Texto publicado por Wendy Paola Garcés Salvador
Carta de un ciego a un vidente.
Carta de un ciego a un vidente
Soy un ser humano como tú, pero perdí la vista.
Si me permites, Te doy una serie de sugerencias, que harán todo más fácil para mi:
Si soy un niño ciego, o ya soy un adulto: ¡ayúdame a ayudarme!.
Cuando me mires, no te encierres en ti mismo, ni te sientas culpable!.
Soy ciego, pero soy como todos:
Me gusta la risa y la alegría, jugar en los días de lluvia, con el cabello al aire y los pies descalzos, me gustan los pajaritos, y las flores, la ternura
y sobre todas las cosas: tu amistad!.
Me gusta oírte hablar con naturalidad y que me ayudes a descubrir el mundo.
No me entristezcas con tu lástima, ni me hieras con tu compasión.
Ayúdame a ayudarme; pues si lo haces, podré ser como los demás:
aprenderé a cruzar la calle aunque el tránsito me asuste;
podré viajar solo a mi casa, aprenderé a correr sin miedo, a montar en bicicleta, a jugar, a reír, a ser útil!.
No me rechaces, ¡acéptame!, no me mires con recelo, ¡conóceme! no me compadezcas!; ¡ayúdame!, ¡piensa en mi como persona!
¿Ves? Soy como todos los demás; Soy como tú, soy como tu hermano, soy como tu hijo.
Quiero compartir mi niñez y la vida contigo.
Quiero, cuando sea grande, trabajar.
Quiero ser útil a mi mismo, a mis padres, a ti, a la sociedad.
Ayúdame a ayudarme.
> Sé de lo más natural conmigo, compórtate sin morbo , o lástima.
> Cuando estemos en un mismo cuarto, di tu nombre, para que yo sepa, quién eres tu.
> Si estoy con un grupo de personas, y te diriges a mi, di mi nombre.
> Puedes usar, sin que te cause problemas, palabras como "ciego", "ver", "mirar", etc.
> Para caminar no me tomes del brazo, permite que yo te tome, a ti del tuyo, o de tu hombro.
> Cuando estemos frente a escaleras, piedras sueltas u obstáculos, porfavor indícamelo!.
> Si voy a sentarme, dirige mi mano hacia el respaldo de la silla.
> Si hay un pasamanos, dirige mi mano hacia la dirección correcta.
> Dime algo acerca de los lugares en donde estamos, cómo son las cosas, y qué es lo que sucede.
> No uses el cláxón del coche para indicarme que puedo pasar, pues me asustas.
> Si me ves en un cruce de calle, me daría mucho gusto que; me ofrecieras tu ayuda!.
> Si camino frente a ti, muévete hacia un lado para evitar chocar.
> Si usas bicicleta, toca el timbre, para que yo sepa que vienes.
> Si estoy en alguna parada de autobús, puedes ayudarme a tomar mi ruta.
> Si observas que en medio de un tumulto corro peligro, ayúdame por favor.
> Si hay mucho tráfico de gente, ruido y desorden, agradeceré si; me ofreces tu ayuda!.
> Si en una reunión hay comida difícil de partir, también agradeceré, tu apoyo!.
> No dejes puertas entre abiertas, podría lastimarme.
> Si hablas conmigo, no mires a mi acompañante, sino a mi.
>Soy ciego, no sordo!; Háblame con el mismo tono de voz que empleas.
si sigues èstas indicaciones prácticas, podrás ayudarme y comprenderme más, y descubrirás que, el ser ciego; no es una condición tan limitante; si cuento,
con tu ayuda habitualmente.
si sigues, èstas indicaciones prácticas, podrás ayudarme y, comprenderme más.