Texto publicado por Belié Beltrán
Para La Diosa de La Noche Pizarnic
Esta mañana descubrió lanoche que Alejandra ha muerto,
Se paseaba desnuda en las aceras buscándose un respiro.
Alejandra le escribía esquelas hablándole de niñas ancianas con raíces cortadas
Y se callaba toda soledad que no anduviese en la sangre o las vísceras.
Pero esta mañana el silencio le tomó de sorpresa la oscuridad
de viuda emputecida y vibrante.
Alejandra escapó con las pesadillas de sus niñas envejecientes,
Las raíces sin tierra, los amores estirpados a lápiz.
La noche le veía combatir sobre el cuaderno con las letras,
Arrastrarse entre desgarros de Joplin hacia jardines de palabras infinitas,
Luego el papel era poco, un retazo de brizna que no cubría realidad.
Ella se asomaba a ver por encima del hombro,
Nunca vio nada, Alejandra andaba en nieblas a las que ella no llegó.
Por eso supo sólo esta mañana que se desnudó de la lengua hasta entregarse,
Hasta dejarse la voz en la médula de las paredes y el acento colgando al silencio…
Su caminata hoy no le hizo sentir la brisa en la oscuridad desnuda,
Alejandra se le adelantó,
tomó el tiempo en las manos y lo bebió de golpe.