Texto publicado por Belié Beltrán

Un textito para toda esa gente que se deja engañar por apariencias.

Sé que Emely es la muchacha más buena del mundo, por eso no le he pedido hacer el amor. No sé, me da cosa ofenderla, prefiero subir a Los Cerros y tirarme a alguna de las loquitas del barrio.
La quiero como no quiero a nadie. A veces se lo digo a uno de sus hermanos, pero él es muy celoso, creo. Siempre me dice que lo mejor que se me puede ocurrir es no tratar de tener nada con ella. Después cambia de tema haciendo un movimiento con la cara; se le arrugan las cicatrices de la mejilla.
Hace unos días la encontré comprando las cosas de la comida. Me pidió que le ayude a llevar las fundas. En el camino encontramos un gato sangrando; ella lo cargó y le arrulló hasta que llegamos a su casa.
Pon las fundas en la cocina porfis. Me dijo. Voy a ver cómo curo a este chiquitín.
Me le quedé viendo las nalgas un rato. Luego me dio vergüenza. Me despedí de ella sintiéndome muy mal conmigo mismo.
Después, por buscar conversación, le pregunté por el gato. Me pareció que no recordaba nada; pero luego dijo que se murió. Su carita de princesa de tierra sonrió mientras se encogía de hombros.
Emely es la muchacha más buena, aunque ahora no creo que sea del mundo, quizá sólo del barrio. La he visto atrapar ratones e intentar quitarles la piel mientras tararea una canción romántica. Sé que son sólo ratones y que de todos modos se van a morir, pero no me gusta verla reír con un animal que chilla y sangra en sus manos; por más que ella diga que será bióloga.
Su cumpleaños es de hoy en ocho, el tres de septiembre. En su cuaderno tiene montones de fotos de perros, así que quiero regalarle uno. También quisiera darle un perfume, me ha dicho que le gustan mucho.
Siempre ha buscado acariciar los perros. A pesar de que todos los que ha habido en su casa, lamentablemente, tuvieron muertes muy feas.
Emely es la más buena; tal vez sólo buena. Le pedí que fuera mi novia; contestó que casi lo éramos. Me celas de todos modos, me haces los mandados y me das muchos regalos ¿quieres más de ahí? Lo único que no hago y no voy a hacer, es darte besitos o dejar que me pongas las manos en las tetas.
Su hermano dice que ella me hizo un favor rechazándome. Me dijo que deje eso así y no me dio más explicaciones.
Creí que Emely era la más buena, o por lo menos buena. Vino a mi casa cuando papi y mami estaban fuera. Entró en mi habitación tan linda como siempre. Sonreía como cuando le cantaba al ratón. Me pidió que la besara. Vi el cielo cuando me habló así y el infierno cuando llevó mi mano a su seno.
Qué triste que seas tan lindo, dijo, Habría sido bonito que pudieras decir lo que te haré.