Texto publicado por Ma. Guadalupe Hernández Méndez

Luchador inquebrantable…

Toda una vida luchando por sus ideales, su familia y su patria…así es como yo percibo la vida de este personaje, por demás interesante, pues siendo el mayor de una familia regular, supo apoyar a sus padres cuidando de sus pequeños hermanos, sufriendo en carne propia el escarnio que padecen los hijos de madres solteras. Trabajando desde muy pequeño en lo que podía e imagino que muchas de las veces comiendo mal o ingiriendo cualquier tipo de alimento chatarra que compraba en la calle, pero eso si, siempre lleno de ilusiones, sueños y optimismo, cualidades que aún en la actualidad lo caracterizan.
Ni siquiera traer los calcetines agujjerados lo detuvo en su afán de salir adelante así que trabajando como chofer en gobierno encontró la forma de ponerse a estudiar y lo hizo hasta alcanzar una posición socio-económica estable. Formó un hogar por el cual ha luchado incansablemente siendo el pilar que sostiene a su familia, a pesar de ser ciego, y es que su generosidad se derrama al máximo, tratando siempre de ayudar a los mas necesitados. Con su actitud triunfadora nos ayuda e impulsa para salir adelante y digo “triunfador” porque a pesar de la diabetes que lo hizo quedar ciego, sin un pie, con hemodiálisis y una embolia, mi amigo, y lo digo con orgullo, no se ha dejado tirar por la vida, al contrario, sigue en pie luchando por su mas grande ideal, que la sociedad acepte a los discapacitados y les dé un empleo para vivir dignamente.
Podría enumerar muchos de sus logros pero solo mencionaré el mas reciente que es haber ganado uno de los proyectos del programa PACMIC con el cual saldrá beneficiado no solo él sino muchas personas al sentirse útiles por llevar algo de conocimiento cultural a algunas comunidades. Y no está demás mencionar que en 24 años que tiene este programa es la primera vez que Guanajuato capital gana este proyecto. ¡felicidades lalo!

Marylupis…