Texto publicado por Ma. Guadalupe Hernández Méndez

Papalotl y sus aventuras
(ámate )
Hola amigos ¿se acuerdan de mi? Si, soy papalotl el aventurero, ya una vez vine para hablarles acerca de la tierra , ¿ recuerdan lo que les dije? ¡siii! Eso es, debemos cuidarla igual que el agua… Pero ahora vine a contarles algo que me sucedió cuando volaba cerca de aquella escuela en la que conocí y hablé con muchos niños, ¿quieren saber que pasó?... pues nada que estaba muy atento a las conversaciones de esos niños cuando de pronto llegó a mis oídos otra vez un llanto pero no era igual al anterior, no, éste era mas doloroso, y sin perder tiempo me lancé en busca de azcatl la hormiga, ustedes saben nuestros nombres son del dialecto nahualtl. Tuve que volar por un largo tiempo, mis alas estaban cansadas así que fuí a parar un poco sobre la ramita de una violeta, mientras descansaba aspiré su perfume profundo e insondable (para mi las flores son las creaturas mas enigmáticas que existen), y en este lugar lleno de árboles y plantas ellas abundan, las encuentras de todos los tamaños, colores y olores, estar aquí es sentir que tu corazón se agranda y palpita mas fuerte con todas las emociones que provoca ver la naturaleza en todo su bello esplendor, pues te topas por aquí con un arroyo cristalino, por allá con árboles cuyas ramas se cuelgan de tantos frutos olorosos y deliciosos, y aún mas allá con la montaña poblada de seres grandes y diminutos, algunos amigables, otros no tanto, pero todos son la gran familia de ese lugar. Ensimismado como estaba observando y reflexionando sobre aquel paisaje, no me di cuenta que el sol se marchaba lentamente dejando sus últimos rayos sobre la copa de los árboles de la montaña haciéndolos brillar con tonos dorados que poco a poco se iban tornando rojizos, ¡ay! Entonces me di cuenta… la noche caía y por estar embelesado con el canto de una alondra de esas que duermen los sentidos y el alma con su música celestial cuando al atardecer anidan en lo alto de la montaña que creen que con su voz van a tocar el cielo, por eso solo cantan al atardecer y al alba.
Salí de mi ensoñación y traté de buscar un buen refugio para dormir pero…¡oh, no! Sobre los ruidos de la noche se escuchaba con mas claridad aquel llanto…fue entonces cuando percibí la agitación que había entre los seres de la montaña ytechalotl (la ardilla) brincó a mi lado diciendo:-¿ya sabes lo que pasa papalotl? –no, no lo se, solo he escuchado un llanto doloroso que se pierde entre las colinas, dime techalotl ¿Qué sucede? –pues allá arriba hay un pequeño humano tan gordo como pitzotl (puerco) y si no se marcha debe ser porque está perdido, el grave peligro es que va directo a las rocas de coyotr (coyote) y como tu sabes él no es tan amigable, hasta se lo puede comer…
-No, no podemos permitirlo, ahora mismo voy en busca del hada para que me ayude a conversar con ese niño. Jamás me hubiera atrevido a volar de noche sin motivo pero la ocasión lo ameritaba, además es reconfortante sentir el viento de la noche sobre la cara y el cielo…nunca lo había mirado tan lleno de estrellas, tantas que no fue necesario buscar mas luz para dirigirme a la casa del hada, pero de regreso, no sin antes haberle rogado, suplicado y hasta llorado para que me ayudara con la transformación, aunque…bueno, esta vez le sugerí que fuera un perro y no en pato, con la noche ya muy cerrada fue necesario pedir ayuda a copitl (luciérnaga) para que me guiara hasta las rocas del coyotl.
Si, provoqué el impacto que esperaba sobre aquel niño pues, al verme primero se asustó, luego se me acercó para abrazarme efusivo y empezar a contarme entre sollozos lo que le estaba ocurriendo, su historia es como la de muchos niños en el mundo que desean ser aceptados por los demás pese a sus condiciones físicas y él… bueno pues era algo gordito y éste era el motivo por el que lo hostigaban en la escuela y en su casa. Ese día no había soportado mas las burlas y llorando se internó en el bosque pero ahora con la oscuridad no podía encontrar el camino de regreso a casa. Le pedí que se calmara para encontrar una solución juntos y respecto a las burlas de los demás le expliqué que muchos humanos han sufrido algo semejante pero con mucha autoestima y voluntad iba a poder superarlo, hicimos un plan para que realizara ejercicio físico todos los días, tochtli (conejo) le ayudaría a correr, techalotl a brincar y hacer movimiento con las manos, ascatl le enseñaría a ejercitarse para que pudiera cargar su peso al doble. Todos estábamos dispuestos a cooperar con él para que bajara su peso hasta huitzitzilin.(colibrí) quería que practicara para cantar tan bbello como él mismo. Darani, así es el nombre de nuestro amigo, estaba tan feliz como todos nosotros por haber encontrado ayuda, cuando de pronto… ¡oh, no! Ahí frente a todos estaba coyotl con sus enormes fauces abiertas y babeantes… con un grito de terror huyeron todos, solo yo mantuve un poco la calma y me paré delante de Darani para cubrirlo con mi cuerpo, si, no lo niego, quería ser la mariposa de siempre y echarme a volar…pero ahí estaba con un cuerpo diferente, sin siquiera darme cuenta de lo que podía hacer con él, sentí que los pelos del lomo se me erizaban, y no de miedo precisamente. De un salto caí sobre coyotl y rodamos por el suelo, creo que en ese momento me volví un perro gigantesco, agarré por el cuello al enemigo y lo arrastré lejos de Darani, al soltarlo se echó a correr con la cola entre las patas aullando de dolor…jejeje no pensé ganarle tan pronto.
Hace dos años que sucedió esto y ¿porqué hasta hoy te estoy contando la historia? Pues porque estoy observando una de esas cosas que llaman periódico y ahí está Darani recibiendo su medalla por haber ganado el campeonato nacional de atletismo. Valió la pena las peleas con ascatl quien le aconsejaba comer mucho dulce, galletas, pastelillos, chocolates y todo lo chatarra que te puedas imaginar, pero todos los demás apoyamos a nuestro amigo para que comiera frutas, verduras, legumbres y todo alimento que le ayudara a fortalecerse para crecer sano y dejar de ser gordo.
Recuerda amiguito que si te amas debes cuidar tu cuerpo, no solo para verte bien, sino para crecer lleno de salud y vida…¡hasta la próxima aventura!...
Marylupis.