Texto publicado por Rubí Esmeralda Moya Malebrán
aquí van unos poemas que escribí para mi niño y que forman parte de un libro que todavía no concluyo.
Mi niño de cuentos.
Madre quisiera saber, como Hera tu vida antes de mi amanecer, a que jugabas en los recreos cuando con tu maestra las letras fuiste a conocer, me esperabas silenciosa en ti estaba sin saber o desde una estrella te miraba cuando de niña te hiciste madre y mujer, como eras a que temías que poema te gustaba en las noches leer. Hay niño mío una historia te contaré, en la que una chispita de luz me enseñó a comprender la esencia de estar viva y un cuento poder tejer.
Había en mi alma una rosa y yo no la pude cuidar, porque me dejas tan solo, me dijo el viento al pasar, porqué me das risas dijo la luna, cuando solo quiero llorar.
En mi alma había una rosa, que se fue sin preguntar, el viento se quedó con ella y la luna le dio su cantar.
Así estaba en mi ventana, entre sueños de doncella y peinados de azar, cuando cruzó por el aire
Un lucero fugaz, me obnubiló su mirada y su sonrisa de mar, mas el mal en el se escondía y no lo pude adivinar.
Pero todo lo malo en su interior el bien guarda si lo sabes buscar,
Parpadeando en su partida una joya me regaló al marchar.
Así aprendí tu sonrisa de niño inocente, así alimenté tu soñar,
Con cantos de viento y luna, con rayos de fuego y coral,
Así esa joya se transformó en tu cuerpecito que en mí latía como en la tierra el volcán,
Así se formó tu carita, que arrobada beso al soñar, así me hiciste madre un milagro tan níveo como la espiga y el pan,
Así comencé a escribirte para que puedas comprender que importante para mí es poderte amar.
Mi niño de cuentos y letras hecho de números semilla y bondad,
Que no te perturben los malos pensamientos, que no dejes nunca de crear
Que no pierdas la intensidad y la fuerza de tu pequeña vida
Que nunca dejes de aprender y con humildad saber rezar
Hablar con los vientos y conjurar el mal
Crear sortilegios con tu lápiz y que tu letra sea de recto hablar.
Si una rosa te dice cántame muy perfumada al pasar,
Si un lucero en tus ojos quiere jugar y volar
Si una suave melodía el viento te enseña a cantar,
Toma la rosa delicadamente, has una ronda de brisa o de arena un vals
Pero nunca olvides que aquí estoy para poderte en mis brazos por la vida llevar. Aquí estaré para compartir tus juegos y nuevas travesuras a tu lado crear
Aquí para que de mi mano no le temas a la oscuridad,
Aquí en silencio para tu sueño no importunar, de puntillas en tu alma
De puntillas en tu mirar, aquí para aliviar tus penas y heridas vendar
Para limpiar tus rodillas adoloridas y aunque no sepa al valón jugar,
A tu lado gritaré gol, para que me puedas escuchar.
Aunque cuando seas grande te invite el mar a navegar, aunque vueles por el cielo y saltes en el amar, aquí firme y entera,
Para que de mi mano te pueda llevar.
Firme para elevarte de las profundas angustias del no tener para comer un pan,
Entera para amarte y entregada a tu mágico ser cuidar
Firme de la mano por el sendero que dios y los libros encierran
Entera para que nunca pierdas las ganas de ser un hombre hecho de valor y risa de flauta y paz, así llegaste a mi vida, desde una estrella a mi corazón fugaz.
Tercer cuento: te sentí grande.
Madre hoy tengo una pena que moja mi cara con gotitas de mar, que de tan chiquita se hasce grande y de tan gigante no la puedo hallar, no quiero comida y tampoco contigo jugar, apaga la luz que temprano me voy a soñar.
Hoy cansado te vi. Y quise arrullarte en cuna de mar, hoy te sentí triste, me dolió verte llorar,
Que la niña pasó por tu alma y en ella no quiso cantar,
Que se fue con sus susurros de sirena hasta las profundidades del mar,
Que no pudiste seguirla, que se escapó inocente y fugaz,
Que cantando se fue la niña y no quiso tu regalo en su alma guardar,
Hoy te sentí enamorado con la pureza del verdadero amar,
Quise acurrucarte en mis brazos al dormir
Quise abrigarte en mi manto de algodón y versos de luces fuego y sal,
Pero la niña deprisa se ha ido y tu amigo contigo no juega ya,
Te sentí grande, quise tu alma curar, lloré a tu lado la pena, de verte tan triste por este día de espinas y sal.
Que te aburre la escuela sin tu amigo y sin su cantar, que la niña se ha ido y eso te hace llorar,
Aprende de la maestra a jugar y pintar,
Que la vida no solo es pétalo de luz, que también hay espinas de oscuridad.
Que el tesoro está en los libros y en una ronda de recreo y agua de pan,
Que los sueños son para soñarlos y los números para contar.
Aprende de tus maestros como en el cielo dios pinta el día y lanza ramitos de palmera y notas de cantar,
Que la tierra no gira sino que baila cuando juegas a la luna atrapar,
Que la luna no es de roca sino un queso para poder compartir en los recreos con el perrito y el zorzal.
Aprende que los maestros saben de magia flores y estrofas de amaranto,
Aprende que los sapos son príncipes y las tortugas carruajes de reyes para que puedas pasear.
Para eso estudias para que puedas soñar, con la niña que se fue,
A las profundidades de espuma y sal.
Hoy te vi triste y quise tu pena atrapar,
Para que por mis ojos llores, para no verte llorar,
Hoy quise traerte una sirena, un amigo y una ronda de coral,
Pero la vida no solo son pétalos de luces, también hay espinas de oscuridad.
Espinas que Jesús transformó en amor incondicional, espinas que maría en su alma clavó para que podamos rosas sembrar,
No llores mi niño ya no te apenes mas, que la niña vivirá en tu alma
Que tu amigo mañana volverá a jugar
A ser príncipe y guerrero o solo niño quizás,
Que la vida no solo es rosa, que espinas también tiene el mar, no llores mi pequeño milagrito o quizás hoy tengas que derramar, esa inocente lágrima de arena
Para que mañana sonriente puedas jugar a ser un guerrero enamorado de las sirenas del mar
Pero llora por mis ojos que espinas no quiero que las rutinas en tu alma vallan a clavar
No llores hijito de mis sueños que tejeré rosas para que puedas soñar, aunque no solo pétalos suaves en tu vida te han de encantar porque también espinas tiene el mar, ahora apaguemos la luz que mañana el sol brillará y llora esa pena chiquita que rosas también podrás hallar, duerme niño de mi alma y dame tu lágrima para que por mi alma puedas llorar.