Texto publicado por TifloFernando

Limites a la "Libertad de Expresion"...(UltimaPublicacionSemanal) (ParaReflexionarunRatejo)

Muy buenas amigos y amigas lectores y lectoras habituales de mis Publicaciones en BlindWorlds:

¡tac, -tac, tac; - ¿se puede?!.

¡Bienvenid@ a mi ULTIMA Publicacion SEMANAL!

-entra, siéntate y disfruta de la lectura...

- ¿Os apetece un cafecito virtual MIENTRAS Léis?...

- Os invito.

Deseo que disfrutéis con la lectura de estas mal hilvanadas palabras...¡¡¡Pero escritas con gran cariño!!!.

Ultimamente, compruebo, en la Radio, en la TV, en las Publicaciones, en las Conversaciones con amigos o las que escuchas cuando caminas por la calle o en un Bar, Cafetería o Restaurante...

Que todo el mundo habla a gritos (En nuestra "Piel de Toro" es Marca Registrada) acerca de todo y de todos: ¡¡¡SEPAN O NO DEL TEMA QUE SE TRATE!!!

Y la verdad, que no siempre de manera afable, si no francamente ¡Soez!, ¡Despreciativa!, ¡Insultante! y en cierto modo ¡Denigrante!...

Y no me refiero a las charlas a gritos de antes sobre el Fútbol u otra cosa menos insultante...Si no de cuestiones que me resultan sonrojante; Cosas de la edad, ya lo sé, pero es que...

Y por supuesto ¡¡¡JAMAS SERE YO QUIEN CUESTIONE LA LIBERTAD DE EXPRESION!!!...Pero: ¿Sin Límites?.

No, no lo creo...

A esto me ha llevado la lectura de un Artículo de mi admirado Leonardo Boff (Que "Copio y Pego" un poco más abajo, con una pequeña Introducción, para quien no conozca la Inmensa figura de Boff).

En un momento de su Artículo Boff escribe lo siguiente:

«...Todo ejercicio de la libertad que implique ofender al otro, amenazar la vida de las personas y hasta de todo un ecosistema (deforestación indiscriminada) y violar lo que es considerado como sagrado, no debe tener lugar en una sociedad que se quiere mínimamente humana.

Ahora bien, hay franceses (no todos) que quieren la libertad de expresión inmune a cualquier restricción.

El resultado de esa pretensión ha sido tristemente constatado: si la libertad es total entonces debe valer para todos y en todas las circunstancias.

Es lo que pensaron, ciertamente, (no yo) los terroristas que asesinaron a los caricaturistas de Charlie Hebdo y a otras personas en Copenhague.

En nombre de esta misma libertad ilimitada.

De poco vale alegar que existe el recurso a la ley. Pero el mal una vez hecho no siempre es reparable y deja marcas indelebles... ».

Y es lo que últimamente estoy sintiendo, las ¡Ofensas!, las ¡Palabras malsonantes!, las ¡Las Calumnias Infundadas!...En definitiva la progresiva pérdida de la ¡VERDADERA LIBERTAD DE EXPRESION!

Convertida en una ¡PATOCHADA RIDICULA DE LA REALIDAD!...

En la sociedad actual plagada de desafíos, de consumismo y excesos, es elemental transmitir límites a nuestros hijos, no solo imponerlos sino legarles a través del ejemplo el concepto del autocontrol verbal...

Enseñarles que no todo lo que se nos ocurre lo podemos gritar para ofender al otro; Hay ciertas cosas que son aptas y hay ciertas otras que no lo son.

Ojalá me equivoque, pero cada vez me convenzo más que George Orwel, fué un VISIONARIO...

Y acabaremos aniquilando todo aquello que pueda resultar Oneroso si no grabamos estas Palabras de Boff en nuestros cerebros:

¡¡¡"Mi libertad crece en la medida en que crece también la tuya y conjuntamente gestamos una sociedad de ciudadanos libres y libertos"!!!

Y termino diciendo lo que suelo poner en mi última Publicación semanal: Para meditar un Ratejo...

