Texto publicado por Carinosanto

TRUQUITOS DE SALUD YVIDA

En salud no crea tanto cuento: ocho mitos comunes

Ni la leche cura la gastritis ni las vitaminas abren el apetito en los niños: mitos sobre la salud.

No es cierto, de acuerdo con la evidencia, que las vitaminas aumenten el apetito de los niños.

Un vecino, mi tía Efigenia, la radio y hasta el voz a voz son algunas de las fuentes que respaldan muchas creencias sobre la salud que, valga decirlo, no tienen respaldo científico, pero que a fuerza de la costumbre siguen practicándose al punto que muchos las dan como ciertas.

Cosas que se prohíben, remedios que se recomiendan y efectos de la naturaleza sobre el cuerpo forman parte de estos mitos. ¿Qué hay de cierto en ellos?

Con respeto, aquí me tomo la licencia de aclarar algunos:

La leche cura la úlcera gástrica. No, por el contrario aumenta los síntomas. Resulta que el calcio eleva la secretina, una sustancia que en el estómago incrementa la producción de ácido clorhídrico que, en últimas, es el que produce esos dolores tan machos. Así que deje de tomarla y mejor vaya al médico.

El chocolate produce acné. Lo que pasa es que muchos adolescentes en pleno auge hormonal, que estimula la producción de sebo en la piel, consumen chocolate y lo culpan de sus brotes. No hay tal: el acné es causado por las bacterias que infectan ese sebo en la piel. ¿Que no? Los niños y muchas mujeres son adictos al chocolate, y no tienen la cara brotada.

Las vitaminas abren el apetito. Olvídenlo mamás. Ni las vitaminas hacen a sus hijos más fuertes ni les abren el apetito. No boten la platica.

Los hipertensos no pueden tomar café. La gente cree que el café eleva la tensión arterial. Nada de eso. Sí se aumenta la frecuencia cardiaca por efecto de las catecolaminas, pero la tensión se mantiene intacta. Con moderación, un cafecito siempre cae bien.

El agua adelgaza. No hay ninguna razón para creer en eso. Lo que ocurre es que al tomarla en grandes cantidades la gente orina más y piensa que está eliminando líquidos de sobra y, por ende, adelgazando. Pues nada de eso...

Los remedios naturales son más seguros. Hay que ser claros: todas las plantas con efectos terapéuticos deben ser consideradas medicamentos y hay que conocer sus efectos secundarios e interacciones. Algunas de estas son tan importantes que necesitan fórmula médica. ¡Cuidado!

Lavar el pelo con frecuencia lo tumba. La caída del pelo nada tiene que ver con los lavados. Ni lavarlo mucho ni lavarlo poco afecta el ritmo de caída. También es tonto creer que lavarlo a diario lo pudre. Nada de eso.

Por último. Las frutas después de las comidas no engordan más. La crema dental no cura las quemaduras, sino que las empeora y la mezcla de brandy, miel y leche no cura la gripa. Tampoco los antibióticos.

ESPERO LES SEAN ÚTILES!
GLORIA.