Texto publicado por pablo peña

y llegó la parte tres!. sii, la parte tres de negocio cecreto!

aquí la tercera, y penúltima entrega de este relatico. estaba por sonar el teléfono de la cocina que tenía el señor ramires, cuando chester lo despertó con un mordisco. ai!. me sale sangre, perro tonto!. que no te fijas?. pero luego entendió que el perro se allava en problemas, y no era culpa del perro lo que uviera pasado. así pues, se levantó, miró la hora, y conciente de que faltava poco para el insistente rin rin del teléfono, lo colgó sin que uviera omitido ni un sonido. se vistió lo mas rápido posible, pues aquel día tenía que ir a senar. chester, estaba ladrando desde hacía rato, y también jimotiaba, pero el señor ramires, embelesado como estaba con la idea de su sena, ni lo notó. fue hasta el momento de cambiarse, momento tras el cual de desnudarse, vio como su brazo goteaba líquido rojo. recordó, y fue de inmediato a ver al perro. se veía tranquilo, así que le sirvió la sena pensando que se trataría por el hambre. pero chester no se movió. fue hasta cuando vio que chester miraba la puerta, cuando cayó en si,, y comprendió a duras penas, que algo malo pasaría. el perrito, tenía la cola entre las patas, y pudo ver con asombro el señor ramires, que se avía estado rascando la barriga insistentemente, regando pelo de perro por toda la estancia. el perrito como lo llamava de ves en cuando afectuosamente, estaba pasando un ataque de nervios. quieres salir?. chester asintió vigorosamente, mientras arañaba y procuraba morder la madera tan lisa como la de una guitarra y tan plana como la de un lado de algún esenario común. abrió la puerta el señor ramires, y pensó que enloquesía, cuando vio como una humareda se avalansaba como avalancha desde el extremo oeste de la calle. rápido!. gritó mientras cogía algunas pertenencias que podría llevarse de su casa sin detener demasiado el paso. la caja fuerte, que estaba bien guardada, estaba custodiada por cajas y cajas de muebles o cosas inútiles, para tapar su axeso únicamente. afortunadamente solo tenía la mitad, lo que equivalía a 18 millones de dólares, que a pesar de ser una enorme pérdida, eran preferiblemente perderlos antes que perder la vida. salió, portando en su mano derecha un walkie talkie, y en la izquierda portaba su pequeña escopeta de caza. no era nada pequeña, por su puesto, pero el la mimaba de aquel modo. en su espalda llevaba una mochila con las probiciones esenciales que cualquier loco se detuviera a recoger tras poner su vida en peligro por un incendio que está por matarlo. no llebava agua, lo que era indispensable, pero no la llevaba, porque sabedor de unas pocas cosas que le avía dejado la escuela, decidió aplicarlas aqueya ves. uno de los conocimientos que tuvo en geografía, era que 3 cuartas partes de la tierra estaban avitadas por el líquido de la vida, y que podía beberse, aunque sería salada. mirando tras interminables tardes el discoberi chanel, aprendió a crear un filtro para el agua, usando un paquete de tabaco y algunos condonnes. pues como sabemos, al señor ramires le encantaba lo bueno de la vida, y una cartera sin esos dos elementos no era mas que un conjunto de cueros con muchas bolsitas. se paró ante un canal, y aunque no tenia sed, creó un filtro, solo para ver si funcionaba. chester, mientras tanto, se sambutía en el lado contrario del canal, pegando saltos como niño con juguete nuevo, y auyando de felicidad mientras agitaba su melenuda cola. finalmente, probó algo del agua, y le supo a papel mojado. seguro que no lo estoy haciendo bien, pensaba. pero mejor papel mojado que agua salada en exeso. dicho esto, tomó el pequeño filtro, y lo lanzó con un jiro de su muñeca, tan lejos que no se oyó su caída y no volvió a saber nada mas de el. tronó los dedos una ves, y chester saltó del fondo del canal para irse a reunir con el. ivan caminando, cuando chester saltó. y en el aire, paresía se combulcionaba. pero que....? aa, se estaba agitando el cuerpo para ir sequito a casa!. con que eso era.
cogió una linterna de la mochila, y siguió caminando. adelante, ayó un callejón aparentemente sin salida. alumbró, y al no ver nada, decidió seguir caminando. sacó su scopeta de doble cañón, a la cual llamaba leopardo por el patrón de manchas que dejaba aí donde ponía el par de balas, y la cargó. demasiado tarde, el peligro podría hacechar desde cualquier esquina pensó rápidamente, mientras un doble click confirmaba la posición de las balas, ahora en la recámara. comenzó a caminar en puntillas. pero que rayos!. ni si quiera se lo que busco, o a quien busco, y me e venido lo mas sigiloso posible. salió de su estado, y comenzó a caminar con normalidad. una puerta de una casa negra con adornos dorados, se abrió, y una muchacha de curvas pronunciadas donde cualquiera podría cometer un choque no presisamente automovilístico, salió a saludarle con una leve inclinación. hola..
