Texto publicado por Germán Marconi
Mi regalo de Navidad para todo BW, recién salidito del horno, un relato propio.
HOY ES NOCHEBUENA.
OCHO DE LA NOCHE. EL CLIMA ES MARAVILLOSO: TIBIO, COMO SI FUESE PRIMAVERA, CON EL VIENTO APENAS SOPLANDO SUAVEMENTE, COMO ESAS BRISAS LENTAS DEL OTOÑO. NI UNA SOLA NUBE EN EL HORIZONTE, Y EL AROMA DEL PINO DEL PATIO SE MEZCLA MARAVILLOSAMENTE CON OTRO MÁS DULZÓN, A AZAHARES, DE LAS FLORES DEL LIMÓN DE CUATRO ESTACIONES, QUE HA DECIDIDO ENGALANARSE PARA ESTE DÍA.
EN LA MESA, LOS CHICOS HAN PUESTO EL MANTEL NUEVO, UNO AZUL PROFUNDO, CON DESTELLOS PLATEADOS, QUE PARECE UN TROZO DE CIELO DESCANSANDO EN EL COMEDOR. SOBRE ÉL, CON LA EXCELSA PROLIJIDAD EN LA QUE SE AFANARON DURANTE MÁS DE MEDIA HORA, HAN PUESTO LA VAJILLA NUEVECITA, Y UNOS VASOS MEDIO RAROS QUE TRAJO EL TÍO MANUEL HOY. DE LAS COPAS SE ENCARGÓ JULY, LA MAYOR, PORQUE - COMO LES ACLARÓ AL RESTO, CON CARA DE MAESTRA EN TREN DE REGAÑO - “ESTAS COSAS SE ROMPEN DE NADA Y USTEDES SON UNOS BRUTOS, ASÍ QUE LAS COPAS LAS PONEMOS LAS CHICAS, QUE SOMOS MÁS CUIDADOSAS”, TRAS LO CUAL HIZO SEÑAS CON SU ÍNDICE A LOS 4 VARONES PARA QUE SE SALIERAN DE EN MEDIO DEL TRÍO DE DAMAS. LAS DOS MÁS PEQUEÑAS LOS MIRABAN CON UNA CARITA DE GOZO Y BURLA, PUES SI ESTABAN CON LA PRIMA MAYOR NI LOS GRANDES SE METÍAN CON ELLAS.
ENTONCES LOS VARONES, COMO UN COMANDO ALTAMENTE ENTRENADO, SALIERON AL PATIO A DECORAR EL PINO, DE LO CUAL NADIE SABÍA NADA, PUES ELLOS SE HABÍAN ENCARGADO DE RESCATAR MONEDAS, BILLETES, Y DÁDIVAS FÁCILMENTE CONVERTIBLES EN EFECTIVO, Y CON UN APORTE EXTRA DE LA ABUELA - QUE TAMPOCO SABÍA PARA QUÉ, PERO QUE QUEDÓ IMPRESIONADA POR LA SERIEDAD DE LOS CUATRO CABALLERITOS AL HACERLE EL PEDIDO FORMAL - NO PUDO RETENER NI LA SONRISA DE COMPLICIDAD NI LA MANO QUE, PRESUROSA, BAJÓ LA LATITA DE LOS GASTOS EXTRAS Y LES TENDIÓ UN BILLETOTE DE 100, NUEVECITO Y CRUJIENTE. Y SE DIO POR PAGADA CON CRECES AL VERLES LOS OJITOS BRILLANTES DE EMOCIÓN A LOS PEQUEÑOS MOSQUETEROS.
