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Suiza, un país de ensueño: bienvenido a blindworlds

Suiza es un país donde la naturaleza se encuentra en estado puro, posee unos paisajes de ensueño, lagos, montañas, valles, bosques, estaciones de esquí y pueblos que parecen sacados de un cuento de hadas... https://www.youtube.com/watch?v=bWBvvA_oN6k

Suiza, oficialmente conocida como Confederación Suiza y citada en ocasiones como Confederación Helvética, es un país sin salida al mar ubicado en Europa central y que cuenta con una población de 8 014 000 habitantes.
Capital: Berna
Prefijo telefónico: 41
Moneda: Franco suizo
Himno nacional: https://www.youtube.com/watch?v=3jdHchlhL8E
Población: 7,997 millones (2012) Banco Mundial
Idiomas oficiales: Idioma alemán, Idioma francés, Romanche, Idioma italiano

Historia temprana http://es.wikipedia.org/wiki/Suiza#Historia_temprana
Los vestigios humanos más antiguos que existen en Suiza datan de hace 150.000 años aproximadamente. Asimismo, las herramientas de agricultura más antiguas fueron halladas en Gächlingen y se estima que datan del 5300 a. C.
Las tribus más antiguas conocidas en el área pertenecen a las culturas Hallstatt y La Tène, llamada así debido al sitio arqueológico de La Tène, ubicado al norte del lago de Neuchâtel. La cultura de La Tène floreció a finales de la Edad de Hierro, alrededor del 450 a. C.,15 posiblemente bajo influencia de las civilizaciones griega y etrusca. Uno de los más importantes grupos étnicos en la región de Suiza fueron los helvecios. En el 58 a. C., en la batalla de Bibracte, las fuerzas de Julio César derrotaron a los helvecios.16 En el año 15 a. C., Tiberio, quien más tarde sería emperador de Roma, y Druso el Mayor, conquistaron los Alpes, integrándolos al creciente Imperio romano. El área ocupada por los helvecios, de donde proviene el nombre Confoederatio Helvetica, pasó a formar parte de la provincia romana de Gallia Bélgica y más tarde a la provincia Germania Superior, mientras la porción este de la Suiza moderna estuvo integrada a la provincia romana de Raetia.