dijo tímidamente la chica. hola, sabes donde puedo ayar un citio barato para pasar la noche?. tengo poco dinero dijo engañosamente ramires. la palabra clave era pasar la noche, pues quería sentir un abrazador incendio por su piel, y no presisamente de los que se acostumbraban a practicar en la hoguera. la muchacha señaló la casa con la cabeza. mi padre, el alcalde, le a visto pasar y me a dicho que le haga pasar con su mascota. aquí optendrán una cama para dormir, un plato donde senar, y cualquier cosa que nesesite. ante aqueyas palabras, el hombre comenzó a relamerse, mientras sentía que algo abultado abarcaba la sección de delante en su pantalón. para evitarlo, metió la mano al bolsillo, y movió el cañón de una pistola que avía escogido al asar al salir de su casa. discúlpame, es mi arma, no quería incomodarte. pero porqué abría pronunciado arma en lugar de pistola?. pues, porque simplemente no era una pistola, no almenos de las que usan en las películas y en los asesinatos que se muestran en los periódicos. la muchacha,, vio avergonsada que miraba el bulto del pantalón del hombre, por lo que parecía un largo rato.
adelante dijo mientras se sonrojaba. se metió en la casa, mientras con la mano decía sígueme. entró, y tras una cálida bienvenida donde uvo vino tinto y chuletas de cerdo, habló a solas con el alcalde. hola, estimable alcalde. hola, estimable caballero. cual es el nombre de tan aventurado caballero para abandonar la seguridad de su hogar a tan alta hora de la noche?. uf!. que si así era el tipo.... avía qe apiadarse de la chica que era su hija. y eso que aquel solo era un invitado, como trataría a su familia!. en ese instante se hiso una pregunta estúpida para lo que estaba pasando. sería machista el alcalde?. usted lo a dicho, dijo ramires mientras se acodaba en la mesita de la sala de estar. mi hogar no es seguro, pues a sido arrasado por las brasas. caramba!. exclamó el alcalde, mientras cogía el teléfono y marcaba al 911.
déjelo, es demasiado tarde. llevo mas de media hora buscando posada, para este paso ya abrá acabado el fuego con mi casa. y que piensa hacer?. pues como verá, yo soy un empresario prevenido, y e ahorrado dinero por muchos años. aquí tenía que ser especialmente cuidadoso el señor ramires, pues no quería ser descubierto por su trabajo. le aré una pregunta que espero me responda y también espero no lo moleste. dispare. usted dice que su casa se a quemado. no tengo razones para creer que es verdad, así como tampoco las tengo para creer que es mentira. pero mi pregunta no va a eso. mi pregunta es, a que clase pertenece?. proletariado o burguesía?. quedaba claro que aquel hombre despreciaba la clase media. pues.... soy burgués. ajá. y se gana el dinero...?. trabajando desde que canta el gallo hasta que canta el primer grillo dijo el señor ramires. ingeniosa respuesta, pero, que hace en su trabajo?. instala servicio cable?. telefonía?. internet?. o de que trabaja?. pacientemente, miró al alcalde a los ojos, y con una mirada que decía no se meta donde no le llaman, dejó petrificado en su citio al alcalde. el alcalde, penosamente cambió de tema. tiene pareja?. no, ni pareja ni prometida. ok, me parece que emos hablado un largo rato, que le parece si duerme?. me vendría bien contestó ramires. se acostó sin desnudarse, y se tapó de pies a cabeza. no sabía si le arían alguna broma pesada. antes de cerar los ojos, comprobó los cargadores y a sus dos armas. guardó la pistola en la funda de la almohada, y se abrazó a su escopeta como si fuera el tivio cuerpo femenino de quien lo recibió. soññó con una chica que no recordaba de donde, mientras ella bailaba en topless frente a su mirada diciéndole que la poseyera en aquel momento. sus pechos se bamboleaban suavemente, mientras algo lo sacudía...
lo sacudía....
lo sacudía....
señor ramires, despierte!. el desalluno está servido!. la muchacha se avía retirado para ir en busca de algún aparato con el que pudiera comprobar si el sr ramires seguía con vida. ramires se levantó, miró a la muchacha cuando esta llegaba, y supo que era con ella con quien avía soñado. sígame por favor, vamos a que se lave las manos y de ahí a que desallune. no le emos preguntado cual es su comida favorita, pero con todos los problemas de la ciudad, es normal que se nos pasara. aquí está usted, todo un baño en una sola avitación. cuando salga, camine derecho al frente, gire a la hiskierda y luego a la derecha. quiere que le baya sirviendo?. tenemos carne asada, hot kakes, pastel de carne, barbacoa al carbón y una deliciosa salsa de frutos tropicales. cualquier cosa me viene bien, respondió sin gana el señor ramires. ok.... si le parece bien le serviré un poco de todo. como gustes, y añadió en vos baja, lindura. se dio la vuelta para irse, y ramires no pudo separar la vista de aquel tracero bamboliante. lo que será tenerla...., pensaba el mientras se lavaba las manos con la puerta del baño abierta. salió del baño no sin antes secar sus manos en la tuaya que colgaba del tuayero adornado con perlas que tenían pegado al espejo. se dirigió a la cocina, y se sentó en lo que le pareció que era su plato. la chica bajó y subió la cabeza. cortó los trosos de carne, y como buen mexicano, preparó un burrito de asada con salsa tropical que nunca antes avía probado. eftá delifiofo dijo con la boca algo hyena, lanzando pedasitos de tortilla masticada por partes de la mesa. la chica, que no pasaba de los 15 años, tuvo un ataque de tos por la risa,, y se vio forzada a marcharse. chester seguía sin despertar, pensaba que tenía alguna enfermedad. cuando al fin terminó, oyó un ladrido probeniente de el lugar que avían asignado a chester.

