Texto publicado por Primavera
10 consejos científicos para ser más atractivo
10 consejos científicos para ser más atractivo
Alguna vez famosa por ser el método último que nos ayudaría a entender, finalmente, el mundo en que vivimos, la sierva de la humanidad que descubría los secretos de nuestro entorno e incluso de nosotros mismo. La ciencia ha disminuido en los últimos tiempos, sobre todo debido a la distancia que existe entre sus hallazgos y las inquietudes o preocupaciones (o la falta de ellas) científicas del hombre común y corriente.
Sin embargo, tarde o temprano, el desarrollo científico termina por impactar y mejorar la calidad de vida. A continuación te ofrecemos esta lista de 10 consejos científicos para mejorar la sensualidad del cuerpo y el espíritu, para resultar más atractivo –esto es, el resultado de los conocimientos adquiridos en un laboratorio, gracias a un procedimiento sistemático y metódico de prueba y confirmación-, pero no de una manera hueca y vacía, por el contrario, con el respaldo de la ciencia.
Algunos de estos hallazgos científicos podrían pasar por engañosos -el género que utiliza todo tipo de recursos para crear la ilusión de belleza o fuerza erótica-, pero también podría argumentarse que la cultura humana es inseparable de la naturaleza, y por lo tanto el artificio y la técnica es algo natural, parte consustancial de la expresión humana.
Del mismo modo se podría decir que estas búsquedas se limitaron a confirmar lo que ya sabía la sabiduría convencional. Y tienen razón, pero hay que recordar que la sabiduría popular dice que comer mango con leche es malo, o que algo que cayó en el suelo está bastante limpio hasta los 5 segundos o que la mujer que está menstruando no puede lavarse la cabeza. El método científico sirve para confirmar o negar todo eso.
1. Sonreír.
La sonrisa es el cosmético natural más eficaz para aumentar la belleza física. Su impacto sobre otras personas y también sobre uno mismo es inmediato. Por otra parte, también es el más accesible, ya que cualquiera puede disfrutar de sus beneficios sólo con la participación de los músculos adecuados. Según el estudio “Integrating Gaze Direction and Expression in Preferences for Attractive Faces“1, las personas que sonríen son mucho más atractivas. En el caso de las mujeres, la felicidad fue considerada por los hombres canadienses 2 la cualidad más atractiva por encima de otras emociones como el orgullo o la vergüenza, y en los hombres, al parecer, el recurso causa mayor impresión cuando sonrisa es amable y abierta 3 y no boquiabierta, lo que acostumbran a llamar “sonrisa encantadora”.
2. Dormir.
El descanso es, desde tiempos remotos, otra de las prácticas habituales conocidas para preservar la belleza del cuerpo. El sueño que repara y embellece es menos consejo popular o materno y más una realidad física. Según una encuesta 4 llevada a cabo en el Laboratorio del Sueño en Estocolmo, Suecia, las personas que no duermen lo suficiente parecen menos atractivas que las que suelen descansar bien.
3. Vestir rojo.
Ya sea hombre o mujer, el rojo es el color por excelencia para la atracción física. ¿Quieres ligarte a alguien en el club? Utiliza el rojo. En las mujeres, el color rojo es interpretadao por el hombre como un símbolo de la fertilidad y la disponibilidad sexual 5 , pareciera una reminiscencia evolutiva de los tiempos prehistóricos, cuando el enrojecimiento de la cara era el resultado de los altos niveles de estrógeno en el cuerpo de la mujer, signos inequívocos de apareamiento para los machos. Para los hombres, no está claro 6 por qué a las mujeres les resulta más atractivo alguien vestido de rojo, pero al parecer es algo real. Hay conjeturas de que, en ambos sexos, el color rojo desencadena el comportamiento reproductivo relevante, básico y no lexicológico.
4. Afeitarse.
De acuerdo con una encuesta realizada en el sitio Judg.me7 ,los hombres con barba son generalmente percibidos como socialmente inadaptados, mientras que el bigote sólo se asocian a la introversión. Curiosamente, los “traseros de bebés” son percibidos por las mujeres tan inteligentes como sociables. En particular, la barba rala, la sombra sutil del pelo facial cuando comienza a crecer, es considerado por algunas mujeres como un signo de virilidad y sensualidad.