Fundada en el 44 a. C., Augusta Raurica fue el primer asentamiento romano en el Rin, y hoy en día es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Suiza.
En la Alta Edad Media, desde el siglo IV, la parte occidental de la actual Suiza formó parte del territorio del Reino de Borgoña. Los alamanes se establecieron en la meseta suiza en el siglo V d. C. y en los valles de los Alpes en el siglo VIII, formando Alemannia, y quedando el actual territorio de Suiza dividido entre los reinos de Borgoña y de Alemannia.18 En el siglo VI, la región entera pasó a formar parte del Imperio franco tras la victoria de Clodoveo I sobre los alamanes en Tolbiac en el año 504. Posteriormente los francos también dominarían a los burgundios.
Entre los siglos VI y VIII Suiza continuó bajo la hegemonía franca (las dinastías merovingia y carolingia). En 843, tras alcanzar su máxima extensión bajo el reinado de Carlomagno, el imperio franco fue dividido en el Tratado de Verdún. El territorio de la actual Suiza quedó dividido entre Francia Oriental y Francia Media hasta que fue unificada por el Sacro Imperio Romano Germánico en el siglo XI.
Para el año 1200, la meseta suiza pertenecía a los dominios de las casas de Saboya, Zähringer, Habsburgo y Kyburg. Algunas regiones (Uri, Schwyz y Unterwalden, después conocidos en conjunto como Waldstätten) fueron anexadas como inmediaciones imperiales para garantizar el control del imperio sobre los puertos de montaña. Cuando la dinastía Kyburg cayó en 1264, los Habsburgo bajo el mando del rey Rodolfo I, que fue emperador del Sacro Imperio en 1273, extendieron sus territorios al este de la meseta suiza.
Era napoleónica
En 1798, las fuerzas de la Revolución francesa conquistaron Suiza e impusieron una nueva constitución. Esta constitución centralizaba el gobierno y abolía los cantones, y tanto el territorio de Mulhouse como el valle de Valtellina fueron separados de Suiza. El nuevo régimen, conocido como la República Helvética, fue muy impopular. Había sido impuesto por un ejército invasor, destruyendo siglos de costumbres y tradiciones y convirtiendo a Suiza en un estado satélite de Francia. La fuerte represión efectuada por Francia durante la rebelión de Nidwalden (septiembre de 1798) fue un ejemplo de la presencia opresiva del ejército francés y de la resistencia local a la ocupación.
Suiza tuvo que entrar en el bloqueo continental, lo que dañó y estimuló a su industria al mismo tiempo, y tuvo que suministrar tropas. Al principio 16.000 hombres, que se redujeron a 12.000 en 1811, pero a pesar de los incentivos ofrecidos y de las amenazas de reclutamiento forzoso, los efectivos nunca llegaron a las cifras exigidas.
Cuando estalló la guerra entre Francia y sus rivales, las fuerzas de Rusia y Austria invadieron Suiza. El pueblo suizo se negó a combatir al lado de los franceses en nombre de la República Helvética. En 1803, Napoleón organizó una reunión con líderes políticos suizos en París; el resultado de esta reunión fue el documento llamado "Acta de Mediación", el cual restablecía en gran parte la autonomía de Suiza y la Confederación de 19 cantones. Desde entonces, gran parte de la política suiza se encaminaría a equilibrar la tradición de los cantones autónomos con la necesidad de un gobierno central.
En 1815, el Congreso de Viena restableció por completo la independencia de Suiza y las potencias europeas accedieron a reconocer permanentemente la neutralidad del país.21 Las fuerzas armadas suizas sirvieron a varios gobiernos hasta 1860, cuando pelearon en el sitio de Gaeta. El tratado también aumentó la extensión territorial de Suiza, con la anexión de los cantones de Valais, Neuchâtel y Ginebra. Los límites de Suiza no han cambiado desde aquel entonces.

Historia de Suiza
Fragmentos tomados de http://www.swissworld.org/es/

Suiza se desarrolló a lo largo de los siglos de un entramado de alianzas de ciudades y comunidades rurales —como las tres comarcas forestales Uri, Schwyz y Unterwald en 1291— con sus respectivos dominios y zonas de influencia hasta convertirse en el actual Estado federal constituido de 26 cantones.

La Antigua Confederación vivió épocas de unidad, pero también períodos en los que dicha unidad peligraba con quebrarse a causa de conflictos políticos, sociales o confesiones. Cayó finalmente con la invasión de las tropas francesas en 1798. En el período de transición hasta 1848 se sucedieron distintos sistemas de gobierno.

Con la fundación del Estado federal en 1848 se establecieron estructuras constitucionales que sentaron una base duradera para la cohesión nacional y el desarrollo del bienestar a la vez que se conservó la diversidad cultural y lingüística.

El espacio vital

Gran parte de Suiza es terreno montañoso y abultado, siendo más un país de tránsito que un sitio codiciado para el asentamiento humano. Los puertos alpinos y del Jurá fueron transitados en épocas muy tempranas por personas y mercancías. El principal espacio de asentamiento era y sigue siendo la Planicie central, que está limitada por los Alpes, el Jurá, el Rin, así como los lagos de Constanza y de Ginebra.
Los puertos eran objetos codiciados por los poderosos, tanto dentro como fuera de la Suiza actual. Buscaban el control de los pasos más importantes, y desde épocas plenomedievales también lo hacían concediendo libertades a las comunidades de los valles interalpinos. De esta manera se establecieron en estos valles formas y tradiciones de autogobierno.

Los pobladores de este país pobre en recursos naturales, que dispone de una escasa superficie cultivable, dependían desde tiempos inmemorables del tráfico de productos agrícolas y comerciales, más tarde también de servicios y bienes industriales. Hasta el siglo XIX, en tiempos de necesidad las personas emigraban para evitar el hambre y la muerte.

Ciudad y campo

Gracias al comercio y a la industria prosperaron las ciudades en la Edad Media, que enseguida empezarían a dominar a sus respectivos entornos rurales. La mayoría de la población vivía en el campo, en aldeas o alquerías, dedicándose a la labranza.

