Texto publicado por Mari Carmen López
Texto sobre cambio climático.
Es por el cambio climático y el daño causado por el hombre sobre el medio ambiente. En 2050, el derretimiento podría ser total durante los meses de verano.
En la última temporada estival se registró la menor cobertura de capas heladas de la historia. Las partes de los témpanos que no se han derretido son más
finas que lo habitual.
Los hielos del Ártico se derriten a un ritmo récord
(La Nación) El derretimiento del hielo de los glaciares de Groenlandia y del Ártico ha alcanzado niveles nunca vistos en décadas.
Según los científicos, a fines del último verano la cobertura de hielo del Ártico descendió a 3,2 millones de kilómetros cuadrados. Desde 1978 hasta la
actualidad las mediciones en el período estival habían alcanzado como máximo los 3,8 millones. Ahora, además, el hielo sobreviviente presenta una estructura
más delgada que la habitual.
"Es el peor verano que hemos visto", dijo el doctor Mark Serreze, investigador del National Snow and Ice Data Center de Colorado, Estados Unidos, durante
una reunión de la Unión Geofísica Americana.
Los científicos afirmaron que el derretimiento marca la evidencia del calentamiento en la zona, pero dijeron que no sólo se debe a las oscilaciones del
clima, sino también al daño provocado por los seres humanos sobre el medio ambiente, principalmente causado por las emisiones de dióxido de carbono, que
destruyeron gran parte de la capa de ozono del planeta.
Algunas estimaciones señalan que el Ártico no habría estado absolutamente libre de hielo desde los años 50. Y si la reducción continúa en los niveles actuales,
la media anual de cobertura de hielo podría caer un 20% en el año 2050, momento en que el Ártico podría permanecer libre de hielo durante los meses de
verano.
"Creo que vamos a continuar observando reducciones en la capa de hielo porque vamos a seguir padeciendo los efectos del clima", aseguró Serreze.
La reducción del hielo del mar afectaría globalmente los océanos. El agua fría que proviene del derretimiento del hielo tiene menor densidad que el agua
marina salada y puede evitar la salida del agua profunda del océano.
Las aguas abiertas también son más cálidas que las de los océanos cubiertos de hielo, porque absorben más del 80 por ciento de la luz solar, mientras que
el hielo la refleja en el mismo porcentaje.
Recientes mediciones satelitales han registrado un derretimiento de más de 420.000 kilómetros cuadrados en Groenlandia, una cifra que excede todas las mediciones
previas.
En un artículo publicado en Science, científicos de la NASA anunciaron que el derretimiento de los glaciares le ha cambiado la cara al planeta. A partir
de 1997, la Tierra se ha hecho más oblicua, como una calabaza. Esto revierte la tendencia observada desde la edad del hielo, cuando el planeta tenía forma
más esférica. Los autores agregan que la acumulación de agua proveniente del hielo de los glaciares contribuyó al achatamiento del globo terrestre.
Es la primera vez que se observa este fenómeno en septiembre.
El agujero de la capa de ozono sobre la Antártida se ha dividido en dos
Imagen de satélite del agujero de la capa de ozono sobre la Antártida, en azul oscuro. (Imagen: NASA) (CNN) Como una ameba gigante en el cielo, el agujero
de la capa de ozono sobre la Antártida se ha dividido en dos partes, que se extienden desde el continente más austral. El sorprendente hallazgo es el primero
de este tipo desde que la NASA y otras agencias estadounidenses comenzaron a vigilar el agujero en la capa de ozono hace más de dos décadas.
Imágenes tomadas por satélite en el 2002 también revelan que el agujero se ha reducido considerablemente en comparación con los dos años anteriores. Los
científicos advierten que los datos que se tienen son insuficientes para llegar a la conclusión de que la frágil capa de ozono se está recuperando.
"Esta es la primera vez que vemos una división del vórtice polar en septiembre", dijo Craig Long, meteorólogo de la Dirección Nacional Oceanográfica y Atmosférica
(NOAA, por su sigla en inglés). Las fuertes alteraciones meteorológicas de este otoño (boreal) en la estratosfera provocaron la división del agujero en
la capa de ozono, explicó Long.
Además, el agujero había disminuido de tamaño antes de la división debido a las extraordinariamente cálidas temperaturas de la atmósfera, según el científico
de la NASA Paul Newman. La estratosfera se prolonga se extiende desde nueve a 48 kilómetros sobre la superficie terrestre y contiene altas concentraciones
de ozono, que protege al planeta de los peligrosos rayos ultravioleta, causantes del cáncer de piel. De hecho, sin la capa de ozono, no podría existir
la vida tal y como la conocemos.
