Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera
¡Que majos son los mayores. CHiste que puede ser visto desde diferentes puntos.
Una viejita va al supermercado y pone en su canasta las latas más
caras de comida para gatos. Ya en la caja, le dice a la cajera:
Yo sólo compro lo mejor para mi gatito.
La cajera le responde:
Lo siento, pero no podemos venderle comida para gato sin que compruebe
que tiene un gato. Muchos ancianos compran comida para gatos y luego,
por necesidad, ellos mismos se la comen. La gerencia necesita una
prueba de que realmente usted tiene un gato.
La anciana se va a su casa, toma a su gato, lo mete en un maletín y
regresa al supermercado para comprobarlo. Le venden las latas.
El dia siguiente, la misma viejita va al súper y compra 12 galletas
para perro. La cajera le exige la prueba de que tiene un perro,
aduciendo que muchos ancianos llegan a comerse la comida para perro.
Frustrada, la viejita va a su casa y regresa con su perro; al fin, le
venden las dichosas galletas.
Un día después la señora regresa al súper, y lleva una pequeña caja
con un hueco en la tapa. Al entrar, se acerca a la cajera y le pide
que meta un dedo en el hueco de la tapa. La cajera dice:
No... quizá usted tenga ahí una serpiente.
La anciana le asegura que en la caja no hay algo que muerda. Entonces,
la cajera mete el dedo... e inmediatamente lo retira y le grita a la
viejita:
¡ESTO ES MIERDA!
La viejita, con una sonrisa de oreja a oreja, le dice a la cajera:
Es cierto, querida. Y ahora...
¿PUEDO COMPRAR CUATRO ROLLOS DE PAPEL HIGIÉNICO?