Texto publicado por Primavera
LA RISA, REMEDIO INFALIbLE
Ana Cecilia Montoya está convencida de que su buen humor es responsable, en gran parte, de su envidiable estado de salud.
Ella, una publicista de 31 años, es admirada por sus antiguas compañeras de universidad y por sus actuales colegas de la empresa en la que labora, porque es de esas personas a las que muchos quieren tener como compañera: con mucha chispa, imita personajes, cuenta chistes, les saca el lado cómico hasta a las situaciones más embarazosas.
Su esposo, sus hijos y su propio jefe destacan su alegría. "No es que a todas horas me esté riendo, trato de no ser pesada. Pero soy conciente de que es muy importante estar de buen genio,
porque a medida que uno ríe les saca partido a las cosas buenas de la vida y no se inventa enfermedades. En cambio, la gente que siempre está mal encarada, rabiosa, se mantiene enferma, con los nervios de punta, con gastritis, dolores de cabeza y otros males."
Sin proponérselo, Ana Cecilia practica una disciplina que, aunque con muchos años de vigencia a escala mundial, en Colombia apenas se empieza a conocer [...]: la terapia de la risa, una técnica que se aplica para la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades. [...]
En Europa y Estados Unidos la risoterapia -como popularmente se conoce esta metodología— se viene estudiando y practicando desde hace más de 25 años. [...]
Una buena dosis de carcajadas al día produce múltiples beneficios físicos, entre los que se cuentan la relajación y tonificación muscular —una buena risa explosiva hace mover 400 músculos en todo el cuerpo—, la mejora de la digestión al hacer vibrar el hígado, combate el estreñimiento, estimula las funciones respiratoria y circulatoria, y fortalece el corazón.