5. Hombres, barbilla arriba; mujeres, hacia abajo.
La primera impresión es la que cuenta, garantiza la sabiduría popular, y desde el punto de vista de la psicología evolutiva8, en los hombres esta impresión es mucho más favorable si lo hacen con la barbilla alta, lo que disminuye la disformidad natural del rostro, mientras que en las mujeres este mismo efecto benéfico se consigue bajando ligeramente la barbilla. Vistos así, los participantes en el experimento que llegaron a estas conclusiones, aseguraron que las posturas incrementaban la masculinidad, la feminidad y el atractivo de cada uno, respectivamente.
6. Hombres: voz profunda y dominante, mujeres, apuesten por la feminidad.
Como se puede intuir, todo este asunto es muy primitivo, motivo por el que no sorprende que una voz profunda y dominante en el hombre se perciba como atractiva para la mujer, al parecer es porque existe una relación entre la voz y la capacidad reproductiva del hombre9. Para las mujeres, la “docilidad” de la voz, que se define principalmente por su frecuencia, es, como era previsible, mucho más sensual para un hombre, aunque las mujeres también se sirven mucho de este recurso10, más o menos conscientemente, para neutralizar a la posible competencia.
7. Cuidado con la altura (real o metafórica).
En el pasado, la corpulencia de los hombres era su carta de presentación más fuerte para ganar una mujer, que, por otra parte, evolucionó para hacer la vulnerabilidad o fundamente de su atractivo. Ahora, sin embargo, esta grandeza física se puede compensar de otra manera: el hombre puede no ser alto, pero ganar más dinero que un hombre grande, y eso es suficiente para ganar una gran cantidad de parejas, en las mujeres, aunque sigue siendo una una realidad que los hombres de mayor estatura11 tienen más éxito reproductivo que los de menor estatura, la situación es exactamente opuestas, las de menor talla son las más propensas a reproducirse12.
8. Déjese llevar por el estereotipo: usa maquillaje y aprovecha los senos y el trasero.
Es lamentable, pero en el ámbito sexual -y probablemente en muchos otros- el Homo Sapiens masculino le hace poco honor a esta nomenclatura y, en cambio, puede ser manejado en un nivel más primitivo y elemental. En el caso del maquillaje, varios estudios muestran que que el mismo llama más la atención de los hombres que lo consideran una señal de solvencia económica e inclusive de independencia. Los senos y el trasero tienen un efecto parecido, más bien más notorio: las mujeres con senos o traseros grandes llamativos suelen ser más cortejadas por los hombres 13.
9. Déjese llevar por el estereotipo muéstrese seguro, gastador y musculoso.
Los estereotipos son nombrados así por una sencilla razón: funcionan. Miles de millones de mentes piensan que, efectivamente, la masculinidad es sinónimo de seguridad y confianza en sí mismo, como el macho alfa que cuida de su rebaño y nunca lo abandona. Las mujeres se dejan seducir por hombres cuyo primer contacto va acompañado del lenguaje corporal de la seguridad14. Una investigación psicológica reciente ha demostrado que los hombres menos estresados son mucho más atractivos para las mujeres15. Para decepción de muchos, la mujer no parece muy interesada en la capacidad intelectual del hombre con el que quiere relacionarse, ya sea una supermodelo o una mujer común y corriente, la inteligencia es la última de las cualidades masculinas consideradas como sensuales.
10. Una solución desesperada.
Si nada de esto te convence, o simplemente no estás dispuesto a cambiar ni un ápice de tu personalidad o tu físico, recurre al viejo truco de salir con un amigo (a) que más o menos se parezca a ti, -la misma altura, mismo color de la piel y el cabello, complexión similar-pero que sea sutil o abiertamente menos atractivo. Sorprendentemente, esto funciona muy bien, o al menos eso es lo que concluyó el psicólogo Constantine Sedikides de la Universidad de Southampton, Inglaterra quien llevó a cabo un experimento en el que, efectivamente, la persona tiende a establecer una comparación inconsciente entre dos extraños que se presentan juntos y se inclina hacia el más atractivo de los dos, al parecer, partiendo de la primicia de que el otro es alguien con quien nunca saldría. Este es el mítico secreto de porqué las mujeres bonitas se rodean de amigas feas.