Texto publicado por Claudia Alonso Menéndez
Una gran labor social.
buenas a todos.
Al igual que protestamos por el hambre en el mundo, por la injusticia de las guerras, hoy vengo para protestar por algo indignante.
¿Sabíais que un vendedor de la once con contrato junior gana un máximo de 300 euros aproximadamente?
¿sabíais que si los contratos son de menos de cuarenta horas, no llegan ni a eso?
Pues esta empresa, esta gran labor social que realizan, esclavizan a la gente que trabaja en la venta del cupón, bien son gente que no tiene otro recurso, o bien son gente que ha intentado varias cosas, y no le han salido y emplea el último recurso, la venta.
Podría daros más datos de las condiciones que por ejemplo Juan Carlos Jiménez, ha tenido que soportar mientras vendía.
La presión de su gestor por bajas ventas, una sanción por olvidarte de exponer un producto.
Productos que por otra parte son exagerados, y en algunos casos, el comprador no sabe ni lo que está comprando.
Los ciegos totales o deficientes visuales, ya no tienen cavida en "la gran labor social", porque tienen menos movilidad que un tío que simplemente le dan el certificado de discapacidad porque le duele un dedo.
Es indignante cómo los tratan, y deberíamos alzar la voz, para que esta empresa vuelva a lo que fue.
Una organización que vela por los derechos de los ciegos españoles.
Para no extenderme más, os voy a dejar en este texto un enlace a un fantástico vídeo que se va rulando por twitter, que explica más o menos, lo que he querido resumir en pocas palabras.
Gracias a todos por vuestra atención:
https://t.co/OLtq1Ubrjt