PUES QUE, EN MENOS QUE CANTA UN GALLO, Y ARREGLÁNDOSE CON UN BANCO, UNA SILLA, LA PEQUEÑA ESCALERA DE JUNTAR LIMONES Y UNA DOSIS DE AUDACIA QUE YA HUBIERAN DESEADO TENER LOS MARINEROS DEL CAPITÁN Jack Spárrow, CARGARON EL PINO DEL PATIO CON CAJITAS, GUIRNALDAS, PELOTAS HECHAS DE PAPEL BRILLANTE Y - ESTO ERA EL MOTIVO DE SUS OJITOS EMOCIONADOS FRENTE A LA ABUELA - UNA COLECCIÓN DE 150 LUCES DE COLORES, QUE SÓLO ENCENDERÍAN JUSTO CUANDO COMENZARAN LAS 12 CAMPANADAS DESDE EL RELOJ DE LA MUNICIPALIDAD, QUE SE ESCUCHABA CLARITO, CLARITO.
YO, DESDE MI LUGAR, MIRABA TODOS ESTOS PREPARATIVOS CON IMPACIENCIA. ESPERABA QUE TODO SALIERA BIEN, ERA NECESARIO QUE TODO ESTUVIESE BIEN ESA NOCHE.
NUEVE Y MEDIA. EL AROMA DE LA CARNE ASADA AL HORNO SE ESPARCE POR LA COCINA DE LA ABUELA Y LLEGA HASTA EL PATIO. DESDE DENTRO DE LA CASA, SE OYE LA DUCHA CORRER Y DAVID CANTURREA APORREANDO JINGLE BELLS DE TAL MODO QUE ES SEGURO QUE SANTA OLAUS LO VA A ELIMINAR PARA SIEMPRE DE SU LISTA DE REGALONES. LAS CHICAS MIRAN CADA DETALLE DE LA MESA, PARA QUE NADA FALTE, Y UNA VEZ CONVENCIDAS, SALEN A JUGAR AFUERA, DONDE SE ENCUENTRAN PRIMOS Y HERMANOS. SON SIETE, COMO LOS ENANITOS DE BLANCANIEVES, PERO A NINGUNO YA PODRÍA CONFUNDÍRSELES CON ESOS BAJITOS Y DIVERTIDOS SERES, PUES TODOS HAN CRECIDO Y MUCHO, Y LA ADOLESCENCIA LES CUENTA ENTRE SUS FILAS A TODOS. AMAN LOS JUEGOS DE INGENIO, DE MODO QUE- EN UN RAPTO DE REGRESIÓN INFANTIL - SERENA PROPONE JUGAR AL “VEO, VEO” Y TODOS - MUY DIVERTIDOS - COMIENZAN LA RONDA, CON MUCHAS RISAS, IGUAL QUE CUANDO ERAN NIÑITOS Y JUGABAN A LO MISMO EN CASI EL MISMO LUGAR DEL MISMO PATIO. LAS DAMAS ADULTAS DE LA FAMILIA - VALERIA, REBECA Y CLAUDIA - COMPARTÍAN COMENTARIOS SOBRE LA ROPA Y LA BIJOU PARA ESA OCASIÓN, Y EL ABUELO HABÍA SALIDO A SALUDAR A UN VECINO QUE SE HABÍA ACERCADO A LO MISMO Y CHARLABAN ANIMADAMENTE EN LA VEREDA. CASI NO LOS ESCUCHABA, PERO DE VEZ EN CUANDO SE LOS OÍA LEVANTAR LA VOZ, QUE PARA ELLOS ERA COMO REÍRSE.
