Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

El buitre, microrelato.

El BUITRE
Autor: Franz Kafka

Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya me había destrozado los
zapatos y los calcetines, y ahora ya me picoteaba los pies. Siempre daba
un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego continuaba
su obra. Llegó un señor, se quedó mirando un momento y me preguntó por
qué aguantaba yo al buitre.
-Estoy desamparado -le dije-; llegó y comenzó a darme picotazos; yo
traté de espantarlo y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos
animales son muy salvajes y quería írseme a la cara. Decidí sacrificar
mis pies; ahora casi me los ha destrozado.
-No se deje sacrificar -dijo el señor-; basta un tiro y el buitre se
terminó.
-¿Cree usted? -pregunté-, ¿quiere ayudarme en este trance?
-Con mucho gusto -dijo el señor-; sólo tengo que ir a casa a buscar el
revólver, ¿podrá usted aguantar media hora más?
-No lo sé -respondí, y por un momento quedé rígido de dolor; luego
añadí-: por favor, inténtelo de todas maneras.
-Bien -respondió el señor-, voy a apurarme con mi revólver.
El buitre había escuchado con calma nuestro diálogo, mirándonos al señor
y a mí. De repente me di cuenta que había entendido todo; voló un poco,
retrocedió para darse el impulso necesario, y como un atleta que arroja
la jabalina ensartó el pico en mi boca, hasta el fondo. Al irme de
espaldas sentí como me liberaban; que en mi sangre, que llenaba todas
las profundidades y que rebasaba todos los límites, el buitre,
inexorablemente, se ahogaría.