Texto publicado por Brenda Stéfani
Nota: esta publicación fue revisada por su autor hace 10 años.
Nombre infinito.
Una vez más vuelvo a refugiarme en este lugar después de tantos dias apurados y caminos recorridos y casi sin tiempo para pensar en mí misma y con eso no me refiero a mi yo como yo que soy, sino lo que llevo, expreso y trasnmito más que mi yo como yo de persona única, interior y solitaria. Bueno, no sé si eso se entienda pero al menos intento enraizar mis palabras y sentimientos a un texto que quedará archivado y atrapará la esencia que pretende superar al tiempo, como los viejos cuentos que en realidad ni viejos son pero tomaron aquella esencia de un momento de la vida en el que tuve que luchar contra alguno de mis demonios para expulsar lo que no se podía deotra forma, pero no esta bien generalizar, entonces ¿Porqué no decir solamente que yo no puedo hacerlo de otro modo? Esto es verdad, no conozco otra manera de liberarme por eso es que este lugar significa tanto para mí.
Últimamente dedico mis días a cuestiones que no están en mí, en "Mi misma".
podría decir que "Mi misma es una personita dentro mío que día tras día se queda undida en el fondo de lo cotidiano, por lo tanto le es más difícil salir de ese lugar.
Seguro lo recordarán los que me vieron caminar letras antes y saben que no soy ninguna escritora y sabrán que tampoco es mi deseo que me reconozcan como tal. Soy simplemente un ser que deja plasmado lo que siente en cualquier medio en que le permitan ser tan fleccible y distendido como le sea pocible. Entre estos medios la voz y las letras. Como la voz se halla aturdida y dividida entre miles de ramajes y ya no es solo parte de una suseción de acordes como lo era en un principio, ahora solamente le quedan las letras y adecir verdad, las letras también se volvieron exijentes para el ser que antes desconocía de reglas o normas o algún tipo de obstáculo que le impidiese surgir simplemente con el deseo de trasnmitir, de comunicar, de esparcir el mensaje de su sentimiento de una manera sutil que deje a los que lo reciban con el aroma de algo fugaz que simplemente llega y se va, una y mil veces llega y se va, como el viento azul del río, como esa brisa suabe de los días cálidos del invierno. Paradógicamente aquí los días del invierno son cálidos cuando el sol aparece después de tanta lluvia y humedad, y así se ha vuelto mi corazón, lluvioso y húmedo, intentando una vez más lograr esa difícil transición entre lo que quiere y lo que debe hacer, entre lo establecido y la reveldía natural que lleva por ser como es, por sentir como siente. ¿Y qué diferencia hay entreese corazón y los demás corazones? ¿Con qué derecho puede hablar este corazón para marcar una diferencia entre los demás?. Esa idea lo agovia, y ahora se encuentran enredados la personita revelde y apasionada junto al corazón que cree sentir distinto y sueña con liberarse de tantas ataduras, se encuentran presos dentro de la lluvia y la humedad que los invadieron desde hace un tiempo atrás.
Ahora se sienten inividos, aturdidos y frágiles, ya no recuerdan como se siente la libertad de decir el decir sin decir, ahora están obligados a formar parte de un mundo estructurado y lleno de limitaciones, en un mundo donde las cosas y las formas son exactas, en un mundo donde hallaban una promesa que decía que iban a ser más expresivos allí, más creativos allí, que crecerían para ser lo que siempre quisieron ser. Parte del aire, parte del arte, parte del arte que forma parte del aire...
¿Comohacer para transmitir esta inquietudtan asficciante ?
Como hacer para calmar esta ansiedad boráz que se acumula como un murmullo de laba apunto de estallar en el pecho?
Mi garganta es todo un nudo, mi sed de sentir es más grande cada día, mi corazón y la personita revelde se unen y forman un solo ser.
Está bien ya no hablaré más en tercera persona porque sé que lo hago por miedo a admitir que me estoy quebrando en miles de fragmentos, que lo hago así para no desesperarme, que me hace falta volver a ser...
Escribir es mi camino, mi forma de decir la verdad y mi verdad es siempre la misma, la misma,.
La forma de esa ansiedad ess la que mueve a mi espíritu, es la que me hace soñar, me hace vibrar, me hace vivir.
Ya hace meses que no canto, que no escribo nada y no puedo seguir juntando gotas sobre una mano y vine aquí de la nada apareciendo como la bruma sobre el río que se eleva al calor del sol que vuelve al cielo con su forma de nube graciosa que pinta de blanco el azul.
Si, me siento feliz otra vez, me siento frágil y feliz otra vez porque me sentía perdida y sin identidad, sin nada ya en mi alma y aunque mi camino está fijo y definido, sigo sintiéndo el vacío de las notas, el silencio de mi canto, el encierro, el aprender, endurecerme y temer que un día me olvide para siempre de ser azulita, de ser risueña, alegre y símpática, de ser la energía que dé fuerza aunque no sea apsolutamente mía y que en vez de eso me combierta en un ser agrio que no hace otra cosa más que envidiar a cualquiera que parezca que está por encima de mí.
Yo, yo, respiro profundamente en esta noche inmensa que me abriga y me envuelve, tomo el aire con gusto a rocío y después de disfrasar mi intensidad en un montón de palabras, salen como llamas de mi garganta queriendo gritar por enécima vez...
Yo quiero!!!
Quiero recuperar todo lo que pierdo cuando se pierde un sueño que se desprende para ser llevado por el viento del olvido, quiero seguir deseando un amor de ensueño que nada tiene que ver con lo físico sino con lo artístico. Quiero y seguiré queriendo sostener más que tener, fortalecerme más que cambiar para combertirme en una persona madura.
Quiero amar, amar, amar más que cualquier cosa en el mundo, amar cada segundo de mi vida, amar en silencio sin la absurda y estúpida necesidad de contárselo a todo el mundo, sin la necesidad de llamar la atención, de pedir opiniones al respecto, de restringirme a lo impuesto y a lo que todos digan de mi incomprenciblesentimiento.
Amo sin medida alguna a todo el aire que me rodea, amo despertar y escuchar la voz de la vida que sé que me llama.
Al fin volví a sentir como un sol el calor en las mejillas, el rubor, el ardor en la piel, la respiración agitada, ese mágico sueño de alcanzar tu mano junto ala mía.
Te amo aunque el valor de todo aquello sea el de toda la vida.Al fin siento latir un corazón de verdad que busca un nombre infinito.