Texto publicado por Rody Armando Mora
La terminación del dolor.
Si usted desciende por el camino, verá el esplendor de la naturaleza, la belleza extraordinaria de los campos verdes y los cielos abiertos; y escuchará
las risas de los niños. Pero, a pesar de todo eso, hay una sensación de dolor. Está la angustia de una mujer que lleva a su criatura; está el dolor de
la muerte; está el dolor cuando uno espera con ansia algo y ello no ocurre; hay dolor cuando una nación se debilita, se deteriora; y está el dolor de la
corrupción, no sólo en lo colectivo, sino también en lo individual. Hay dolor en su propia casa, si usted mira profundamente: el dolor de no poder realizarse,
el dolor de su propia pequeñez o incapacidad, y diversos dolores inconscientes.
Hay también risas en la vida. La risa es algo hermoso, reír sin un motivo, tener en el corazón una alegría sin causa, amar sin buscar nada a cambio. Pero
es muy raro que en nosotros tenga lugar una risa semejante. Estamos agobiados de dolor; nuestra vida es un proceso de desdicha y lucha, una continua desintegración,
y casi nunca sabemos qué es amar con la totalidad de nuestro ser [...].
Queremos encontrar una solución, un medio, un método por el cual resolver esta carga de la vida, y así jamás miramos realmente el dolor. Tratamos de escapar
mediante mitos, imágenes, especulaciones; esperamos encontrar alguna manera de evitar este peso, de anticiparnos a la ola del dolor.
... El dolor tiene una terminación, pero ésta no acaece por medio de método o sistema alguno. No hay dolor cuando ha, percepción de lo que es.
KRISHNAMURTI.