Texto publicado por Wendy Paola Garcés Salvador
Ingeniería.
Ingeniería.
Ciencia.
Emprendedor desarrolla dispositivo para invidentes.
Con tan solo 25 años, Marco Trujillo Tejeda fue nombrado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) Technology Review como uno de los 10 Innovadores Menores de 35 México 2015, gracias a Ustraap, dispositivo que busca facilitar la movilidad a personas con discapacidad visual.
Ustraap es una pulsera inteligente para personas ciegas o con debilidad visual, que a través de un sistema de proximidad avisa al portador la presencia de obstáculos en su camino, promoviendo su independencia al trasladarse.
"Desde muy chico me apasioné por la tecnología y siempre dije que iba a ser inventor", recuerda el ahora ingeniero en Mecatrónica por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Guadalajara.
El interés por ayudar a la comunidad con discapacidad visual tiene una connotación que es familiar para Trujillo Tejeda, ya que creció muy cercano a su primo y mejor amigo, quien es sordo. A pesar de esta condición nunca tuvo problemas para comunicarse con él puesto que desarrollaron su propio código; no fue sino hasta la adolescencia que aprendieron el lenguaje de señas universal.
Durante la secundaria, el inventor conoció a su ahora socio, el también ingeniero Cuauhtli Padilla Arias, con quien hizo mancuerna para incursionar en competencias de todo tipo durante la preparatoria. "Participamos en concursos desde elaboración de cortometrajes, robótica hasta estructuras a base de espaguetis, obteniendo resultados favorables la mayoría de las veces".
Ya en la universidad, el emprendedor adaptó un dispositivo que Padilla Arias había diseñado para completar un proyecto como parte de su servicio social en la Escuela para niñas ciegas de Guadalajara.
El proyecto consistía en una pulsera que permitía a las niñas correr con más confianza, al poder darse cuenta de los obstáculos que tenían frente a ellas, gracias a la información que les brindaba el dispositivo a través de vibraciones.
Y aunque la intención abarcaba únicamente cumplir con las horas del servicio social, al ver que los padres de las usuarias dieron un gran recibimiento al prototipo, se plantearon la posibilidad de seguir desarrollando y perfeccionando el aparato. "Estábamos sumamente motivados. (Los padres) nos ofrecieron tiempo, dinero y contactos para continuar con el proyecto. Querían ver a sus niños ser más independientes y nosotros podíamos ayudar con eso. Y nos hicimos emprendedores", recuerda con una sonrisa en la cara. Fue así que los colegas conformaron un equipo y continuaron con el desarrollo de Ustraap.
"Nos apasiona crear y el tema de dar a las cosas una función que genere impacto y que de alguna manera contribuya.
Hemos desarrollado en conjunto cerca de seis tipos de tecnologías asistivas y ganado premios con cinco de ellas, algunos de tipo internacional, como el otorgado por Intel en una competencia en China", apunta el ingeniero.
Sin embargo, Trujillo Tejeda asegura que vendrán próximas generaciones de Ustraap que puedan mejorar la navegación en interiores y den más información al portador, por lo que el equipo está en un proceso de mejora continua e investigación, siempre en búsqueda de crear empatía y comprender mejor la realidad del usuario, para así llevar la pulsera al siguiente nivel.
La introducción al mercado de Ustraap se dará en próximos meses, iniciando con cerca de dos mil unidades en Estados Unidos, para luego expandir el mercado a México, Latinoamérica y España. Tendrá un costo inicial de 349 dólares, que incluye la pulsera, un audífono y un tag, así como el cargador para el aparato y el instructivo en braille.
Ustraap está compuesto por dos sensores de proximidad ultrasónicos que, tras emitir un pitido o chirp, miden el tiempo que el aparato tarda en recibir el eco más cercano, para así calcular la distancia a la que el objeto se encuentra del portador.
Una vez que se tiene este valor, por medio de una retroalimentación háptica -vibraciones en la muñeca- la pulsera indica cuando la distancia se va acortando entre el objeto y el portador, acelerando las vibraciones.
(Foto: Conacyt)
La pulsera permite distinguir obstáculos ubicados del nivel de la cadera hacia arriba, en una distancia de aproximadamente ocho pasos delante del sujeto. Cuenta también con dos modalidades de funcionamiento: una para complementar la navegación con uso del bastón y una más para navegación en solitario.
"El concepto es muy parecido a los sensores de reversa de los carros, muy sencillo. Los detalles más importantes radican en la retroalimentación del dispositivo para compaginar con los diferentes escenarios", señala el ingeniero.
En tanto, apunta que el producto cuenta con un diseño ergonómico, simple y discreto, cuyo uso es completamente intuitivo.
Para dar más imagen al proyecto de tecnologías asistivas, Marco Trujillo y Cuauhtli Padilla fundaron la empresa Sunu en 2013. Actualmente, el equipo está conformado por cuatro personas, profesionales especializados en la ingeniería mecatrónica, creación y desarrollo de empresas, química y física. Ellos trabajan en las áreas de investigación, manufactura, administración, marketing y distribución.
"Sunu significa colibrí en maya. Pensamos en el colibrí por dos razones: una es porque de las aves es la que tiene mayor movilidad, que es uno de los campos en que nos enfocamos. La otra es que es un animal diminuto que hace cosas impresionantes, símbolo de fuerza de voluntad para la cultura náhuatl", indicó.
Sunu busca consolidarse como una empresa de desarrollo e investigación de nuevas tecnologías, delegando el área de manufactura.
Otros proyectos que han desarrollado incluyen una herramienta que ayude a ciegos a cocinar y una interfaz a modo de mouse para personas con parálisis cerebral, entre otros. El futuro de la empresa busca seguir enfocado en tecnologías asistivas, proveyendo soluciones a la comunidad de discapacitados visuales.
Entre los reconocimientos obtenidos se encuentran el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología, el primer lugar en Reto Zapopan y el primer lugar de Tecnologías Asistivas de MassChallenge-Perkins en Boston, Massachusetts, Estados Unidos, ambos en 2014.
Actualmente, la empresa trabaja gracias a los fondos de algunos de estos premios, así como con inversión de firmas privadas en Estados Unidos y México y capital invertido por parte del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem). Están en busca de apoyo por parte de los fondos Conacyt. (Fuente: Montserrat