Texto publicado por José Luis Rios

"Si consigues que un derecho sea universal no te lo van a poder quitar ni a ti, ni a nadie"

Mónica Míguez / Responsable de Comunicación de Medicusmundi Gipuzkoa

"Si consigues que un derecho sea universal no te lo van a poder quitar ni a ti, ni a nadie"

Maider SILLERO ALFARO

Medicus Mundi es una red internacional a la que pertenecen organizaciones de Alemania, Austria, Holanda, Polonia, Suiza... En el estado, Medicus Mundi cuenta con un total de 16 asociaciones federadas, entre las que se encuentran medicusmundi bizkaia, medicusmundi araba y medicusmundi gipuzkoa. Mónica Míguez es la responsable de comunicación de medicusmundi gipuzkoa, una organización que desde 1974 desarrolla proyectos que contribuyan a la erradicación de la pobreza y la universalidad de la salud.

¿Cuál es el objetivo de medicusmundi gipuzkoa?

La vocación de medicusmundi gipuzkoa es, por una parte, contribuir a que la salud sea un derecho para todas las personas y, por otra, trabajar para la erradicación de la pobreza. En ese sentido, trabajamos la salud entendida como un todo, no como ausencia de enfermedad solamente. Tocamos áreas como la educación en salud, la formación de personal sanitario, los derechos sexuales y reproductivos, agua y saneamiento; siempre pensando que esos proyectos reviertan en el bienestar integral de cada persona.

Existen otras organizaciones sanitarias con nombres parecidos, Médicos sin Fronteras, Médicos del Mundo..., ¿qué es lo que les diferencia del resto?

Creo que cada una tiene su terreno. Médicos Sin Fronteras trabaja en emergencias, y Médicos del Mundo y nosotros estamos más centrados en proyectos de desarrollo, aunque Médicos del Mundo también está especializada en sectores en exclusión social de nuestro entorno. Nosotros trabajamos directamente con organizaciones locales de los países en los que tenemos presencia. Ellas nos trasladan sus necesidades en forma de proyectos y desde aquí les ayudamos a ponerlos en marcha y a que luego sean las propias comunidades quienes hagan esos proyectos sostenibles en el tiempo.

Cartel del concurso de cortometrajes.

¿Medicusmundi gipuzkoa tiene sus propios proyectos o son conjuntos con la Federación de Asociaciones de Medicus Mundi?

Somos una federación de 16 asociaciones y, aunque tenemos un ideario común, cada una es independiente a la hora de elegir sus proyectos, aunque también es cierto que hay proyectos que se hacen en conjunto, por ejemplo con Araba y Bizkaia. Una parte de nuestro trabajo son los proyectos de cooperación en el Sur y otra parte es el trabajo de sensibilización y educación para el desarrollo aquí, en el Norte, adonde tratamos de acercar la realidad de los países del Sur a nuestras poblaciones, y sensibilizar y concienciar sobre determinados temas. Ahora estamos incidiendo en el tema de los derechos sexuales y reproductivos. La vulneración de estos derechos afectan más a la mujer porque seguimos siendo uno de los colectivos más desfavorecido en todas las partes del mundo; en ninguna sociedad del mundo hay igualdad entre hombres y mujeres.

En este sentido acaban de dar a conocer un par de proyecto concretos.

Ahora mismo muchos de nuestros proyectos en los diferentes países y aquí también están centrados en esta temática. Por ejemplo, estamos llevando a cabo un programa con el Movimiento Manuela Ramos de Perú, dentro del cual tenemos en marcha un concurso de cortometrajes sobre mujeres y VIH. Es un concurso en paralelo entre Perú y Euskadi que trata de visibilizar la feminización del VIH. En este caso también es la mujer la que está siendo más perjudicada en los últimos años. En los años 90 había un contagio de mujer por cada nueve hombres y hoy estamos en un contagio de mujer por cada tres hombres, hasta el punto que ahora mismo el 52% de las personas contagiadas por VIH en el mundo son mujeres. Y hay lugares en los que esa brecha es más profunda, como en el África Subsahariana, donde llega incluso al 60%. Lo que pretendemos es que la gente que participe en el concurso palpe cuál es la realidad de las mujeres frente al VIH.

