Texto publicado por pablo peña
negocio secreto, relato inventado por mi
sipi, otro relateregirigillo. eso xd. disfruten, que sea de su agrado!. jiji. bueno, ayá vamos!.venga!. miro el reloj color oro de la cocina y me digo para mi mismo, no es posible que esté tardando tanto. hace media hora que debería aver llegado. no, no le daré el trabajo. claramente le e dicho que solo le daría 10 minutos de retraso, 15 si tenía suerte. no señor´. no le daré el trabajo. además, el es rico, no lo necesita. buscaré otro posible empleado. esto ocupa alguien responsable, educado y atento con lo que se ledice. oviamente, el no a cumplido ninguna de las tres cosas. fuera de la casa, una niebla se aremolina por la calle. me asomo a la ventana, y no puedo dar crédito a lo que veo. o, no puede ser. es acaso la niebla?. la niebla de Stephen King?. no, no, no. esto es la cruda realidad, eso solo es una película. oigo un claro dindon en la sala de estar. baya baya, por fin llega. me levanto de mi silla, acompañado de mi fiel mascota chester, y abro la puerta. señor ramires?. si?. soy el señor mendosa. lo siento mucho señor mendosa pero...., me contrató para una entrevista de trabajo, recuerda?. el lunes de la semana pasada. me dijo que sería oi, a la...., e...., a que hora?. a ya, si, a las 18 horas. e...., mil disculpas, parece que e llegado tarde. efectivamente, señor mendosa. a llegado con 45 minutos de retraso, y le dige claramente que le daría 10 minutos, 15 si tenía suerte. lo ciento mucho por su familia y usted, pero está despedido. el señor mendosa puso cara de incrédulo. pero...., como dice señor ramires?. como oyó señor mendosa. el señor mendosa, metió una mano en su bolsillo. tenga, señor ramires. deme el trabajo, yle juro no decepcionarlo jamás. el señor ramires abrió el sobre que le extendía el sr mendosa. por un momento se le quedó mirando, con los ojos sin pestañear un solo momento. son 20 grandes, solo tiene que darme el trabajo y son sullos. el señor ramires cerró cuidadosamente el sobre, y con extremada precaución, lo colocó en el bolsillo del pantalón que llevaba puesto el señor mendosa. me parece que no le entiendo, sr mendosa. puede explicarse mejor?. yo soy un halto funcionario, y tengo mas dinero del que mucha gente podría imaginarse. le daré una sifra aproximada. tengo mas de 30 millones de dólares, que gracias a mi fortuna o como guste llamarlo, e podido recolectar con el paso del tiempo, y los e hido ahorrando. además, señor mendosa, yo soy un trabajador onesto, y no soy de quienes se sobornan. eso para mi es una majadería. lo siento, señor mendosa, pero deberá buscar otro trabajo. le deceo suerte. el señor ramires comenzó a cerrar la puerta. espere!. esclamó el señor mendosa. ramires abrió la puerta, y por primera ves desde aquel día donde se conocieron, se fijó en su vestimenta. con gorra tejida a mano y la firma de alguien que no pudo distinguir, el señor mendosa se paseava por las ciudades importantes de los estados unidos y del mundo. portaba en aquel momento, unos vaqueros que parecían lujosos y recientemente comprados. la camisa, que tenía barios botones, tenía un tiburón en la parte hizkierda, un poco abajo del cuello. los zapatos, marca converse, le dieron una extraña sensación al señor ramires. no dijo nada. se esforzó por no abrir la boca, pues si lo hacía actuaría como bobo y era esencial actuar lo mas alejado posible de ese modo. el señor mendosa avía permanesido callado, hasta aquel momento, en que con una mirada de el señor ramires, se le dio a entender que esperaba digera aquello por lo que abría abierto la puerta. e.... me gustaría hacer un trato con usted. a si?. cual?. preguntó intrigado el señor ramires. deme el trabajo por un periodo de 4 meses, y si no le satisfago las necesidades del puesto, me hecha. pero por favor dégeme probar mi capacidad y mis talentos. el trabajo, como ambos sabían, consistía en transportar diversas cosas por todo estados unidos. en veces se trataba de objetos extraños que no se sabía para que eran, o en veces se trataban e avionetas, armas de la segunda guerra mundial, restos de barcos, y cosas que debían ser reparadas. pero para adquirir el puesto, primero debían acatar las reglas. eran muchas, pero la esencial de todas ellas decía lo siguiente. jamás, por ninguna sircunstancia, abrirás el maletero a nadie que no baya uniformado con el uniforme del área 51, y por ningún motivo hablarás del trabajo con nadie. tu único deber, será transportar material al área anteriormente mencionada, y de ser necesario, a la inversa. el señor mendosa tenía bien acatada la regla, y como el señor ramires estaba seguro de que pocas personas podían atender tan estricta regla, decidió darle el trabajo, por 4 meses en los que estaría a prueba. el señor mendosa ignoraba lo que tendría que vivir en el transcurso del tiempo, al igual que el señor ramires. lo único que sabía lo que sucedería, sería el destino. si es que existe dicha cosa. el sr ramires entró, y con un jesto de su mano, le dijo al señor mendosa que esperara un momento. un par de minutos mas tarde, salió con una hoja de papel, donde estaba escrito un formato, formato que para completar el contrato, debía ser firmado por mendosa. el señor mendosa firmó sin leer el contrato. típico..... la gente no se preocupa mucho, si a caso por las letras chiquitas pensaba ramires. se