Texto publicado por Carinosanto
Algunas Reglas de Ortografía.
Fue, fui, dio y vio no llevan tilde. En defensa del idioma
Aquí, las claves para que aprenda cuándo se tildan los monosílabos.
Mí lleva tilde cuando es pronombre; es decir, cuando equivale a yo (permítanme esa asociación), cuando se refiere a la persona, a uno mismo. Y no la lleva cuando es el posesivo. Ejemplo: A mí, mi amigo me aconseja con acierto y sacude mi conciencia.
Tú lleva la tilde cuando es pronombre, y no la lleva en el posesivo. Ejemplo: Tú y tu idea son interesantes.
Él lleva tilde si es pronombre y no la lleva si es artículo. Ejemplo: Para él, el problema está resuelto.
Si lleva la tilde en dos casos: cuando es pronombre de complemento y es la afirmación. Y no lleva tilde cuando es conjunción condicional o la séptima nota de la escala musical. Ejemplo: Si tú me crees, te diré que sí: ella volvió en sí después de escuchar esa nota si.
Sé lleva tilde cuando es la forma verbal de los verbos ser o saber. En los demás casos no se marca la tilde. Ejemplo: No finjas: sé tú mismo ante él, porque sé que se dedicó a ti.
Dé lleva tilde cuando es la forma del verbo dar, y no la lleva si es la preposición. Ejemplo: No dé explicaciones de nada.
Más lleva tilde cuando indica mayor grado (contrario a menos), y no la lleva si es sinónimo de pero. Ejemplo: Ahora entiende más el asunto, mas no le gusta el proceso.
Té lleva tilde si se refiere a la bebida o a la planta, y no la lleva si es pronombre. Ejemplo: ¿Te pregunté si te apetece un té?
Aun no es un monosílabo; sin embargo está incluido en esta lista porque existen dos aun, uno con tilde y otro sin esta. Lleva tilde cuando significa todavía, y no la lleva cuando significa incluso, siquiera o hasta. Ejemplo: Siempre fue paciente, aun en los momentos difíciles; pero aún es tiempo de continuar.
Por regla general, los monosílabos no llevan tilde. Los casos anteriores son excepciones porque la misma escritura obliga a ello. Así, nunca llevan tilde (¡jamás!) las palabras vi, ve, vio, di, da, dio, fue, fui, fin, fe (aunque sea inmensa), ti, tan, ya, yo… Reconozco que algunas de estas palabras tienen “cara” de llevar tilde; sin embargo, recomiendo, como en todo, no fiarse de las apariencias.