Desde la década del 70, los científicos han observado un agujero temporal abierto sobre la Antártida durante varios meses en el invierno y la primavera
en el hemisferio sur.
Los científicos conjeturan que ciertos compuestos químicos utilizados en productos como aerosoles y sistemas de aire acondicionado son los culpables de
este deterioro. Los contaminantes industriales, eliminados progresivamente por los Protocolos de Montreal para mediados de la década del 90, permanecen
en la atmósfera, donde pueden descomponer repetidamente las moléculas del ozono.
Entre 1996 y 2001, el agujero de la capa de ozono ha llegado a 24 millones de kilómetros cuadrados, una superficie mayor que la Antártida. Estimaciones
preliminares de principios de septiembre de 2002 indican que el agujero estacional se redujo a unos 15 millones de kilómetros cuadrados, según la NASA.
El aire sobre el Polo Sur suele enfriarse en agosto y septiembre. El clima gélido se asocia con la formación de finas nubes, en las que los contaminantes
industriales que flotan en el ambiente se comen las frágiles moléculas del ozono. Para octubre, la región atmosférica se calienta y el agujero comienza
a desaparecer.
Lo sucedido en el 2002 podría ser una anomalía causada por los patrones meteorológicos y no refleja necesariamente una tendencia a largo plazo, según científicos
de la NOAA y la NASA.
Se descubrió que la Antártida lleva miles de años derritiéndose
(BBC NEWS) - Si la descongelación sigue ocurriendo con el mismo ritmo que hoy, la capa de hielo de la Antártida podría desaparecer en unos siete mil años.
Sin embargo, no es un fenómeno nuevo. La capa de hielo de la zona oeste de la Antártida se viene derritiendo naturalmente desde hace diez mil años. Una
investigación aparecida en la revista Science sugiere que la Edad de Hielo en realidad nunca existió en esa parte del mundo.
Algunos científicos han advertido que la velocidad a la que se produce la descongelación puede estar creciendo demasiado. Si es así, se presentarían serios
problemas en las regiones costeras.
Es probable que la Edad de Hielo nunca haya afectado del todo a la Antártida.
Algunos de los picos de las montañas de la Antártida están a un kilómetro y medio de altura. Estas cumbres estaban completamente cubiertas de hielo hace
diez mil años. Pero el hielo se ha derretido, los glaciares se redujeron y las estructuras rocosas de las montañas quedaron al descubierto. Algunos geólogos
están determinando la composición química del material geológico que fue recolectado en siete montañas de Ford Ranges.
Estas rocas estuvieron expuestas a los rayos cósmicos que llegan desde el espacio lejano, lo que cambia su composición química. Analizando la composición
de estas rocas, los geólogos pueden calcular cuál es su antigüedad y, por ende, cuando fue que se derritió el hielo que las cubría.
Más información:
Ecosistema del lago Vida
Un informe advierte de que el 'punto de no retorno' en el cambio climático podría alcanzarse en sólo diez años
El 'punto de no retorno' en el cambio climático podría alcanzarse dentro de sólo diez años, según un informe elaborado por políticos, dirigentes económicos
y académicos de todo el mundo que será publicado mañana y del que informa hoy el diario británico The Independent.
(EUROPA PRESS) El informe, titulado "Afrontar el desafío del clima" y dirigido a los Gobiernos de todo el mundo con el objetivo de que cumplan con sus compromisos
en la lucha contra el cambio climático, supone el primer documento de alto nivel en el que se advierte de este "punto de no retorno".
El documento fue elaborado conjuntamente por el Instituto para la Investigación de la Política Pública de Reino Unido, el Centro para el Progreso Americano
de Estados Unidos y el Instituto Australiano. El asesor jefe científico del grupo fue el jefe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la
ONU, Rakendra Pachauri.
El informe advierte de que, con las tendencias actuales, la media de temperatura podría aumentar en dos grados centígrados por encima de la de 1750, época
en que comenzó la revolución industrial y, con ella, las emisiones a la atmósfera de los gases de efecto invernadero, especialmente del dióxido de carbono
(CO2).
A partir de una concentración de CO2 en la atmósfera de 400 partes por millón (ppm), el aumento de la temperatura en dos grados será "inevitable", señala
el estudio. Actualmente este nivel es de 379 ppm y aumenta a un ritmo de más de 2 ppm anuales, con lo que el límite establecido se superaría en sólo diez
años o incluso menos.
