25 años, en la declaración leída a los televidentes en todo Estados Unidos.
“Dada la forma en que me siento y me he sentido desde la niñez, quiero comenzar con una terapia con hormonas lo antes posible. También pido que a partir de hoy se refieran a mí por mi nuevo nombre y usen el pronombre femenino”, a menos que se trate del correo oficial enviado al centro de detención, y agregó que está “deseando recibir cartas de seguidores y tener la oportunidad de responder”. El pedido es, como mínimo, inusual e improbable que sea aceptado por sus anfitriones en las Barracas Disciplinarias de Estados Unidos en Fort Leavenworth, Kansas, donde cumplirá su sentencia. En una lacónica declaración anoche, un vocero militar dijo que ayudar a su internado a convertirse en mujer estaba fuera de discusión. “El ejército no proporciona una terapia hormonal o una cirugía para cambiar de sexo”, dijo.
Aun antes de que comenzara la corte marcial en junio, Manning, quien tiene la doble nacionalidad estadounidense-británica, ha sido a menudo descripto como gay en los informes de los medios. Sin embargo, temas como la sexualidad y el género fueron expuestos por el abogado defensor David Coombs en la fase de la sentencia del juicio, que comenzó a principio de este mes, después de que se lo encontrara culpable en 20 de las 22 imputaciones, incluyendo cargos por espionaje. No queda claro cuánto peso pueden haber tenido estos problemas sobre la jueza Lind, ya que los fiscales habían pedido una sentencia mucho más alta, de 60 años.
Pero Coombs había sostenido que la confusión emocional sufrida por su cliente había sido ignorada o barrida bajo la alfombra por el ejército. La Corte vio una foto de Manning con una peluca de mujer y maquillaje y un e-mail que le había escrito a un superior rogando ayuda por su confusión de género. En el show de NBC Today, Coombs dijo que Manning no buscaba una cirugía de cambio de género sino una terapia hormonal. Dijo: “Espero que Fort Leavenworth haga lo correcto y provea eso. Si no lo hace, entonces haré todo lo que esté en mí poder para asegurarme que se vean obligados a hacerlo”. También negó que Manning quiera ser reasignado.
Durante el juicio en su contra, Manning reconoció que había ingresado al ejército para “librarse de su conflicto de identidad”, resultante de su homosexualidad. El portavoz del ejército, George Wright, dijo a la prensa que Manning tendrá acceso a psiquiatras y otros profesionales que atienden la salud mental.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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