DIEZ Y CUARTO. LA ABUELA SACÓ UN SOBERBIO TROZO DE CARNE, ADOBADA CON TANTA MAESTRÍA QUE NO HABÍA MODO DE DUDAR QUE SERÍA LA SENSACIÓN DE LA CENA. SIEMPRE HABÍA PODIDO COCINAR CON LO QUE HABÍA A MANO, Y, A PESAR DE QUE ELLA MISMA NUNCA LO RECONOCERÍA, SUS PLATOS SABÍAN COMO NINGUNO. SANTINO APARECIÓ EN LA PUERTA, MIRANDO CON ATENCIÓN LOS MOVIMIENTOS DE LA MUJER. A SANTI LE ENCANTABA COCINAR, ASÍ QUE NO PERDÍA DETALLE DE QUIEN FUERA CUANDO SE DEDICABAN A ESA TAREA. ESTA NOCHE DEMOSTRARÍA TODO LO QUE ÉL Y LEONARDO - OTRO APASIONADO POR EL FÚTBOL Y LA COCINA - HABÍAN APRENDIDO: EL POSTRE HABÍA CORRIDO POR SU CUENTA. FÁTIMA, SERENA Y JULIETA, POR SU PARTE, SE HABÍAN QUEDADO EN EL PATIO, CONVERSANDO SOBRE LOS RESPECTIVOS ASUNTOS PERSONALES, POR LO CUAL HABÍAN CORRIDO ÁSPERAMENTE A RAFAEL, Y ROMÁN, LOS VARONES MÁS JÓVENES, QUE HABÍAN OPTADO POR IR CON EL ABUELO A LA VEREDA. LA NOCHE SIGUE PRECIOSA, Y ALGUIEN PONE UNA MÚSICA ALEGRE, QUE SE OYE POR TODAS PARTES.
ONCE menos cuarto. ¡A COMER LOS QUE QUIERAN REGALOS! GRITA DAVID, COMO DE COSTUMBRE, COMO SI LOS DEMÁS NECESITARAN DE ESE ACICATE PARA CORRER A LA MESA. MANUEL Y DAVID PROCEDEN A TROZAR EL POLLO, REBANAR LA CARNE Y PRESENTAR LAS ENSALADERAS Y BANDEJAS EN LA MESA, QUE TAN PRONTO SE LLENA DE RUIDOS A CUBIERTOS Y VOCES COMO QUEDA CASI EN SILENCIO, MIENTRAS TODOS DEGUSTAN LO QUE SE HAN SERVIDO. DE PRONTO ALGUIEN DICE A LAS NIÑAS, CON CARA DE DIVERSIÓN Y TONO DE BURLA, QUE SE HAN EQUIVOCADO AL PONER LA MESA, PORQUE SOBRA UNA SILLA Y UN CUBIERTO. TODOS LOS CHICOS SE MIRAN AL UNÍSONO, CON UNA SERIEDAD FUERA DE LUGAR EN EL MOMENTO. TOMANDO LA PALABRA RAFAEL, MUY FUERA DE SU COSTUMBRE, DICE QUE NO, QUE NADA ESTÁ FUERA DE LUGAR. Y LO DICE CON TANTA CONVICCIÓN Y FIRMEZA QUE NADIE SE ATREVE A CONTRADECIRLO. SIN EMBARGO, POR UN MOMENTO TODOS QUEDAN MUDOS, PORQUE HAN CAÍDO EN LA CUENTA. EL SONORO DESCORCHARSE DE UN ESPUMANTE SOBRE LA MESA SACA A TODOS DE ESE ESTADO Y - HACIENDO UN ESFUERZO SUPREMO - EL ABUELO DICE QUE EL ESPÍRITU DEL VINO SE ENOJÓ PORQUE NO LO TIENEN EN CUENTA Y - TOMANDO LA BOTELLA - DERRAMA UN CHORRITO SOBRE SUS DEDOS Y ARROJA PEQUEÑAS GOTAS A LOS NIÑOS, QUE RÍEN, DIVERTIDOS OTRA VEZ. LOS GRANDES - CASI A LA VEZ TODOS - TOMAN SUS COPAS, Y HACEN PASAR EL MOMENTO DIFÍCIL CON UN LARGO TRAGO A SU CONTENIDO.
DOCE MENOS CUARTO. LA CENA HABÍA RECUPERADO SU RITMO NORMAL, YA NADIE MIRABA EL SITIO VACÍO EN LA OTRA PUNTA DE LA MESA. HABÍAN DADO BUENA CUENTA DE LAS DELICIAS PREPARADAS POR TODOS Y YA LOS CHICOS JUNTABAN EL MENAJE, APURADOS POR SERVIR EL POSTRE ANTES DE QUE DIESEN LAS DOCE. TENÍAN SUS ROSTROS ARREBOLADOS, Y A PESAR DE YO SABER POR QUÉ, PARTICIPABA DE SU INQUIETUD, COMO TEMIENDO QUE SUS DESEOS NO FUESEN ESCUCHADOS OTRA VEZ. SIN EMBARGO, ESTE AÑO ERA DIFERENTE. ELLOS SABÍAN, Y ESO PROBABLEMENTE LOS PUSIERA UN TANTO MÁS NERVIOSOS.