Una vez alcanzado ese límite, los expertos advierten de que se pueden producir efectos catastróficos, como la caída de la agricultura en todo el mundo,
la escasez de agua, la llegada de grandes inundaciones, la expansión de las enfermedades, el aumento del nivel del mar o la muerte de los bosques, junto
a otros efectos más catastróficos, como un aumento acelerado de las temperaturas, el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia o la interrupción
de la Corriente del Golfo.
El informe incluye una serie de peticiones a los Gobiernos del G8 (que preside Reino Unido desde el pasado 1 de enero), como la necesidad de que una cuarta
parte de la electricidad se genere a partir de fuentes renovables en 2025, que se duplique la investigación sobre tecnologías energéticas de bajo consumo
en carbono para 2010 y que se constituya un grupo formado por las principales naciones en vías de desarrollo, como China o India, cuyas emisiones de CO2
aumentan de forma alarmante.
Confirman las causas de cambio climático
Exponen científicos del Instituto de Oceanografía Scripps de California los resultados de los trabajos del análisis de los efectos del calentamiento en
los océanos, realizados durante las últimas cinco décadas.
(El Universal) Investigadores estadounidenses del clima dieron a conocer la semana pasada "la evidencia más convincente que se haya dado hasta ahora" de
que las actividades realizadas por el hombre son las responsables del calentamiento global.
Los científicos dijeron que su trabajo debería "acabar" con las teorías que afirman que el calentamiento se debe a factores ajenos al ser humano, como los
cambios climáticos naturales. Científicos del Instituto de Oceanografía Scripps de California han estado trabajando con el Laboratorio Nacional Lawrence
Livermore para analizar los efectos del calentamiento en los océanos. Para ello, usaron modelos hechos por computadora y millones de registros de temperatura
y salinidad tomados durante cinco décadas. Los investigadores expusieron sus conclusiones en la reunión de la Asociación Americana para el Desarrollo de
la Ciencia que se efectuó en Washington.
Los científicos encontraron que las "señales de calentamiento" en los océanos sólo pudieron haber sido producidas por la acumulación de dióxido de carbono
hecho por el hombre. Los factores ajenos al ser humano hubieran producido efectos completamente diferentes.
Tim Barnett, líder del proyecto, dijo que en estudios anteriores se había tratado de encontrar evidencia en la atmósfera pero "la atmósfera es el peor lugar
para buscar una señal del calentamiento global", dijo.
"Noventa por ciento de la energía proveniente del calentamiento global se ha ido a los océanos, los cuales reflejan los efectos de ésta mucho más claramente
que la atmósfera".
El profesor Barnett añadió: "El debate sobre si existe un calentamiento global ya terminó, por lo menos para la gente racional".
Los científicos también sugirieron que a largo plazo las reservas de agua almacenada durante el verano se reducirán en algunos lugares como el oeste de
China y los Andes, que dependen de los ríos que se abastecen del derretimiento de nieve y glaciares.
Más información:
Cambio climático limita desarrollo del Tercer Mundo
¿La tumba del calentamiento global?
Glaciares en peligro, más evidencias
La repercusión del cambio climático en la Antártica es evidente en una nueva información satelital recopilada por investigadores estadounidenses.
(BBC) El desmoronamiento hace dos años en la península antártica de la barrera de hielo conocida como Larsen B ha acelerado el debilitamiento de varios
glaciares que comenzaron a arrojar masas de hielo en el mar de Weddell. Según especialistas estadounidenses que escriben en la revista especializada Geophysical
Research Letters, la península antártica ha sufrido el más rápido ascenso de temperaturas visto en la Tierra en los últimos 50 años.
En esa zona las temperaturas se han incrementado 2,5 grados en medio siglo.
Dos estudios
Para la elaboración de dos estudios, los expertos utilizaron datos captados por satélites antes y después del desplome de la Larsen B. Uno de los estudios,
llevado a cabo por el Centro Nacional de Información sobre Nieve y Hielo, de Boulder, Estados Unidos., analizó imágenes tomadas por el satélite Landsat
7 entre enero de 2000 y febrero de 2003.
La observación de las fotos revela que cuatro glaciares conectados al Larsen B han incrementado entre dos y seis veces su velocidad de desplome en ese período.
El otro estudio, realizado por Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL por sus siglas en inglés), en Pasadena, California, muestra que la velocidad de desplome
de tres glaciares se ha incrementado ocho veces.
Una de las consecuencias del colapso de los glaciares es el incremento del nivel de los mares, aunque no se conoce la repercusión que esto ha tenido en
el aumento del nivel de los océanos.