Texto publicado por Toten Dos punto Cero
18ª edición - ...por las noches desespera
Toten publicaciones presenta:
TOTEN Y LA REVANCHA VIRULENTA DE LOS ESPASMÓDICOS PITUFOS EXCESIVAMENTE MALDITOS DE LAS GALAXIAS RECIENTEMENTE IMPLOSIVAS DEL INFIERNO ESPANTOSO
18ª edición – Por las noches desespera
Holaaaaaa!!!!!!!!
Buenas buenas. Había comentado que me hallaba sin inspiración, y por eso mi feliz ausencia de escritos. No sé si volvieron un poco mis musas, o si están de paso y luego retornarán lejos, pero aprovecho este pequeño intervalo sinuoso para hablar sobre una cuestión, creo yo, muchas veces muy mal entendida.
Una vez una amiga, aquí en Bw, de España, me dijo que mi escritura era dialéctica. Luego de agradecerle, me metí en Google a buscar que garompa significaba la palabra dialéctica. Posteriormente, luego que me lo explicaran varias veces, lo entendí. Y es lo que haré por primera vez, de manera conciente, en estas porquerías, denominadas por mí, artículos.
“Por las noches la soledad desespera…”, cantaba el pelado Cordera antes de hacer toda esa basura apestosa solista. La soledad, es algo que muchos no toleran. Es como un sentimiento de tristeza por no estar acompañados, les genera una angustia bastante fuerte, la cual en varias oportunidades les lleva a llamar a alguien a cualquier hora, llorando, rogando un poco de compañía telefónica al menos. Otras personas, les encanta estar en soledad, dicen que lo disfrutan, que es bonito estar con uno mismo, etc.
Por otro lado, en una charla en terapia, mi psicóloga me dijo: “Toten. Primero, que hayas aprobado dos materias de la carrera de psicología, no te convierte en Freud, así que por favor, dejá de analizar a todos los que te rodean. Y segundo, estar aburrido, es desear algo y no saber que es.” De esto, obtuve dos conclusiones: una, que era clave para mí saber que el aburrimiento es un deseo no sabido en el momento, y que mi psicóloga, seguramente sufre de dementia preacox, a causa de una inflación de su narcisismo en la regresión de su libido, le propondré en breve, que haga terapia.
Entonces, ¿cómo sigue toda esta mugre? Antes, creía que el aburrimiento, era no tener más ganas de charlar con uno mismo, o en su defecto más defectuoso, con Silvita. Pero ahora comprendo que cuando uno se siente aburrido, está anhelando hacer algo en particular, y por algún motivo, no deviene conciente. Aquí, iniciaré mi para nada ansiada dialéctica. La gente que por las noches desespera, que dice no aguantar más estar en soledad, en realidad, está aburrida, o sea, desea algo que en ese instante no lo tiene presente. Porque estar solo no es estar en soledad, estar solo: es soledad más aburrimiento. O sea, no tener más ganas de estar con uno mismo. La soledad, según mi toténica comprensión, es estar en ausencia de otras personas físicas. Y, una forma de estar entretenido, puede nacer de la dupla “soledad” más “actividad”. El aburrimiento, nos lleva de la mano, cuando estamos en soledad, a sentirnos solos, y a desesperar.
Ocurre cotidianamente, que uno no sabe que hacer. Está en su casa, y da vueltas, va de aquí para allá sin saber hacia donde arrancar. “¡Qué aburrido que estoy!”, debería decir. En cambio, si uno está bien bien en soledad, pero activo, no siente ese agujero en el estómago, esa angustia que carcome, a causa de un deseo por descubrir.
Finalizando para el agrado de todos, considero, que el aburrimiento y sentirse solo van de la mano. La soledad y la actividad van por otro camino. Puede complicarse verdaderamente, si lo que uno desea cuando está solo y lo descubre, es algo imposible de conseguir. Pero siempre hay un último recurso, nunca falta un teléfono de línea o celular, para marcar unos numeritos, dejar que suene el timbre del receptor y escuchar a posteriori: “¿Hola?” “¡Hola Silvita! ¿qué andabas haciendo?”