Por otro lado, acabamos de poner en marcha el concurso Jóvenes en busca del Sur que organizamos cada dos años junto con medicusmundi araba y medicusmundi bizkaia. Con él se quiere fomentar el trabajo en equipo y que la gente más joven se implique y reflexione sobre la violación de los derechos sexuales y reproductivos en el mundo. Pueden participar personas jóvenes de entre 19 y 30 años, que estén empadronadas, trabajen o estudien en la Comunidad Autónoma Vasca. Las pruebas se basan en la creatividad con el objetivo de que la gente se lo pase bien conociendo realidades propias y de otros países.

También estamos itinerando por Gipuzkoa, y también nos la han pedido de Bizkaia, una exposición titulada “Derechos Sexuales y Reproductivos, los más humanos de los derechos”, en la que, de una manera sencilla, tratamos de acercar al público en general qué son estos derechos y cuáles son las vulneraciones más frecuentes que sufren en cualquier parte del mundo.

¿En estos momentos en qué países está presente medicusmundi gipuzkoa?

En 5 países, en los que ya llevamos bastantes años. En África estamos en Ruanda y Etiopía; en Asia en India; y en América Latina estamos en Ecuador y Perú. En India hubo un punto de inflexión con el tsunami del 2004 debido a que justo en la parte sur de India teníamos varios proyectos, acabábamos de inaugurar un hospital y con el tsunami hubo una necesidad muy importante de continuar ahí. Normalmente no trabajamos en emergencias porque hay organizaciones que lo hacen estupendamente, pero sí lo hacemos cuando tenemos estructura y una implicación en el país. En India, por ejemplo, el hospital sirvió como refugio a un montón de personas que vivían en la costa y que perdieron todo ese día. A partir del tsunami se generaron más necesidades de las que ya había, por lo que emprendimos junto con la población de la zona un proyecto de reconstrucción y, posteriormente, varios de desarrollo, sobretodo incidiendo en las mujeres, que había sido un colectivo muy afectado. Muchos pescadores murieron estando en la mar y las mujeres que enviudaron se quedaron sin nada. Se construyó un hogar para ellas y ahora se hacen proyectos productivos y educativos para ellas.

“Si tú consigues que un derecho sea universal no te lo van a poder quitar ni a ti, ni a nadie”.

¿Es difícil llegar a la gente y a los medios de comunicación con temas solidarios?

Intentamos llegar a la gente y son temas que poco a poco van calando en los medios, porque no tratamos temas que afectan sólo a países del Sur, sino que hablamos de salud universal para todas las personas. Aquí se está pensando en el copago, por ejemplo, y al final todas las personas tenemos que luchar por los derechos que han de ser universales. Tienes que luchar por tu derecho, pero también por el de los demás, porque si tú consigues que un derecho sea universal no te lo van a poder quitar ni a ti, ni a nadie. A veces nos preocupamos exclusivamente por lo nuestro, y si no hay una exigencia a las autoridades internacionales para que haya unos tratados que afecten a todo el global de los países, lo que hoy no se respeta en un sitio mañana puede no respetarse en otro.

Ha habido avances en determinados temas, por ejemplo en las muertes maternas, pero queremos incidir mucho en que esos avances no son irreversibles; se puede retroceder nuevamente, como parece que va a ocurrir aquí con el tema del aborto. Después de todos los años que se ha estado peleando por conseguir un derecho al aborto amplio, ahora quieren volver a la situación en la que estábamos en 1985. Se está exigiendo el derecho a decidir de las mujeres y eso asusta a los sectores más tradicionalistas. Para mucha gente es un peligro que la mujer tenga derecho a decidir sobre sus relaciones sexuales y cómo, cuándo y con quién tener descendencia, si es que quiere tenerla.

¿Cómo se ve este tema desde los países del Sur?

Por ejemplo, el Movimiento Manuela Ramos de Perú está haciendo mucha incidencia política en temas relacionados con los derechos de la mujer, llevan mucho tiempo y van consiguiendo cosas poquito a poco. Nos dicen que en uno de los temas en los que están ellas ahora, la despenalización del aborto, podemos volver a estar nosotras en poco tiempo. Pensamos que aquellas realidades están muy lejos de las nuestras y no es tanto lo que nos separa; en algunos casos son unos años, no mucho más. Las mujeres hemos conseguido muchas cosas de un tiempo a esta parte, pero todavía hay muchísimas más por hacer, pero no sólo en los países del Sur.

