Texto publicado por Belié Beltrán
Mariposa Al sol; para despertar sensibilidades
MARIPOSA AL SOL.
Para Camila, una mariposa que sabe cuanto duele un rayo de sol en la piel.
“El aire no era aire, sino una mariposa
Solo una mariposa con las alas tendidas” (Franclin Mieses Burgos).
-sí, yo sé que ella es medio floja y que saca a todo el mundo de quicio; pero, ¿tu no crees que con la de esta mañana te pasaste?. Creí que la ibas a matar.
-¿te vas a poner de apoyadora?. Por tu culpa es que está así de bruta. ¿ No viste lo que me dijo cuando la mandé a colar el café?. Que me esperara un momento, Que tenía que terminar la página. ¡como si el maldito libro se le fuera a ir de ahí!.
-Eso te digo, que hay que darle pa’que aprenda; pero que hoy como que te pasaste.
Un día de estos lo conseguiré. Podré salir volando y podré comerme muchos pedacitos de nube, aunque su sabor al principio sea como el del agua cuando se evapora.
Quiero ser un rayito de sol, para pinchar un arroyo muy blanco, muy frío; Para explotar en mil colores de arcoíris cuando atraviese el agua.
-…juro que no sabía nada. Reconozco que él le daba, que muchas veces le dije que se había pasado con la niña. Pero tampoco eran golpes tan graves como para que hubiera que llevarla a un doctor. ¿Usted… usted entiende?. A mi cuando muchachita me daban mis chuchazos también y míreme aquí enterita.
-Es verdad lo que le digo, ella siempre estaba con sus libros y toda esa pendejá. Un día hasta tuve que rompérselo y darle una agolpiá para que se pusiera a hacer los oficios y dejara los malditos poemas un rato. Pero de ahí a que yo me la estuviera… pues eso… ¿Cómo se les ocurre…?. ¡Es la hija de mi mujer!. Ta bien que uno es hombre; pero caramba.
También quiero ser una mariposa blanca con puntos, muchos puntos azules, amarillos y rojos; para subir volando alto, muy alto. Entonces morder el sol, o por lo menos dormirme un rato en una nube esponjocita.
-Mamá, pero es que me duele mucho la barriga. Es como si me estuvieran clavando muchos clavos en la tripa.
-Pues caga y ponte a hacer lo que tienes que hacer. Por eso es que tu papá te da las palizas.
-No es un dolor de ir al baño. Te digo que es muy fuerte, como si me estuvieran rompiendo por dentro.
-mira, cállate, bébete una aspirina y ponte a limpiar el piso, que ya es casi hora de comer, y tu sabes como se pone ese hombre cuando no haya la comida a tiempo.
Entonces, después de dormir o de darle algunas mordidas al sol, quiero hacerme un cintillo con brisa, o una sombrilla con la que pueda mojarme bien en el aguacero.
-Negrita, en serio, yo no le he hecho nada a la niña. Tu sabes que aunque no nos llevamos bien, la quiero como a mi hija. ¿Tu crees que yo tengo ojos para otra mujer? ¿que voy a obligar a una muchachita de 13 años, a que me dé lo que tu me das como nadie?.
-… lo sé, lo sé negro, pero es que mira lo que están diciendo de ti.
-… hhh
-manita ¿Qué te pasa? ¿te duele algo?.
-…hh, nada manito, nada.
-¿quieres que te traiga un vaso con agua, o un calmante?.
-Sí, ve tráeme un vaso con agua; eso es lo que quiero, un vasito con agua.
Quiero ser como una hoja en el aire; pero no como una seca. Porque esas crujen y se parecen al dolor que tengo dentro. No al dolor de mi vientre; al dolor que siento cuando él dice que es mi papá, o cuando él le dice a papá profesorcito o colgado. Esos días siento algo muy rasposo dentro, algo que araña y corta, algo que me muerde el pecho.
Pero ahora también tengo el otro dolor.
-Bebé ¿qué pasa? ¿quieres algo? ¿estás bien?.
-No mamá, es manita.
-¿Y ahora que le pasa a esa?.
-Es que está llorando con una almohada metida en la boca. Está haciendo unos sonidos como hmmm y tiene la mano metida por debajo de la ropa. Y me dijo que le llevara un baso de agua, que eso era lo que quería, nomás que le llevara un vasito con agua.
-¿ves lo que te digo siempre?. Ahí lo tienes. La sucia mira lo que hace con el niño en frente. Por lo menos lo mandó a fuera.
-Yo voy a hablar con ella.
-¡Nada de eso!. A esa chamaca la arreglo yo. ¿No soy yo el hombre de la casa?. Ya va a ver.
Me quema, arde bastante. Si solo pudiera convertirme en un bloque de hielo; calmaría el ardor y me pondría al sol hasta ser agua escurriéndose por todos los hoyitos de la tierra.
-primero le pregunté que qué tenía y que si quería un baso de agua,. Entonces ella me dijo que si, que le buscara el vasito de agua. Después se lo dije a mamá y papá se quilló muchísimo, porque lo que ella estaba haciendo era malo, muy malo. Y le dijo sin vergüenza. Entonces se trancó con ella, duró muchísimo tiempo ahí trancao.
Ella gritaba fuerte, que la dejara tranquila, que le dolía mucho, que hoy no, que por favor que hoy no. Llamaba a su papá, al profesorcito, al guindao. Al rato se cayó y solo lloraba bajito. YO la oía porque me le safé a mamá que me tenía agarrao en la cocina para que no oyera. Pero en la cocina se oía todo como quiera.
Cuando él salió estaba sudao y me miró como cuando le está dando una pela a mi manita. Yo creí que me iba a dar a mi igual que a ella y me puse a llorar; pero el me agarró y me dijo:
Venga pa’cá, pa’nde su pai y déjese de lloriqueo.
Fui y él me abrazó por la cabeza,. Pero después me dejó y yo me fui a ver a mi manita. Ella estaba tirada en la cama, lloraba, estrujaba la sábana, mordía la almohada con más fuerza que la otra vez. Estaba todo regao en el cuarto, había un fo como a caca o no sé y una cosa pegajosa en la sábana.
¿por qué las lágrimas son tan lindas?. Me gusta mirar el espejo cuando estoy llorando. Mis ojos parecen dos charquitos brillantes. Entonces quiero ser un pez color plata, para nadar lejos, muy lejos, por un charquito parecido al de mis ojos. Solo que sería un charco de agua limpia, de mucha, mucha agua; y lejos, sobre todo muy lejos.
-después de eso no me contó más historias de marinos perdidos en el mar, ni de venganzas de condes. No volvió a decirme lo que había en esos libros que siempre tenía. ¿sabe? Ella era bruja, una bruja buena. Solo ella sabía encontrar secretos en los papeles. Prometió que me iba a enseñar también a encontrar cuentos de piratas en las hojas; Pero después de que la vi tirá en la cama no volvió a hablar con nadie. Entonces se fue.
SÓRCURA
Santo Domingo. 2011.