Texto publicado por Ana López
Boniato, fuente natural de antioxidantes.
Su agradable color, agradable textura y sabor dulzón no dejan a nadie indiferente. Fritos en crujientes, asados, rellenos, en crema, al vapor, este tubérculo atesora un arsenal de nutrientes de gran valor terapéutico.
- Reduce en presupuesto y gana salud
Más barato que la yuca, el boniato es un alimento más fácil de introducir en la dieta de los niños, en sus platos, en forma de puré, es una muy buena idea, es especial si sufren problemas de visión o tienen la piel delicada.
- Buen escudo cardiovascular
Niveles altos de potasio, contribuye a bajar la tensión arterial. Aporte en ácido fólico, fibra y vitamina E, también fluidifica la sangre y mejora el estado de los vasos sanguíneos, motivo por el que reduce el riesgo de sufrir un ictus o un ataque al corazón.
- Gana peso sin perder salud
Patata por el boniato en guisos, salteados, menestras, etc. es una forma muy sana de ingerir más calorías, su contenido en azúcares aporta unas 100 kcal más que una patata de ese mismo tamaño. Aporte en calcio y en fibra.
- Aleja el riesgo de cáncer
Difícil encontrar la vitamina E en vegetales con bajo contenido graso. El boniato es una grata excepción: una unidad pequeña aporta una tercera parte de la dosis que se requiere a diario. Este antioxidante, más conocido como la vitamina de la juventud, ayuda a retrasar la aparición de arrugas y a prevenir el cáncer.
- Libres de resfriados este otoño
Por su riqueza en betacarotenos, el pigmento que lo tiñe de su vistoso color, el boniato protege las mucosas de las vías respiratorias, la primera línea de defensa frente a los virus del resfriado y la gripe. Para mejorar la absorción de este pigmento consúmelo con alimentos grasos -con castañas, sésamo, aceite de oliva, etc