Texto publicado por Carinosanto

NUEVO PROCEDIMIENTO, ANULACIÓN MATRIMONIO CATÓLICO.

En un 'motu proprio' (carta papal), el pontífice decidió que una sola sentencia bastará para decretar la nulidad, en vez de las dos que se requerían hasta ahora. El recurso al tribunal de la sede apostólica romana, la Rota, seguirá siendo posible, pero excepcional.

El papa decidió también que el procedimiento sea gratuito para todos, con la ayuda de las conferencias episcopales.
Así mismo, un trámite más corto está previsto para los casos de anulación más evidentes. En estos casos, el obispo de la diócesis será juez, con el fin de que las decisiones respeten “la unidad católica en la fe y la disciplina”.
Otro 'motu proprio', con contenido similar, fue publicado para las Iglesias orientales.

Esta reforma democratiza el trámite de anulación del matrimonio católico, pero no modifica los motivos que justifican las anulaciones, un tema que el sínodo de los obispos de octubre próximo abordará. El Papa reafirmó el principio de indisolubilidad del matrimonio, y negó cualquier laxismo.

Así funciona el trámite hasta ahora

¿Qué tan complicado es ponerle fin a un matrimonio católico en Colombia? Este proceso puede tardar entre seis meses y año y medio, y los costos, en promedio, son de un salario mínimo, pero pueden ascender, dependiendo de los ingresos de la pareja.

Monseñor Libardo Ramírez, presidente del Tribunal Eclesiástico, entidad de la Iglesia católica en Colombia encargada de este tipo de procedimientos, explica que la solicitud se debe hacer en las ciudades capitales del país donde hay diócesis o arquidiócesis, en las cuales los casos son atendidos en primera instancia por vicarios judiciales.

Luego, agrega, llegan a la sede principal en Bogotá. Solo el tres por ciento de casos son enviados a la Santa Sede, en Roma, dependiendo de su complejidad. El resto se resuelve en el país.

“Disolver un matrimonio es algo muy serio, no es un carro o una finca. Se requiere alrededor de un año para poder dar respuesta concreta a cada caso: analizar las pruebas, hablar con los testigos”, expresó monseñor Ramírez.

Según el prelado, en el 2014, en el país se llevaron a cabo 1.600 nulidades de matrimonio. Entre enero y junio de este año van 800 casos. Monseñor Ruiz recuerda que en el 2003, cuando llegó al Tribunal Eclesiástico, al año no eran más de 600 casos.

En cuanto a las causales que argumentan las personas para solicitar la nulidad del matrimonio se destacan, principalmente, la ausencia de razón o juicio mental a la hora de contraer la unión. “También por matrimonios que se llevan a cabo a la ligera, por un impulso o un interés particular”, añade monseñor Ramírez. El jerarca aclara que la infidelidad no es una causal de nulidad, a menos que se demuestre que, antes del matrimonio, la persona convivía en unión libre con otra.

En cuanto a los costos de estos procedimientos, afirma que van desde un salario mínimo vigente; y en el caso de que la pareja carezca de recursos, se revisa la posibilidad de subsidio o gratuidad. “No son costos excesivos”, dice. No obstante, monseñor reconoce que pueden ascender, dependiendo de los ingresos de la pareja.

“Yo sé que el papa Francisco ha pedido que estos procesos sean gratuitos, pero hay mucha gente que trabaja en los tribunales, entre jueces y abogados especializados. ¿De qué se van a sostener los tribunales?”, indica monseñor Ramírez.

Hay que aclarar que no todas las parejas que se casan por la Iglesia deben pasar por este trámite. El abogado Carlos Fradique-Méndez, experto en derecho de familia, explica que las parejas en esta condición también pueden acudir a un juzgado de familia y pedir la disolución de esa sociedad conyugal, en la que se resuelvan temas patrimoniales y el cuidado de los hijos, entre otros.

EL TIEMPO y AFP