Cartel del concurso Jóvenes en busca del Sur.

¿Cuál es la manera de financiación de medicusmundi gipuzkoa?

Tenemos varias fuentes de financiación. Siempre se intenta tirar más de recursos privados, pero es complicado y más en la situación en la que estamos ahora. Tenemos 420 socios y hay empresas que colaboran, entidades financieras o fundaciones que nos financian determinados proyectos, etc. La financiación pública nos viene a través de Gobierno Vasco, Diputación Foral de Gipuzkoa y ayuntamientos.

En general, según los datos de los que disponemos, las organizaciones de Euskadi están sufriendo la crisis menos que en otros sitos del Estado. En Araba, sin embargo, ha habido recortes muy importantes desde la Diputación Foral y desde el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y, a pesar de que se están medio manteniendo los presupuestos para cooperación es cierto que hay una tendencia a decir qu es prescindible. Nuestra organización a nivel estatal, junto con Médicos del Mundo y Prosalus edita todos los años un informe sobre la ayuda oficial al desarrollo en temas de salud y este año se ha puesto sobre aviso de que es necesario mantener las ayudas. No puede haber un cambio de moral, ya que al final con la crisis los países más afectados son los que ya de por sí están en situaciones más desfavorables. Lo que se pide es que se mantengan las ayudas, pero sobre todo que se enfoquen en proyectos de calidad, que incidan en afianzar los sistemas de salud de los países que más lo necesiten.

Como responsable de comunicación, ¿cuáles son las barreras con las que se encuentra?

La pregunta siempre es la misma, “¿pero el dinero que yo doy llega?”. En los últimos años las ONGs han tenido un proceso de profesionalización, los proyectos cada vez han sido más complejos y las peticiones de las agencias financiadoras también. Eso ha llevado a una especialización profesional, pero en medicusmundi gipuzkoa seguimos basando en el voluntariado un pilar importante de nuestra filosofía.

Partiendo de esa base, el dinero llega, pero hay que explicar que no el 100% va directamente a los países en los que trabajamos, porque también se hacen proyectos aquí, y además hay unos gastos de estructura, de materiales, de costes a la hora de hacer las transferencias de dinero a los países... Nuestras cuentas son públicas, y quien quiera puede solicitar verlas, y además publicamos una memoria anual de actividades y se pasa una auditoría cada año. Además de la responsabilidad de cada organización, creo que cada persona debe informarse y conocer a qué se dedica su asociación y qué va a hacer con su dinero. En cualquier caso, creo que la mayoría hacemos un trabajo serio y se cuida mucho el dinero que entra.

“¿El dinero que yo doy llega?” puede ser un argumento, otro puede ser “¿con la que está cayendo aquí voy a dar dinero para otro país...?”

Como ya he dicho antes, nuestro derecho es el derecho de cada persona, y si conseguimos que sea universal no nos lo podrá quitar a nadie. Evidentemente, no le vas a pedir nada a una persona que está parada, y aquí también hay necesidades y organizaciones que hacen cosas. Si a la gente le parece que hay que actuar aquí antes que en otros países también pueden colaborar como voluntariado o asociándose a organizaciones que centren sus actividades en colectivos excluidos de nuestras sociedades. Euskadi siempre ha sido una zona con tradición solidaria y eso no podemos revertirlo; no podemos caer en un cambio de moral. Y hoy por hoy estamos viendo que hay realidades que nos son tan lejanas y, estemos aquí o estemos allá, somos las mismas personas con las mismas necesidades.

¿Y qué me dice sobre la implicación de los jóvenes en proyectos solidarios como éste?

Creo que sí hay interés, pero la juventud es una época vital inestable, de cambios, y es un voluntariado que lo normal es que sea de corta duración. Por lo demás, hay gente que se anima a colaborar en lo que sea, aunque es cierto que muchas de las personas que se acercan a nuestra asociación están interesadas en marcharse fuera. Pero irse fuera no es tan sencillo como se piensa.