Texto publicado por víctor josé diana

La sabiduría del abuelo en una computadora.

Antiguamente, cuando los niños querían saber algo que parecía difícil, recurrían al abuelo o a la abuela. Ellos, gracias a su conocimiento y experiencia, estaban en condiciones de dar respuestas y enriquecían el relato contando alguna historia propia. Hoy son pocos los chicos que se acercan a sus abuelos. ¿Qué opinan: “Agüelos” vs “a guguel”?

En la antigüedad, mientras más ancianos, mayor era su sabiduría. Los abuelos o bisabuelos de las diferentes tribus o dinastías conformaban los consejos. Su larga experiencia de vida los posicionaba como referentes, como fuentes poderosas del saber.
Hoy pareciera que ya no hace falta acercarse a ellos para encontrar respuestas. Cualquier buscador de una computadora está siempre listo para responder cualquier inquietud, listo para mantener a los nietos en otro mundo, en sus mundos “modernos”…Además, ¡lo “saben” todo! Y nos hacen creer que “saben” mucho más que los abuelos y que éstos, por más que se esfuercen, ya no pueden competir con la cantidad de información que comprimen esas máquinas poderosas.

Entonces…¿la función del abuelo ha llegado a su fin? Mmm, mejor pensémoslo así:

Ésas máquinas fueron inventadas por nuestros abuelos y los abuelos de nuestros abuelos… es la suma de los conocimientos de todos ellos, que al irse acumulando se hizo necesario guardarlos en una caja enorme. De tan grande que era esa caja, se precisó que otro abuelo, inventara una caja chiquita… ¡y fácil de llevar a todos lados!

¿Para qué?

Para que todo lo que fueron descubriendo, escribiendo, inventando nuestros antepasados pudiera estar fácilmente al alcance de todos.

Para que los abuelos sean más abuelos que nunca y tengan más tiempo para mimarnos, nos consientan más, cuiden de nuestros hijos cuando tenemos que salir a trabajar o los busquen por el colegio para llevarlos a almorzar o tomar un rico té. Y, entre una y otra cosa, les cuenten a su modo su experiencia, sus anécdotas, sus aventuras de otros tiempos…

¡Qué inteligentes que fueron! Depositaron con sabiduría mucha información en una caja y la pensaron de tal forma que nunca pudiera anular la grandeza de un abuelo: las computadoras no nos conocen como para darnos el consejo perfecto y sincero que nos dan ellos, no pueden contarnos con nostalgia lo que significó haber dejado un país para proyectar un futuro mejor para los hijos, no se conmueven ante una tradición familiar, no nos transmiten con pasión el amor a la patria. Nuestros abuelos sí.

La sabiduría es un don que los caracteriza porque ellos, por su larga vida, han acumulado el saber a modo de vivencia, sus experiencias felices y dolorosas les han permitido descubrir en cierta medida, la verdad, lo bueno y lo malo.

Para nosotros, ellos son faros que a través de su sabiduría pueden guiar a la familia por el buen camino y para los nietos son como Pepe grillo a Pinocho, que en voz lenta y bajita como la propia conciencia les muestran lo bueno de lo malo.

Tal vez, esta es una linda manera de explicarles a los chicos la figura del abuelo y la función de la computadora. Los primeros no pierden nunca frente a un invento producto de su sabiduría sino que ganan.

Que cada cual se dedique a ser el mejor en lo suyo: ¡Que las computadoras sean fuentes de información y los abuelos sean los grandes padres de los padres y los más sabios para sus nietos!