Texto publicado por Primavera
Ya viene la píldora anticonceptiva masculina
Desde hace algún tiempo la industria farmacéutica busca una píldora anticonceptiva masculina. Y no es para menos. A excepción del preservativo, toda la responsabilidad por los métodos anticonceptivos de uso común suele recaer sobre las mujeres. Ahora, investigadores japoneses están muy próximos a encontrar la fórmula ideal de esta píldora, gracias a la ayuda de ratones de laboratorio.
El equipo perteneciente a la Universidad de Osaka descubrió que es posible bloquear una proteína del esperma en ratones haciéndolos temporalmente infértiles. Esta proteína se conoce como calcineurina, y es bloqueada por acción de dos inhibidores químicos, la ciclosporina A y el tacrolimus (FK506). El equipo, liderado por Masahito Ikawa, suministró diversas dosis de los inhibidores a los ratones machos, y cinco días después les permitieron copular con las hembras, resultando en que ninguna quedó preñada. Tras una semana sin los inhibidores de calcineurina en el organismo, los ratones recuperaron la fertilidad.
La parte más alentadora de este resultado es que, al igual que los ratones, los humanos machos también presentan dicha proteína en el esperma. Según los científicos, todo parece sugerir que los inhibidores funcionarán de la misma forma en humanos. Lo más curioso es que estos dos inhibidores no son nada nuevo ni difícil de encontrar en diversos fármacos destinados al consumo humano, por ejemplo, el tacrolimus se utiliza para ayudar a evitar el rechazo de un órgano tras un trasplante.
Pero debemos tomarlo con calma, ya que no es tan fácil como correr a la farmacia y buscar ciclosporina o tacrolimus. La píldora masculina anticonceptiva propiamente dicha todavía tiene que desarrollarse con dosis específicas y reglamentadas – un proceso que suele demorar años. Además, el estudio publicado en la revista Science no tomó en cuenta los posibles riesgos y efectos secundarios del uso de la sustancia en el organismo. De cualquier forma, los japoneses se mantienen optimistas. Vale la pena esperar esta pequeña revolución farmacéutica para que, por fin, los hombres podamos tener un control más amplio de la anticoncepción.