Texto publicado por Rody Armando Mora

Seguir el curso del sufrimiento.

 
¿Qué es el sufrimiento?... ¿Qué significa? ¿Qué es lo que está sufriendo? No por qué hay sufrimiento, no cuál es la causa del sufrimiento, sino qué es
lo que de hecho ocurre. No sé si ve la diferencia. Entonces, estoy simplemente alerta al sufrimiento, no como algo separado de mí, no como un observador
que observa el sufrimiento; éste forma parte de mí, esto es, la totalidad de mí está sufriendo. Entonces soy capaz de seguir el curso del sufrimiento,
ver hacia dónde conduce. Ciertamente, si hago eso, el sufrimiento se abre y se da a conocer, ¿no es así? Entonces veo que he puesto énfasis en el «yo»,
no en la persona que amo y que se ha ido. Ella sólo actuaba como una manera de ocultar mi propia miseria, mi soledad, mi infortunio. Como no soy esto o
aquello, esperaba que ella lo fuese. Eso se acabó; me siento abandonado, perdido, solo. Sin ella, nada soy. Por eso lloro. No porque ella se haya ido,
sino porque yo he sido abandonado. Yo estoy solo.
... Hay innumerables personas para ayudarme a escapar: miles de las así llamadas personas religiosas, con sus creencias y dogmas, esperanzas y fantasías 
«es el karma, es la voluntad de Dios»-, usted sabe, todas ofreciéndome una salida. Pero si puedo permanecer con el sufrimiento, sin apartarlo de mí, sin
tratar de circunscribirlo o negarlo, ¿qué ocurre entonces? ¿Cuál es el estado de mi mente cuando sigue de ese modo el movimiento del sufrir?
 
KRIKSHNAMURTI.