Texto publicado por Brenda Stéfani

Día raro. Cuento (Brenda Stéfani )

Todo es diferente a días anteriores, pero solo se movió una mesa. Aquí la lluvia tiene un sonidoextraño, como intentando contar una historia.
El ambiente está húmedo y denso, no me gusta sentirlo pero por alguna razón que no conozco me lleva a un recuerdo, a una imagen, a una escena que quizá nunca existió.
Es como si de repente volviera a un pasado que no fue mi pasado, a una infancia que no fue mi infancia y a la vez me viera como una anciana, como si me transformara en una persona que no soy.
Mi voz es como la de alguien sabio y oscuro y guarda un misterio, me aterra, me da escalofríos y me sudan las manos, pero sé que no soy yo, y sigo siendo conciente de que soy yo, esto me confunde porque pareciera dos personas en una en un lugar que nunca cambió. ¿O si?, pero solo se movió una mesa.
Derrepente el espacio se hizo más grande, el piso y las paredes escurren de humedad, brota el agua por todos lados, el frío está solo adentro y afuera, asficciante el aire y no puedo respirar. Siento que estoy dentro de un globo.
Nunca estuve dentro de un globo pero pienso que así sea de sentir.
Ahora cantan los pájaros, señal de que el sol se está asomando pero son las dos de la tarde y los tiempos están tan locos últimamente que no se sabe si dentro de 5 minutos volverá a llover.
Derrepente siento que todo lo que antes detestaba ahora me gusta, me llena, lo que me hacía sentir fragilidad, ahora me da fortaleza y siento la necesidad imperiosa de caminar.
Me encuentro en silencio, me arden los labios y la lengua, cierro los ojos con ansiedad y esa sensación de que pronto voy a salir, de que escaparé y lograré entender el mundo en que me desenvuelvo pero los abro y sigo en el mismo punto fijo en el que me encontraba antes d que empiece a escribir.
No caminé, no me moví. Pero sí, se movió una mesa. <