Texto publicado por Fátima Osores

NOTICIAS DE PROSERPINA

Tú me buscas en el cielo y en la tierra
y te olvidas de buscarme en el infierno
Aquí estoy, inocente madre mía;
aquí, culpable madre, con mi dueño.

Mi dueño es el señor de esta morada
y yo, su prisionera, su cautiva
pero también yo soy reina consorte;
así las tejedoras lo tramaron.

Tú misma abriste para él las puertas
del reino candoroso de mi infancia;
tú fuiste el firme lazo entre nosotros:
tu sangre cándida y tu sangre pérfida.

Confabulada Venus con Morfeo,
cerró tus ojos para que no vieras
mi lúdica y sutil condescendencia,
prefigurando otro mayor descenso.

Y cada vez que el viejo rey del frío
llegaba a tu telúrica morada,
un fuego tembloroso renacía
que nunca pudo hallar el buen Leteo.

Hasta que se cumplió el antiguo sueño
y lúcida bajé a la dulce sombra
donde esperaban mis poetas tristes,
profanos y sacrílegos amados.

Ahora pides a tu dios más caro
que recupere a tu entrañable hija
pero yo ya he probado de la fruta
que impide para siempre mi regreso.

Tú me buscas en el cielo y en la tierra
y te olvidas de buscarme en el infierno.
Aquí estoy yo: pequeña soberana,
para siempre en el reino del silencio.

Fátima Osores