Cada uno de los cantones confederados perseguía en primer lugar sus propios intereses. En función de la situación buscaban o evitaban la colaboración con otros cantones. En ocasiones las relaciones se tensaban entre cantones urbanos y rurales, pero también entre cantones católicos y reformados, sobre todo después de la Reforma. A pesar de algunos conflictos incluso bélicos se afianzó la Antigua Confederación a lo largo del bajo Medioevo y la temprana Edad Moderna.

Igualdad y desigualdad

Asimismo, las relaciones dentro de los cantones confederados y entre éstos y las regiones colindantes podían revestir distintas formas. Algunas ciudades y comunidades fronterizas conservaban su independencia pactando con los confederados. Entre estas comunidades asociadas a la Confederación se encontraban los Grisones, el Valais, la Ciudad y el Convento Abacial de San Gall, así como Ginebra y partes del Obispado de Basilea.

Otros territorios fueron conquistados o comprados. Algunos de esos países sujetos estaban dominados por un solo cantón, como fue en el caso del País de Vaud que estaba subordinado al Estado de Berna. Otros territorios, como por ejemplo Turgovia o Argovia, fueron gobernados por varios cantones rectores como provincias semidependientes o bailíos comunes.

Hoy día la mayoría de esos territorios pertenecen a Suiza, otros se integraron en los países vecinos (Mulhouse, por ejemplo, pertenece a Francia, Rottweil a Alemania y la Valtelina a Italia).

Suiza en Europa

La influencia de esos países vecinos siempre tuvo un papel determinante sobre el desarrollo de Suiza. Las regiones germano-parlante, francófona e italiana de Suiza forman parte de tres grandes espacios culturales europeos. Ello era y sigue constituyendo una gran oportunidad para este país plurilingüe, que desde siempre y en múltiples aspectos mantiene un intenso intercambio con los países vecinos.
La geografía suiza
Suiza es un país de asombrosos contrastes topográficos y climáticos. La cordillera del Jurá, la Planicie central y los Alpes forman las tres principales regiones geográficas del país.
El clima y el tiempo son muy variados en Suiza. Según región y temporada, el tiempo puede variar entre dos extremos: frío siberiano y calor mediterráneo.
Las ciudades principales tienen su propio carácter distintivo. Terrenos edificables son escasos, pero el objetivo de la planificación territorial consiste en conservar el aspecto de ciudades y pueblos
Con una superficie de 41.285 kilómetros cuadrados, Suiza abarca tan sólo el 1,5 por mil de la superficie terrestre habitada.

El Jurá, la Planicie y los Alpes constituyen las tres principales zonas geográficas del país.

Un total de 7,7 millones de habitantes o el 0,1 por ciento de la población mundial vive en Suiza.

Suiza es un país densamente poblado. En el 2008 vivían 193 personas por kilómetro cuadrado en el área productiva. Sin embargo, la distribución de los habitantes en del país es muy desigual; en la zona alpina sólo vive el diez por ciento de la población.
La Planicie se extiende entre el Lago Lemán en el suroeste y el Lago de Constanza en el noreste. La altitud promedia de esa región céntrica es de 580 metros. Gran parte de la industria y de la agricultura se concentra en la Planicie.
Ocupa alrededor del 30 por ciento de la superficie del país; en ella viven dos tercios de la población nacional. Es una región densamente poblada: en 1 km2 viven 450 personas. Hay pocas regiones en Europa con mayor densidad poblacional.

Paisaje urbanizado

Si uno atraviesa la Planicie desde el Lago de Ginebra hasta el Lago de Constanza es casi imposible encontrarse con zonas deshabitadas. El paisaje revela en cualquier rincón la presencia del hombre. Al viajar de una ciudad a otra se pasa por un gran número de lugares y villas que se suceden a corta distancia, a veces sin que se puedan divisar bien las localidades entre sí. La Planicie es la zona más poblada y, por tanto, el cinturón urbano del país.

