Texto publicado por Claudia Alonso Menéndez

Una plata que sabe a oro

Ésto que os voy a contar, queda un poco lejano en el tiempo, de hecho, es posible que muchos ya no se acuerden de ese mundial de España, de ése en el que lo íbamos a ganar porque éramos los súper favoritos, esa selección invatible prácticamente que al final nos dejaron fuera a las primeras de cambio.
No vengo a hablar de nuestra selección, que eso ya lo haré largo y tendido más adelante, vengo a hablar de otra selección, que quizá con mucho menos, pero con mucha más humildad, y haciendo eso sí una peor primera fase que el equipo español, consiguió llegar mucho más lejos gracias a su espíritu de equipo, de lucha, de entrega y de sacrificio.
Una selección que en lo que más se caracteriza es en llevar la bandera, los colores y las características de su país hasta el final, que lucha por competir en todos los partidos, respetando a cualquier ribal que se le ponga delante.
Una selección que se basa en la juventud, y combinándola con gente con experiencia, es un equipo de mucho talento que promete seguro dar guerra en los próximos años a nivel europeo.
Si os digo Raduljca, Bjelica, Teodosic, Bircevic, Markovic, Krastic, seguro que a muchos, puede que no os suenen, pero seguro que si digo Djorgevic, ya os va sonando más.
Me refiero a la selección de Serbia, un equipo lastrado por las bajas, pues muchos jugadores no pudieron asistir bien por lesiones, bien porque los equipos en los que estaban militando no se lo permitían, pero que no fue excusa para que, haciendo un soberbio partido en cuartos de final con Brasil, otro increíble contra Francia en el que el mejor de los franceses, Nicolás Batum anotó la friolera de 31 puntos, consiguieron llegar a una final, una final en la que ya esperaban los americanos la cual ganaron de paliza pero ese es otro tema.
La cuestión esque una selección quizá con menos que otras, que tan sólo ganó dos partidos en la primera fase pero se valió de resultados favorables en su grupo, que había perdido con Francia y Brasil por muy poca diferencia, consiguió dejarles en el camino.
A los primeros, con bastante menos margen, pues los triples de la metralleta gala, le costaron casi la heliminación, pero a los segundos, los borraron casi en el segundo cuarto, cuando le pitaron una técnica a Spliter entre otros.
Un carácter altamente competitivo, que no piensan en otra cosa nada más que en ganar títulos, que lo que intentan es llegar lo más alto posible, y que ya están pensando en las olimpiadas, pues al europeo se han clasificado.
Hay que recordar que los balcánicos se metieron séptimos en el mundial, que era la última plaza que les daba el acceso.
Con un entrenador recto, de una gran autoridad y respetado por todos por lo que ha sido en el mundo del baloncesto, que era su primer campeonato como seleccionador y en el que lo hizo francamente bien, seleccionando muy bien los minutos que debía tener cada jugador y sabiendo motivar a un tipo de un carácter conflictivo como Teodosic, lo hizo brillar más que nunca, tanto que se ha hablado de si podría ir a la NBA después del buen mundial que hizo,
y esque por momentos, pareciera que jugaba en el patio de su casa y controlaba el partido a su total antojo, no había nadie que pudiera discutirle el dominio en el puesto de base.
Destaco el partido de Brasil, pues los serbios, en altura eran bastante más bajos, pero siempre estaban ahí para sacarla del aro si no llegaban a entrar los tiros, y para rebotear como auténticos guerreros, luchaban cada balón como si fuera el último y eso fue lo que les llevó a conseguir estar en una final, y casi ganar un oro, una plata que como dijo su seleccionador, sabe a oro por lo que les ha costado llegar hasta aquí.
En esta ocasión como sí se ha visto en otras selecciones, no se vió a ningún jugador que no fuera serbio, y eso fortalece la mentalidad del equipo.
Al contrario que otras selecciones como la española, no se saltaron ni un solo día de entrenamiento, entrenaban con una gran intensidad, y siendo conscientes de que o lo hacían así, o ya en octavos, se podían quedar fuera, pues los griegos no habían perdido ni un solo partido en la primera fase.
Escribo este artículo para explicar, que sin trabajo, humildad, sacrifico y sobre todo respeto, no se llega a ningún sitio en el deporte, y eso, es algo que aveces, se les olvida practicar a determinados países.