despidieron, y el señor ramires archivóel contrato. se fue a dormirtemprano sin recordar que tenía una sena pendiente. baya despiste!. ya se acordaría después. amaneció con una preciosa mañana, y el señor ramires se levantó. famoso por su extraordinario gusto por el café entre sus conocidos, se dirigió a la cocina. puso a hervir agua, y salió a mirar la mañana, y claro, a disfrutar de un rico viento matutino. por que no?. cuando entró, el agua comensaba a hervir. tranquilamente la apagó, y la vertió sobre la cafetera. puso café, y mientras su cafetera dorada ronrroneava, el se preparaba un solitario, juego de cartas estilo baraja. tras escuchar como la cafetera se detenía súbitamente, salió de su casa, y se dirigió a comprar pan para acompañar. se sirvió un café con mucha crema y 4 cucharadas de azúcar, como le gustaba a el. comió pan con café calientito tranquilamente, hasta que un pensamiento con forma de restaurante invadió su tranquilidad. baya!. que estúpido!. pensó para sus adentros. y yo que me avía enojado con el cliente, y finalmente no voy a la sena de mi suegro!. en fin, ayer fue un día agetreado, no quería ir. me inventaré algúna escusa. una vosesita en su interior, le advirtió que aunque fuera mexicano de nasimiento, ahora pertenecía a los u.s.a, y por lo tanto debería comportarse como ciudadano de tal país. realizó una llamada con el seño frunsido, y tras refleccionar un buen rato, se disculpó con su suegro, por la falta de la noche anterior. le dijo con cinseridad lo que avía ocurrido, y luego colgó, sin despedirse del suegro y de la familia. baya, por fin un día relajado, pensaba. el día comensaba a nublarse, y salió para recibir el fresco aire en su piel, que solo llevaba cubierta una pequeña porción de su cuerpo, ya que usaba camisa tirahuesos, shorts de licra y totalmente descalso. sonó un profundo e interminable rin rin. el teléfono!. mascuyó para si, y salió corriendo. entró al recibidor, y contestó su teléfono, que al igual que el reloj de pared y otra serie de cosas, parecían de oro, por el simple hecho de que el oro era su metal favorito, al igual que mucha jente mas, pero no podría hacer casi nada de oro o no pasarían del día de creación. hello?. dijo el señor ramires, que sabía que tenía que hablar inglés, o english como prefería decir el, cuando eran tratos telefónicos, o cuando no sabía quien era. en este caso el número era número privado, así que teniendo ambas cosas precentes, decidió que no debía pronunciar ni un como estás en español. hola hijito!. le saludó su madre, o ma, como prefería nombrarla el desde que recordaba. como estás?. pues muy bien, gracias a diosito santo que nos cuida tanto, dijo el sr ramires. el trabajo prospera de maravilla, y el dinero viene como van las moscas a donde ay desperdicios. y ma, como tas tu?. siempre que hablaba con su madre, hablaba como hablaría un niño de 12o13 años. pues acá todo bien mijo, disfrutando del clima y de un hermoso día, que e aprovechado para saludar a la familia. has oído algo de tu hermano rojelio?. le e llamado mas de 15 veces en el día y no me responde. no ma, no e ohido nada de el. pues rezemos al señor porque siga bien. su madre, religiosa en todos los aspectos, no podría vivir un día sin rezar almenos 5 padres nuestros. antes que eso preferiría dar la vida. la madre se despidió de su hijo con un afectuoso beso y un abrazo a distancia, y le prometió hablar la próxima ves que pudiera, pues tenía que ir a preparar la comida de ese día. hasta luego ma, dijo su hijo, que era un buen hijo, a pesar de todos los daños causados en su infancia. de chico avía quemado su colchón, avía estallado el televisor, el micro ondas, avía tumbado la puerta principal en una ocación que pensaba que no le respondía su madre cuando el avía llegado a casa, y en otra ocación mas cercana al momento, avía comensado a jugar a los carritos por control remoto, cuando dirigió su modelo miniatura a un vaso de agua. el carrito chocó, el vaso estalló, el agua salpicó por doquier, y la computadora se descompuso, sin capacidad de arreglo. la madre colgó no sin antes dedicarle un segundo beso y un segundo abrazo a su hijo, prometiéndole, igual que otras veces, que iría a vicitarlo pronto. su madre vivía en Culiacán cinaloa, ciudad gobernada por el narcotráfico, mientras que por el trabajo, su pequeño hijo, aunque en realidad era el mayor de la familia, avía tenido que mudarse desde Culiacán a la ciudad de foenix arisona. el señor ramires, al que sus amigos sercanos también apodaban rami por simple y puro cariño, salió a ejersitarse. durante el recorrido, miró satisfecho como chester le seguía el paso, y sobre todo también el ridmo, que ay que aclarar no era nada calmado. el señor ramires, o rami, corría como alma que lleva el diablo. la verdad es que nunca avía diferencia en su rutina, pero e el le encantava sentir la fuerza sirculando por sus jóvenes músculos, que aenas contaba con 31 años hacía poco tiempo. finalmente regresó a casa, y decidió dormir, pues avía pasado casi todo el día corriendo, con pequeños descansos de 5 minutos, diez a lo máximo. se durmió relajado, sintiendo un pequeño desaselero de su corazón, que después de la rápida carrera comensaba a regularizarse. rezó justo como su madre le avía enseñado, y pronto quedó dormido. por el momento, es todo!. pronto la segunda parte!. :)