El terreno agrícola: verde e intensamente cultivado

El verde intenso del paisaje es lo que salta a la vista cuando se viaja por la Planicie. Quizás la segunda impresión que se tiene es que todo está muy bien colocado y alineado, casi como si hubiese sido diseñado con la regla. Los campos dominan el paisaje, y éste está dividido por una densa red de carreteras.
Todo está bien organizado y ordenado. El viajero jamás se encontrará con campos extensos sin fin. Al contrario: los campos cultivados se alternan con prados, de vez en cuando separados por pequeñas parcelas de bosque. La poca tierra de la que se puede sacar provecho, se cultiva de forma intensiva.

La explotación de la tierra

En la Planicie, los centros urbanos y las áreas industriales están en continua expansión. Debido a este crecimiento urbano, el espacio de las tierras de cultivo disminuye sin cesar.
Desde de los años ochenta, los terrenos en Suiza fueron devorados por el cemento a un ritmo de un metro cuadrado por segundo. Esta expansión ha afectado sobre todo a las aglomeraciones. Tres cuartos de los arroyos han sido canalizados y el 90 por ciento de los pantanos drenados.
Incluso fuera de las áreas urbanizadas hubo cambios drásticos. Las huertas desaparecieron y fueron sustituidas por cultivos que pueden ser cosechados mecánicamente. En el período de 1984 a 1995, por cada cuatro árboles tallados se plantó sólo uno nuevo. No obstante, la longitud total de los setos vivos ha aumentado y se hicieron esfuerzos para renaturar los cauces naturales de las aguas corrientes que en las décadas previas habían sido cubiertos y encauzados.
No se desperdicia ningún esfuerzo para satisfacer los intereses de distintos grupos para garantizar que el campo mantenga su diversidad y para evitar daños irreparables en los hábitats de la flora y la fauna.

Recursos hídricos

El Rhin poco después de su efusión del Lago de Constanza.© swissworld.org
A Suiza se le considera el depósito acuífero más grande en Europa. Su territorio conserva un 6 por ciento del total de los recursos de agua dulce de toda Europa. Tres de los ríos europeos más importantes nacen aquí: el Rhin, el Inn y el Ródano. Desembocan en tres mares distintos: en el Mar del Norte, el Mar Negro y el Mediterráneo.
Las Cataratas del Rhin, algunos kilómetros río abajo de Escafusa, son las más grandes de Europa; poseen una anchura de 150 metros y una altura de 23 metros.
Además, Suiza posee más de 1.500 lagos. Los dos más grandes, el de Constanza y el de Ginebra, hacen frontera con los países colindantes. El Lago de Ginebra o Lago Lemán hace frontera con Francia, y el Lago de Constanza con Austria y Alemania. El Lago Lemán, que se encuentra en la cuenca del Ródano, es el depósito de agua potable más grande de Europa Central.
Con una superficie de 218,4 km2 el lago más grande enteramente situado en territorio helvético es el de Neucastel. Pero el lago más famoso es el Lago de los Cuatro Cantones en la Suiza central; su superficie abarca 113,7 km2.

Berna

La célebre Torre del Reloj o "Zytglogge" (imagen)