si me disculpan, dijo mientras señalaba con la mano al lugar de los ladridos, mi fiel amigo me necesita. adelante, dijo el alcalde.

en la puerta color gris encontrará comida para perro, huesos para perro, ropa para perro y colchas para perro. ropa para perro?. se preguntaba ramires. y colchas para perro?. ramires era adinerado pero le gustaba ahorrar para situaciones de emergencia, y nunca compraba ropa a los animales, pues consideraba que dios, si es que existía, les otorgaba el pelaje a modo de ropa, y que si les compraba ropa solo ganaría 3 cosas con eyo. 1:enrriqueser a la fábrica y a la tienda de la ropa. 2: que chester la usara para juguete y finalmente verla tirada en un bote de basura en menos de la quincena. y tercero, que se acostumbraría al trato, y debía evitar que se acostumbrara.

sacó comida, y cogió una taza del lavatrastes. nadie tiene porqué enterarse de que le serviré comida para perro en el traste favorito del alcalde. finalmente lo lavaré.
se acercó al perro, pero vió que estaba mal. llamó al veterinario, y le llevó al perrito para que lo examinara. mmm..... ... esto no está bien..... nada bien..... . pero puede arreglarse..... si.... aún puede arreglarse, murmuraba el veterinario en vos apenas audible. finalmente lo despachó, el perrito que ya avía crecido barios centímetros desde la primera ves que le vimos, tenía una sonrisa en su alargado osico canino. al día siguiente no despertó. que raro, decía ramires. chester no despierta y ya es una hora por ensima del avitual desalluno. lo dejaré dormir, debe estar muy cansado. dicho esto, salió a caminar. se hiso un corte de cabello, y cuando regresó, le llamaron de la cocina. el alcalde y su familia, le esperaban reunidos en la mesa, dejando solo libre el lugar de una cabecera. vamos, siéntese. indicó el alcalde a ramires. señor ramires, shh, antes de que sigan hablando, tengo que decirles algo. que es?. preguntaron los 3 al unísono. la gente me a sobreestimado, y me an llamado señor ramires, o ramires, desde pequeño. ya no mas, no lo tolero simplemente. por su gran ofrecimiento a darme ospedaje todo este tiempo, les doy el permiso de nombrarme jhoni, pues se llamaba juan, aunque nadie le decía así. todos lo llamavan ramires, rami, hijito, y así. nadie lo llamó juan, ni jhonatan ni jhoni, ni de ningún otro modo. pueden hablar, dijo mientras tocaba al mismo tiempo la mesa con la palma de su mano. jhoni...., se trata de chester. aa, está bien?. creo que oy olvidé ponerle el medicamento. no, este...., no está nada bien. oy me aserqué hasta su rincón para ver si se avía despertado...., y...., bueno.... solo se respiraba aroma a muerto. no!. lanzó la silla de un fuerte empujón justo cuando su teléfono sonaba. no contestó. se lanzó a donde estaba chester, muerto por el moquillo y a falta de una inyección. no puede ser sierto!. gritaba a todo pulmón.

salió de la casa, y se fue a llorar mucho tiempo, tanto que le parecía que cresería un árbol en donde el lloraba.
finalmente, regresó a la casa por el cuerpo de su fiel compañero, y tras enterrarlo en un terreno valdío, se fue de la casa. nunca mas lo volvieron a ver. finalisa la tercera y penúltima parte, sigan atentos que muy pronto se viene el final. gracias por acompañarme en esta tu lectura.