Texto publicado por María Auxiliadora Rojas Morínigo
El ejercicio físico y sus efectos sobre el control del estrés cotidiano
El ejercicio físico y sus efectos sobre el control del estrés cotidiano
El ejercicio moderado puede ayudar a las personas a lidiar con la ansiedad y el estrés durante un período de tiempo prolongado después de haberlo practicado, de acuerdo con un estudio realizado por investigadores de kinesiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland, publicado en la revista Medicine and Science in Sports and Exercise (Medicina y Ciencia en Deportes y Ejercicio).
“Aunque es sabido que el ejercicio mejora el estado de ánimo, entre otros beneficios, no se sabe mucho acerca de la potencia del impacto de la gimnasia en el estado emocional y si estos efectos positivos perduran cuando nos enfrentamos a los factores de estrés de todos los días una vez que dejamos el gimnasio “, explica J. Carson Smith, profesor asistente en el Departamento de Kinesiología. “Hemos encontrado que el ejercicio ayuda a amortiguar los efectos de la exposición emocional. Si realizas ejercicios, no sólo reducirás tu ansiedad, también serás capaz de mantener esa reducción de la ansiedad cuando enfrentes eventos emocionales”.
(Artículo relacionado: El estrés cotidiano contrae nuestro cerebro.)
Smith, cuya investigación explora cómo el ejercicio y la actividad física afectan la función cerebral, el envejecimiento y la salud mental, compara cómo afectan a los niveles de ansiedad en un grupo de estudiantes universitarios saludables, el ciclismo de intensidad moderada y un período de descanso tranquilo (ambos 30 minutos). Se evaluó su estado de ansiedad antes del período de actividad (o del de descanso), poco después (15 minutos después) y, finalmente, después de exponerlos a una variedad de fotografías muy excitantes, agradables y desagradables, así como imágenes neutras. En cada punto, los participantes del estudio respondieron 20 preguntas del Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo (o STAI), que está diseñado para evaluar los diferentes síntomas de la ansiedad. Todos los participantes fueron sometidos tanto al ejercicio como al resto de los estados (en días diferentes) y fueron evaluados sus niveles de ansiedad antes de los ejercicios, después de los ejercicio y después de ver las imágenes.
Smith encontró que el ejercicio y el descanso tranquilo eran igualmente efectivos para reducir los niveles de ansiedad inicialmente. Sin embargo, una vez que fueron estimulados emocionalmente (habiéndoseles mostrado 90 fotografías del Sistema Internacional de Imágenes Afectivas (International Affective Picture System), una base de datos de fotografías utilizadas en las investigaciones sobre emociones) por aproximadamente 20 minutos, los niveles de ansiedad de los que habían descansado simplemente volvieron a subir a su nivel inicial, mientras que los que se habían ejercitado mantuvieron sus niveles de ansiedad reducidos.
“El conjunto de estímulos fotográficos que utilizamos de la base de datos del IAPS fue diseñado para simular la gama de eventos emocionales que puedes experimentar en la vida diaria”, explica Smith. “Ellos representan agradables eventos emocionales, eventos neutrales y eventos o estímulos desagradables. Estos varían desde fotos de bebés, familias, cachorros y apetitosos alimentos, a cosas muy neutras como platos, vasos, muebles y paisajes de la ciudad, hasta imágenes muy desagradables de violencia, mutilaciones y otras cosas horribles”.
Los hallazgos del estudio sugieren que el ejercicio puede desempeñar un papel importante para ayudar a la gente a soportar mejor las ansiedades y factores de estrés de la vida diaria.
Smith planea explorar si el ejercicio podría tener el mismo efecto beneficioso persistente en los pacientes que experimentan regularmente síntomas de ansiedad y depresión. En colaboración con el nuevo Centro de Neuroimagen de Maryland, también está estudiando la incorporación de la resonancia magnética funcional, o fMRI, para medir la actividad cerebral durante el periodo de exposición a las imágenes emocionalmente estimulante para ver cómo el ejercicio puede alterar las emociones relacionadas con las redes neuronales del cerebro.
Smith también investiga el papel del ejercicio en la prevención del deterioro cognitivo en los adultos mayores. Su investigación ha mostrado que la actividad física promueve cambios en el cerebro que puede proteger a aquellos con alto riesgo de desarrollar Alzheimer.
Su artículo, “Effects of Emotional Exposure on State Anxiety after Acute Exercise” (Efectos de la exposición emocional sobre el Estado de Ansiedad después de Ejercicio Agudo), fue publicado online antes de imprimir el 14 de agosto de 2012 en la revista Medicine and Science in Sports and Exercise.
Fuentes: Exercise May Protect Against Future Emotional Stress, Study Shows.
UMD Study Shows Exercise May Protect Against Future Emotional Stress.
Fuente: http://www.psyciencia.com/2012/09/19/el-ejercicio-fisico-y-sus-efectos-s...