Texto publicado por Iván Sebastián sánchez
Nota: esta publicación fue revisada por su autor hace 10 años.
Ensayo sobre el por qué de las cosas
A lo largo de su vida, el hombre se formula preguntas a las que no encuentra pero trata de encontrar respuesta.
Preguntas como ¿quién soy?, ¿por qué estoy aquí?, ¿qué es?, ¿dónde voy? ¿qué hacer? Que a lo largo de su vida le ayudan a formarse una serie de creencias, forma de pensar, carácter, etc.
Si una persona no se formula estas preguntas, puede ser porque aún no ha desarrollado totalmente su personalidad, porque sufre discapacidad del normal desarrollo mental, o simplemente, porque todavía no le ha sido necesario para desarrollar su persona.
¿Es necesario formularse estas incertidumbres?
Probablemente si, ya que con ellas la persona va forjando una serie de ideas, básicas para su vida. Si no se las formula será porque no le hará falta dada su falta del normal desarrollo, o bien porque aún el individuo sea de corta edad.
¿Si un fenómeno choca con la razón significa que ha sido inventado?
Probablemente nunca lo sepamos. La ciencia lo niega, pero la imaginación de la persona no lo rechaza, lo cree posible.
Estas preguntas e inquietudes se las ha formulado el hombre desde la antigua Grecia hasta nuestros días, quizás desde antes.
Y he ahí lo verdaderamente inquietante. Mucho ha avanzado la ciencia, pero siguen las mismas preguntas e inquietudes pasando por los pensamientos de la persona.
Ni los grandes inventores, descubridores, investigadores, médicos, místicos o pensadores han podido responder a estas cuestiones, pero sí sabemos que se las formularon.
Es cuando menos excitante, misterioso y chocante si nos paramos a pensar, que las grandes preguntas que no resolvía el hombre de la antigüedad, son las mismas que sigue sin poder resolver el hombre de hoy.
Ni los filósofos de este siglo, han podido resolver las preguntas que tanto se formularon filósofos y pensadores de la Grecia clásica. La filosofía ha evolucionado en algunos temas desde que se inició, sí, pero las grandes inquietudes siguen ahí esperando ser resueltas algún día.
es el mismo caso de los médicos, no han podido resolver el espinoso tema de la procedencia de la muerte. ¿Por qué la existencia del alma?
Son preguntas que tal vez, nunca serán resueltas, bien porque son preguntas más allá de nuestras posibilidades y del alcance de nuestro entendimiento, bien porque hasta después de la muerte no podamos saberlas, bien porque sin ellas el hombre no puede desarrollar su persona.