Berna es la capital de Suiza y del cantón del mismo nombre.
Berna es la sede del Gobierno, de los ministerios (departamentos) federales y de otras instituciones federales como el Banco Nacional. También es la sede internacional de la Unión Postal Universal (UPU) que es una de las agencias especializadas de las Naciones Unidas.
Además es sede de servicios públicos como los Correos Suizos (la oficina postal estatal) y de los Ferrocarriles Federales Suizos.
La ciudad también dispone de un pequeño aeropuerto internacional en la localidad de Belp en el sur de la capital. A pesar de que Zúrich es el centro ferroviario más grande del país, Berna posee enlaces directos a las ciudades principales de Suiza y a ciudades europeas como París, Berlín, Barcelona y Milán.
Historia
La ciudad es una fundación de los duques de Zaringia del siglo XII. Sus cimientos fueron asentados en una lengua de tierra rodeada en tres de sus lados por el río Aar. Sin embargo, la primera colonización del terruño se remonta a la época prerromana.
La ciudad se convirtió en un centro del comercio en la Planicie central y, por subsiguiente, fue adquiriendo cada vez más poder político y militar que utilizó para poner bajo su control varios territorios sometidos. Fue uno de los miembros más poderosos de la Antigua Confederación Helvética.
En 1798 la invasión francesa puso fin a la hegemonía bernesa, pero Berna consiguió mantener una posición privilegiada dentro de la Confederación. En 1848 fue designada capital permanente del nuevo Estado federal suizo.
En torno al nombre de la ciudad surgieron toda una serie de leyendas fundadoras. Puede ser que derive de Brenodor, el nombre de un antiguo asentamiento celta que se encontraba en el sito. Sin embargo, la leyenda más popular sostiene que el topónimo «Berna» tenga que ver con el nombre alemán para oso (Bär), supuestamente el primer animal cazado por los fundadores de la ciudad, el duque Bertoldo V de Zaringia, cuando fueron a cazar en los entornos de la ciudad. El oso se asociaba desde hace mucho tiempo con la ciudad que desde el siglo XV posee una fosa de los osos.

Las urbes y el espacio rural

Rascacielos en la aglomeración de Berna.
Dos tercios de la población suiza viven en zonas urbanas y cerca de un tercio en las conurbaciones de las cinco ciudades más grandes: Zúrich, Ginebra, Basilea, Berna y Lausana.
Las ciudades suizas mantienen —a pesar de ser zonas urbanas— un aire provincial. No poseen un horizonte impresionante. Sus dimensiones permanecen controlables y abarcables. Las ciudades suizas son fiables y seguras, están bien organizadas y administradas.
Los centros de las villas y ciudades han crecido a lo largo de los siglos. Zúrich, por ejemplo, pasa revista a una historia de dos mil años y el casco antiguo de Berna está registrado en el índice de Naciones Unidas para el patrimonio cultural de la humanidad.

Tendencias recientes

En las cinco ciudades más grandes del país vive un tercio de la población suiza. Pero últimamente se han registrado importantes cambios migratorios: cada vez más gente deja la ciudad para irse a vivir en los suburbios que, generalmente, están mejor diseñados para la familia.
Antes la gente de las regiones alpinas solía emigrar a las ciudades en busca de trabajo. Hoy, sin embargo, las zonas montañosas están de nuevo muy pobladas. La gente de ciudad se pasa un fin de semana, a veces incluso las vacaciones, en los Alpes para descansar. Con el crecimiento turístico llegó el progreso, y con el progreso se empezaron a renovar edificios antiguos y a construir nuevas viviendas de alquiler u otras edificaciones infraestructurales.

Suiza
Democracia (Wikipedia)

Los ciudadanos suizos son materia de tres jurisdicciones legales: la comuna, el cantón y la confederación. La constitución federal de 1848 define un sistema de democracia directa (a veces llamada semidirecta o democracia representativa directa debido a que tiene una mayor similitud con instituciones de una democracia parlamentaria). Los instrumentos de la democracia directa suiza a nivel federal, conocidos como derechos civiles (Volksrechte o droits civiques), incluyen el derecho a elaborar una "iniciativa constitucional" y a un "referéndum", los cuales pueden influir en las decisiones del parlamento.
Por medio de un referéndum, un grupo de ciudadanos puede poner en disputa alguna ley que haya sido aprobada por el parlamento si puede conseguir más de 50.000 firmas que estén en contra de la ley en un plazo de cien días. Si lo logra, se lleva a cabo una votación nacional donde se decide por mayoría simple si la ley es rechazada o no. Ocho cantones unidos también pueden realizar un referéndum para la aprobación de alguna ley federal.
De manera similar, la iniciativa constitucional permite a los ciudadanos solicitar que una enmienda constitucional sea puesta en votación si logran 100.000 firmas que apoyen la enmienda en un plazo de 18 meses. El parlamento puede complementar la enmienda propuesta con una contrapropuesta, donde los votantes tendrán que indicar su preferencia en las papeletas, en caso de que ambas propuestas sean aceptadas. Las enmiendas constitucionales, ya sean de iniciativa popular o parlamentaria, deben ser aceptadas por una mayoría doble del voto nacional y del voto cantonal

Religión

El país ha estado históricamente dividido entre los católicos y los protestantes, con una compleja mezcla de territorios con mayorías católicas y protestantes por todo el país. En 1597, el cantón de Appenzell fue oficialmente dividido en dos para los católicos y protestantes.95 Las ciudades más grandes (Berna, Zúrich y Basilea) son predominantemente protestantes.