Con mucho cariño a mis amig@s de BlindWorlds, aunque hoy lo haya escrito; "Abuelo Cebolleta Style"; TifloFernando.

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Nota previa:

La verdad es que desde hace muchos años, cuando era uno de los Hombres de la Iglesia ¡PENSANTES!...Ya me conquistó para siempre.

Fué uno de los defensores y miembro de la llamada "Teología de la Liberación"; Nunca tolerada por la rancia y caduca Iglesia de Italia entre algunos Cardenales y personas de la Curia...Así como entre ciertas "Sectas" con Prelatura personal, laicos Conservadores.

Me refiero al Teólogo brasileño. Fraile franciscano Leonardo Boff (Concordia, Brasil, 1938).

Boff es considerado uno de los mayores renovadores de la teología de la liberación latinoamericana, cuyo referente principal es la figura de Cristo como defensor de los pobres...

Sus problemas con la ortodoxia de la Iglesia católica fueron constantes y en 1991 abandonó la cátedra de teología de Petrópolis por discrepancias con el entonces cardenal Joseph Ratzinger (designado Papa en 2005 con el nombre de Benedicto XVI).

Renunció al sacerdocio en Junio de 1992, para luchar libremente por sus ideas; convirtiéndose en el representante de la llamada "teología de la ecología", una ampliación, a su juicio, de la "teología de la liberación".

Leonardo Boff recibió el "Premio Correcto Modo de Vida" en el año 2001. (Nobel Alternativo instituido en 1980 para premiar las tareas en beneficio de la humanidad)
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He deseado hacer esta brevísima semblanza del Autor del siguiente Artículo, Leonardo Boff...Pensando sobre todo en mucha Gente Jóven, que quizás no conozca bien a este insigne Personaje.

Y les invito a visitar la Columna Semanal de Leonardo Boff en el Portal Koinonia; ¡NO SE ARREPENTIRAN MAS DE NO HABERLA LEIDO ANTES!

TifloFernando.

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La Columna semanal de Leonardo Boff
Koinonía
http://www.servicioskoinonia.org/boff/

Límites de la libertad de expresión

6 de Marzo de 2015

Los atentados terroristas al principio de este año en París y en Copenhague a propósito de caricaturas consideradas como insultantes a Mahoma, atentados perpetrados por extremistas islámicos, han puesto sobre la mesa la libertad de expresión. En Francia hay una verdadera obsesión, casi histeria, con la afirmación ilimitada de la libertad de expresión, legado sagrado, como dicen, del iluminismo y de la naturaleza laica del Estado. Es algo absoluto.

Contrariamente y con razón afirmó el obispo profético Don Pedro Casaldáliga: «nada hay absoluto en el mundo a no ser Dios y el hambre; todo lo demás es relativo y limitado». Extendiendo el teorema de Gödel más allá de la matemática, se puede afirmar la insuperable incomplección y limitación de todo lo que existe. ¿Por que debería ser diferente con la libertad de expresión? Esta no escapa a los límites que deben ser reconocidos, de lo contrario daríamos libre curso al vale todo y a las vendettas. La idea francesa de la libertad de expresión supone una tolerancia ilimitada: hay que tolerar todo. Afirmamos por el contrario: toda tolerancia tiene siempre un límite ético que impide el «vale todo» y la falta de respeto a los otros que corroe las relaciones personales y sociales.

Todo ejercicio de la libertad que implique ofender al otro, amenazar la vida de las personas y hasta de todo un ecosistema (deforestación indiscriminada) y violar lo que es considerado como sagrado, no debe tener lugar en una sociedad que se quiere mínimamente humana. Ahora bien, hay franceses (no todos) que quieren la libertad de expresión inmune a cualquier restricción. El resultado de esa pretensión ha sido tristemente constatado: si la libertad es total entonces debe valer para todos y en todas las circunstancias. Es lo que pensaron, ciertamente, (no yo) los terroristas que asesinaron a los caricaturistas de Charlie Hebdo y a otras personas en Copenhague. En nombre de esta misma libertad ilimitada. De poco vale alegar que existe el recurso a la ley. Pero el mal una vez hecho no siempre es reparable y deja marcas indelebles.

