Texto publicado por Ma. Guadalupe Hernández Méndez

¡Hola! Soy Luis y me considero un chico moderno, bueno es que a los treinta y tantos aún se es chico. Y como les platicaba soy alto, guapo, fornido, interesante y de muy buena familia por lo que recibí una excelente educación. Trabajo en un bufete de contadores y gano un buen salario…¿y porqué esta presentación? Pues porque necesito de su ayuda, si, estoy desesperado por encontrar a tres chicas, ¿Por qué las estoy buscando?... Bien les cuento la historia…
El viernes por la mañana al ir a trabajar, me dí cuenta que no traía corbata, y ustedes saben que para llegar al trabajo es necesaria una buena presentación, me sentí muy incómodo pero no podía regresar a casa pues ya era un poco tarde, fue por eso que al ver un centro comercial decidí entrar para comprarla. Tuve que hacer una larga fila para entrar, pero por fin logré estacionar mi camioneta lobo. Bajé casi corriendo y me encaminé a una de las tiendas departamentales y al dar la vuelta en un pasillo…ahí frente de mi estaban las tres rubias mas hermosas, exuberantes y excitantes que jamás mis ojos habían contemplado, me quedé con la boca abierta admirando aquellos cuerpos tan perfectos debajo de sus minifalditas y chiquiblusitas que no dejaban nada a la imaginación, luego al ver sus entornadas piernas calzadas con unos tacones altos que les daban mayor realce me quedé sin aliento. Ellas pasaron a mi lado sin mirarme siquiera. Desperté de mi ensoñación y recordé la corbata, entonces me dirigí a comprarla con una sonrisita estúpida pintada en la cara. Ya de regreso al estacionamiento me llevé la sorpresa de mi vida...¡ahí estaban de nuevo!.Las abordé preguntando si necesitaban algo, a lo cual contestaron que les urgía llegar a otro centro comercial que se ubica exactamente al otro lado de la ciudad pues andaban promocionando unos productos de belleza y que ningún taxi se paraba. ni tardo ni perezoso me ofrecí a llevarlas, olvidándome hasta de mi trabajo, ¿pues qué mortal iba a desaprovechar una oportunidad como esa?…Ya en camino se mostraban reservadas, tomé el libramiento para llegar mas rápido y así poco a poco nos fuimos alejando de la zona poblada y cual fue mi sorpresa…la rubia que iba a mi lado sacó una navaja, no se de donde y la colocó en mi costado, mientras que una de las que iban detrás me ponía un arma en la cabeza ordenando que me orillara y detuviera el vehículo. Lo hice…entre las tres me amordazaron y amarraron de pies y manos en la parte posterior de mi camioneta. ¡Vaya nunca pensé que en el bolso de las chicas cupieran tantas cosas!. Después de quitarme la cartera, el reloj, la cadena y esclava de oro, se pusieron a decidir mi suerte. No, no podía ser posible que tres bellos ángeles pudieran ser asesinas.
Bien guapo, me dijo una de ellas, como al final vamos a terminar contigo pues gozaremos un rato juntos…y sin mas me despojaron de la camisa y pantalón dejándome solo en calzoncillos , entre sus gritos de júbilo solo distinguí la voz de una que dijo:
“se ve que tienes muy buena polla, jajajajaja” y de un manotazo me quitó la última prenda metiendo sus labios entre mis piernas sin ninguna compasión…si, me violaron haciendo cosas que yo jamás me hubiera imaginado. Y cuando la cosa estaba en su mayor apogeo, se escuchó la sirena d e una patrulla por lo que las rubias se apresuraron a bajarme de la camioneta y ahí en medio de la carretera me abandonaron desnudo. Ya se podrán imaginar ustedes lo que vino después…la policía…las preguntas…pero a pesar de todo nadie ha podido dar con ellas y a mi me urge encontrarlas para que repitan la violación porque no se vale ¡me dejaron a medias!...
Fin.