Literatura

Jean-Jacques Rousseau (nacido en Ginebra) no sólo fue un escritor, sino también uno de los filósofos más importantes del siglo XVIII.
Como la confederación, desde su fundación en 1291, estuvo compuesta casi exclusivamente por regiones de habla alemana, las primeras obras literarias están en alemán. En el siglo XVIII, el francés se convirtió en el idioma de moda en Berna y otras regiones, mientras la influencia de los aliados francófonos y otros territorios se iba marcando más que antes.
Entre los autores clásicos de la literatura suiza en alemán se encuentran Jeremias Gotthelf (1797-1854), Gottfried Keller (1819-1890) y Conrad Ferdinand Meyer (1825-1989). Los cuatro máximos representantes de la literatura suiza del siglo XX son Carl Spitteler (1845–1924) (Premio Nobel de Literatura, 1919), Robert Walser (1878-1956), Max Frisch (1911-1991) y Friedrich Dürrenmatt (1921-1990), autor de Die Physiker (Los físicos) y Das Versprechen (La promesa).
Los escritores suizos francófonos más prominentes son Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), Germaine de Stael (1766-1817) y Benjamin Constant (1767-1830). Autores más recientes incluyen a Blaise Cendrars (nacido Frédéric Sauser, 1887-1961), a Charles Ferdinand Ramuz (1878-1947), cuyas novelas describen la vida de los campesinos que habitaban las zonas montañosas, en una época decadente, a Gustave Roud (1897-1976) y a Philippe Jaccottet (n. 1925). Autores de habla italiana y romanche también han contribuido a la literatura suiza, pero de una forma más modesta.
Probablemente, la creación más famosa de la literatura suiza sea Heidi, la historia de una niña huérfana que vive con su abuelo en los Alpes, uno de los libros para niños más populares en el mundo que se ha convertido en un símbolo de Suiza. Su creadora, Johanna Spyri (1827-1901), escribió otras obras con temas similares.

Principales ciudades de Suiza (2012)

1 Zúrich http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/zurich/

2 Ginebra http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/ginebra/

3 Basilea http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/basilea/

4 Lausana http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/lausana/

5 Berna http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/

6 Winterthur http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/winterthur/

7 Lucerna http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/lucerna/

8 San Gall http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/san_gall/

9 Lugano http://www.swissworld.org/es/geografia/ciudades/lugano/

10 Biel http://www.myswitzerland.com/es/ciudades/ciudades-1/biel.html?gclid=CN2O...

Suiza es uno de los países que se encuentran en los Alpes (junto a Alemania, norte de Italia, Austria, Liechtenstein y Francia). Es un país realmente bello, sus calles, arquitectura, sus paisajes.

Debido a que forma gran parte de los Alpes, su música tradicional esta vinculada a los ritmos de dichas regiones. El "alphorn" (un cuerno muy largo de madera) vendría siendo el instrumento nacional de Suiza. Su folklór esta influenciado por los ritmos franceses, por ejemplo en Suiza hay "schottisches" (o chotíses como mejor los conocemos) que se interpretan con el "acordeón" y su ritmo es muy alegre. Entre la música alpina suiza hay cantos "yodel" o "yodelling" (como ocurre también en Alemania y Austria), la diferencia del "yodel suizo" en relación al de sus vecinos es el ritmo suave, lento y semi-lento.

Más información http://www.swissworld.org/es/

Suiza tiene una música folklórica muy bonita que se ha visto afectada por los avances musicales de la modernidad; pero hoy en día han ido surgiendo nuevas bandas que tratarán de preservar el folklór nacional brindandole cierto toque moderno para las nuevas generaciones.
Subido por rauloleono en Youtube. Suiza y su música…