La libertad sin límite es absurda y no hay como defenderla filosóficamente. Para contrapesar las exageraciones de la libertad solemos oír la frase, tenida casi como un principio: «mi libertad termina donde empieza la tuya».

Nunca vi a nadie cuestionar esta afirmación, pero tenemos que hacerlo. Pensando en los presupuestos subyacentes debemos someterla a una crítica más atenta. Se trata de la típica libertad del liberalismo como filosofía política.

Expliquémoslo mejor: con el derrumbe del socialismo realmente existente, como lo reconoció en cierta ocasión el papa Juan Pablo II, se perdieron algunas virtudes que aquel, bien o mal, había suscitado: el sentido del internacionalismo, la importancia de la solidaridad y la prevalencia de lo social sobre lo individual.

Con la llegada al poder de Thatcher y Reagan volvieron con toda la fuerza los ideales liberales y la cultura capitalista sin el contrapunto socialista: la exaltación del individuo, la supremacía de la propiedad privada, la democracia solo delegataria, y por eso reducida, y la libertad de los mercados. Las consecuencias son visibles: actualmente hay mucha menos solidaridad internacional y preocupación por los cambios en pro de los pobres del mundo. Predomina la competición perversa y la falta de solidaridad que elimina a los débiles.

Con este telón de fondo debe ser entendida la frase «mi libertad termina donde empieza la tuya». Se trata de una comprensión individualista, del yo solo, separado de la sociedad. Es el deseo de verse libre del otro y no de ejercer la libertad con el otro.

Se piensa: para que tu libertad empiece, la mía tiene que acabar. O para que tú comiences a ser libre, yo debo dejar de serlo. Consecuentemente, si la libertad del otro no comienza por cualquier razón, entonces eso significa que la libertad no conoce límites, se expande como quiere porque no encuentra límites en la libertad del otro. Ocupa todos los espacios e inaugura el imperio del egoísmo. La libertad del otro se transforma en libertad contra el otro.

Esa comprensión subyace al concepto vigente de soberanía territorial de los estados nacionales. Hasta los límites de otro estado, es absoluta. Más allá de esos límites, desaparece. La consecuencia es que la solidaridad ya no tiene lugar. No se promueve el diálogo, la negociación, buscando convergencias y el bien común supranacional, como se ha podido comprobar claramente en los distintos Encuentros de la ONU sobre el calentamiento global. Nadie quiere renunciar a nada. Por eso no se llega a ningún consenso, mientras el calentamiento global sube día a día.

Cuando hay un conflicto entre dos países normalmente se usa el camino diplomático del diálogo. Frustrado este, se piensa en la utilización de la fuerza como medio para resolver el conflicto. La soberanía de uno aplasta la soberanía del otro.

Últimamente, dada la destructividad de la guerra, ha surgido la teoría del gana-gana para superar el gana-pierde. Se establece el diálogo. Todos se muestran flexibles y dispuestos a concesiones y ajustes. Todos salen ganando, manteniendo la libertad y la soberanía de cada país.

Por eso, la frase correcta es esta: mi libertad solamente comienza cuando comienza también la tuya. Es el legado perenne dejado por Paulo Freire: jamás seremos libres solos; sólo seremos libres juntos. Mi libertad crece en la medida en que crece también la tuya y conjuntamente gestamos una sociedad de ciudadanos libres y libertos.

Detrás de esta comprensión está la idea de que nadie es una isla. Somos seres de convivencia. Todos somos puentes que nos ligan unos a otros. Por eso nadie es sin los otros y libre de los otros. Todos estamos llamados a ser libres con los otros y para los otros. Como bien dejó escrito Che Guevara en su Diario: «solamente seré verdaderamente libre cuando el último hombre haya conquistado también su libertad».

Leonardo Boff

Portal Koinonia