Texto publicado por Andymar Atkinsons
Ahora resulta que la muerte no existe, sino que es una mera ilusión de la mente.
La muerte es una ilusión creada por nuestra conciencia. Así lo
establece un científico estadounidense, que dice haber encontrado
pruebas de esta teoría nada más y nada menos que en la física
cuántica:
"Creemos que la vida es solo la actividad del carbono y una mezcla de
moléculas; vivimos un tiempo y después nos pudrimos bajo tierra",
escribió el doctor en medicina Robert Lanza, citado por el diario
británico ' Daily Mail'.
NOS HAN ENSEÑADO A CREERLO
Este profesor de la Escuela
de Medicina de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte, según
se hace eco RT',
argumenta que los humanos creemos en la muerte porque "nos han enseñado
a creer que morimos"; es decir, nuestra conciencia asocia la vida con
el cuerpo, y sabemos que el cuerpo muere.
Su teoría, denominada 'biocentrismo' o 'universo de la biocéntrica',
explica que la muerte no puede ser tan terminal como creemos. Según
esta teoría, la biología y la vida originan la realidad y el universo,
y no a la inversa.
De eso se desprende que la conciencia determina la forma
y el tamaño de los objetos del universo.
UN EJEMPLO
Para dar un ejemplo, Lanza se centra en cómo percibimos el mundo que
nos rodea. Una persona ve el cielo azul y le dicen que ese color es el
'azul', "pero
se pueden cambiar las células de su cerebro para que vea el cielo de
color verde o rojo".
Nuestra conciencia da sentido al mundo y puede ser alterada para
cambiar nuestra interpretación. Desde el punto de vista de la
biocéntrica, el espacio y el tiempo no se comportan de manera tan
rígida ni tan rápida como nos presenta nuestra conciencia.
Si aceptamos la teoría de que el espacio y el tiempo simplemente son '
herramientas de nuestra mente', entonces la muerte y la idea de la
inmortalidad existen en un mundo sin límites espaciales ni lineales.
INFINITOS UNIVERSOS
Los físicos teóricos creen que hay una cantidad infinita de universos
en los que diversas variaciones de personas y situaciones existen y
ocurren simultáneamente.
Lanza afirma que todo lo que puede suceder sucede en algún momento en
todos estos 'multiversos' (los múltiples universos posibles), lo que
significa que la muerte no puede existir "en un sentido real".
Según Lanza, que participó en los primeros experimentos de clonación,
cuando morimos nuestra vida se convierte en una "flor peremne que
vuelve a florecer en el multiverso".
Para corroborar su teoría, el científico citó un experimento conocido
como 'experimento de la doble rendija', que demuestra que la percepción
humana participa en el comportamiento de la materia y la
energía.