Texto publicado por Rafael Cortabarria Chinchurreta

Si tienes menos de 50 años no leas esto

LA VEJEZ... ESA DURA DICTADURA

Aunque la edad nos quiera pasar implacable su factura, podemos usar estrategias que nos proporcionen dignidad hasta el momento de la
despedida.

1. Ahorre un poco para ser siempre financieramente independiente.
No necesita mucho, no comprometa el placer que el dinero pueda
darle en razón de un tiempo mayor de envejecimiento, que puede o no
acontecer, si usted se muere antes. Por otro lado una persona mayor
no consume mucho, aparte de los medicamentos y el plan de salud,
probablemente usted ya tiene todo, y más cosas sólo le darán
trabajo.

2. Deje de preocuparse con la situación financiera de hijos y
nietos; no se sienta culpable de gastar su dinero en usted mismo.
Probablemente, usted ya les ofreció lo que fue posible en la
infancia y juventud como una buena educación. Ahora por tanto, la
responsabilidad es de ellos.

3. Ya no es época de sostener a nadie de su familia; sea un poco
egoísta, mas no usurero. Tenga una vida saludable, sin grandes
esfuerzos físicos. Haga gimnasia moderada y aliméntese bien.

4. Tenga su propia independencia, hasta cuando haya peligro.

5. Nada de angustiarse por poca cosa. En la vida todo pasa, sean
los buenos momentos que deben ser recordados, sean los malos que
deben ser rápidamente olvidados.

7. Esté en todo momento limpio, tome un baño diario; sea vanidoso,
frecuente al peluquero, arréglese las uñas, vaya al dermatólogo, al
dentista, y use perfumes y cremas con moderación. Ya que ahora
usted no es guapísimo, esté por lo menos bien cuidado.

8. Nada de ser muy moderno, intente ser clásico. Es triste ver
gente mayor con peinados y atuendos hechos para jovencitos.

9. Lea libros y periódicos, oiga radio, vea buenos programas en la
TV, ingrese a internet, envíe y responda e-mails, llame a los
amigos. Manténgase siempre actualizado.

10. Respete la opinión de los jóvenes a pesar que a veces pueden
estar equivocados.

11. Jamás use la expresión “en mis tiempos”, pues su tiempo es hoy.

12. Sea dueño de su casa por más simple que pueda ser, pues allí es
usted quien manda. No caiga en la tentación de vivir con los hijos
o nietos aunque de vez en cuando vaya unos días como invitado.
Consiga más bien un ama de llaves que le acompañe y colabore con
las tareas del hogar y sólo tome esta decisión cuando no de más o
el fin esté bien próximo.

13. Si ha quedado solo, no descarte un buen hogar geriátrico.
Puede ser muy divertido convivir con gente de su generación y lo
más importante, no dará trabajo a nadie.

14. Cultive un “hobby” como caminar, cocinar, leer, danzar, criar
un gato, un cachorro, cuidar de plantas, jugar cartas, golf,
ingresar a Internet, pintar, ser voluntario o coleccionar algo.
Haga lo que le gusta y lo que sus recursos le permitan.

15. Acepte todas las invitaciones de bautizo, grado, cumpleaños,
casamiento, conferencias. Visite museos, vaya al campo.... lo
importante es salir de casa por un rato. Pero no se disguste si no
lo invitan porque a veces no se puede.
Seguramente cuando usted era joven tampoco invitaba a sus padres a
TODO.

16. Hable poco y oiga más pues su vida y su pasado sólo le
interesan a usted mismo. Si alguien le pregunta sobre esos asuntos,
sea breve y procure hablar de cosas buenas y agradables. Jamás se
lamente de algo. Hable en tono bajo y con cortesía. No critique
nada, acepte las situaciones tal como son. Todo es pasajero.
Recuerde que pronto volverá a su casa y a su rutina.

17. Los dolores y las molestias estarán siempre presentes, no las
vuelva más problemáticas de lo que son hablando sobre ellas. Trate
de minimizarlas. Al final, ellas lo afectan solamente a usted y son
problemas suyos y de sus médicos.

18. No permanezca tan apegado a la religión ahora de viejo, rezando
e implorando todo el tiempo como un fanático. Lo bueno es que en
breve, podrá hacer sus pedidos personalmente.

19. Ría, ría mucho, ría de todo, usted es un suertudo, usted ha
tenido una vida, una larga vida , y la muerte será solamente una
nueva etapa incierta, así como fue incierta toda su vida.

20. Si alguien le dice que ahora usted no hace nada de importancia,
no se preocupe. Lo más importante ya fue hecho:
usted y su historia, buena o mala, ya sucedió!

Recuerde lo que dice Mario Benedetti:

“No te rindas, por favor no cedas aunque el frío queme, aunque el
miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento. Aún hay
fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un
comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento”.