COMO EN UNA COREOGRAFÍA PERFECTA, ENSAYADA POR MESES, LOS SIETE ADOLESCENTES LEVANTARON LAS BANDEJAS, DESIERTAS YA DE COMIDA, LUEGO LOS PLATOS Y - A PESAR DE MÚLTIPLES PROTESTAS - TAMBIÉN LOS VASOS Y COPAS. RETIRARON EL PAN SOBRANTE, Y CON SUMA PROLIJIDAD TAMBIÉN LAS MIGAS.
MIENTRAS LOS VARONES ARMABAN SU ORDEN DE BATALLA, LAS CHICAS SE PUSIERON UNOS DIVERTIDOS DELANTALES Y COFIAS HACIENDO JUEGO, Y PROCEDIERON CON EL POSTRE.
SANTINO SE ENCARGÓ DE SU CREACIÓN, UNOS BROWNIES QUE TENÍAN UNA PINTA DE EXPOSICIÓN; LEONARDO DE LA CREMA HELADA QUE HABÍA DISEÑADO Y BATIDO ÉL SOLO; RAFA DISPONÍA LOS PRALINÉS DE ALMENDRAS Y OTROS FRUTOS SECOS QUE ÉL MISMO HABÍA SELECCIONADO Y PREPARADO, Y ROMÁN COMPLETABA EL MANJAR CON SENDAS CUCHARADAS DE CHOCOLATE NEGRO Y BLANCO, EN ARTÍSTICO DISEÑO. UNO A UNO, LOS PLATOS FUERON ENTREGADOS EN CADA SITIO, CON PRECISIÓN DE RELOJERÍA. PORQUE ERA, JUSTAMENTE, EL GRAN RELOJ DE PARED EL ELEMENTO AL QUE MÁS ATENCIÓN PRESTABAN LOS JÓVENES.
CUANDO FALTABA MENOS DE MEDIO MINUTO PARA LA MEDIANOCHE, LAS CHICAS LLEVARON A LA MESA LA SIDRA HELADA Y EL ÚLTIMO PLATO DE POSTRE, QUE UBICARON JUSTO FRENTE A MÍ.
Y LUEGO TODO SUCEDIÓ A LA VEZ: EL RELOJ MUNICIPAL DIO LA PRIMERA CAMPANADA, SE OYÓ EL PRIMER BOMBAZO DE UNA SERIE DE FUEGOS ARTIFICIALES QUE ILUMINARON LA NOCHE, LAS LUCES DEL PINO DEL PATIO SE ENCENDIERON Y, COMO SALIDO DE TODO ESE ESCANDALOSO MOMENTO, EN LA PUERTA APARECIÓ LA FIGURA DEL TÍO GERMÁN.
-¡FELIZ NAVIDAD, FAMILIA!- DIJO.
Y POR FIN YA NO ME SENTÍ VACÍA, POR FIN ENTENDÍ POR QUÉ LOS CHICOS ME HABÍAN PUESTO JUSTO ALLÍ, POR QUÉ CON SUS MANOS SUAVES Y TIERNAS HABÍAN ACARICIADO MIS FORMAS Y ME HABÍAN ACICALADO TAN ESPECIALMENTE.
EN ESE INSTANTE, DESDE ALGÚN SITIO DEL QUE YO IGNORABA SU EXISTENCIA, UNA GOTA DE ESPESA SAVIA ESCURRIÓ DE ENTRE MIS VIEJAS MADERAS, Y SENTÍ ESA LÁGRIMA DESLIZARSE LENTAMENTE.
LA SILLA DEL TÍO GER NO ESTARÍA, NUNCA MÁS, VACÍA EN NAVIDAD.